Esta
página pertenece al Dossier La crisis del euro
España
penalizada
La
supervisión por el Banco Central Europeo (BCE) de los 6000 bancos de la zona
euro prevista en 2013 en el marco del MEDE (ver en este Blog: "Cuando los
Estados se rinden") se ha retrasado hasta 2014. Aunque este mecanismo es
muy criticable, como lo analizamos en el enlace, la decisión de su retraso
penaliza a España. El gobierno ha practicado unos recortes, que probablemente ampliará, sin oponerse y más
bien complaciendo a la Comisión Europea y a Alemania, a pesar de la reserva del
FMI sobre el riesgo de recesión prolongada que tales recortes conllevan. La
ayuda directa a sus bancos por parte del BCE,
a la cual se habían comprometidos los Estados de la zona euro en Junio
pasado, no tendrá lugar hasta 2014.
Eso
significa que la deuda española seguirá creciendo a un ritmo más fuerte que lo
que el calendario previsto inicialmente
hubiese permitido. Este retraso ha sido
impuesto por Alemania por un problema interno de calendario electoral (elecciones generales en 2013 que pondrían en
posición desfavorable al gobierno actual frente a unos electores reacios a
ayudar a países endeudados).
Alemania y sus
cajas de ahorro
De
todas maneras, la recapitalización directa de los bancos da miedo a los países
dotados de un triple A por las agencias de notación como Alemania, Holanda o
Finlandia. Estos la aceptan con la condiciones de su propia supervisión y de
una serie de obligaciones que tienen por
objetivo impidir la multiplicación de los planes de ayuda. Posponiendo hasta
2014 la supervisión y limitando la
intervención de los países con dificultades sólo a partir de 2014, se anula
cualquier posibilidad de efecto retroactivo para Grecia, Irlanda, Portugal y el
pasivo español, como lo quiere Alemania.
Alemania
ha demostrado a lo largo de esta crisis que quiere evitar una puesta en común de los riesgos. Además,
se resiste políticamente al proyecto de unión bancaria por el hecho de que sus
bancos regionales (landesbanken) están muy conectados a las colectividades
locales. Este tipo de estructura financiera tan criticada y atacada con respeto
a España, hasta el punto de que se le
exigió una reforma total de sus cajas de ahorro, funciona en Alemania sin que,
hasta ahora nadie se haya atrevido a denunciar. Estos Landersbanken pertenecen a los Länder y a la federación de las
cajas de ahorros alemanes. Alemania no quiere que haya una mirada extranjera,
una supervisión, sobre estos establecimientos financieros locales. Estos
últimos han tenido unos cuantos problemas: se habían lanzado en inversiones de
altos riesgos antes de la crisis. Aunque lo niega, es posible que haya que
hacer una limpieza en Alemania como se le ha exigido a España con la creación
del "Banco malo". El hecho de que Alemania acepte la supervisión de
sus Länderbanken con la condición que
se aplace a 2014 le permite hacer una limpieza entre bastidores.
¿Cuándo
empezaremos a reflexionar… juntos?
En
la asamblea anual del FMI y del Banco Mundial, "los amos del mundo"
reunidos en Tokio en Octubre, nos han dado el espectáculo de cada cual a lo suyo por parte de 188
Estados representados que sólo piensan en función de sus estrategias
electoralistas. Se puso de manifiesto que la zona euro está creando un efecto
depresivo mundial por su incapacidad
para detener la crisis de la deuda.
Si el problema de Grecia ha demostrado que los países de la zona euro no
han tomado sus responsabilidades, hoy es Alemania la que irita a "los amos del
mundo". En su análisis del 18 de octubre, Le Monde dice que « los alemanes han aprovechado la caída de la
moneda euro para aumentar sus exportaciones. Su ortodoxia presupuestaria les
lleva a bloquear la reanudación del crecimiento. Están alentando a España para
que no pida la ayuda conjunta de Europa, el BCE y el FMI, hacen todo lo posible
para retrasar esta Unión bancaria europea»… que los "amos del mundo"
desean. Más de cuarenta países tienen déficits y algunos de ellos no llegaran a
superar la situación. Concluye el artículo citado: « ¿Quién puede gestionar
esta vorágine y cómo? ¿Cuándo empezaremos a reflexionar… juntos?