22.10.12

Germany vs Spain IV


Esta página pertenece al Dossier La crisis del euro

España penalizada

La supervisión por el Banco Central Europeo (BCE) de los 6000 bancos de la zona euro prevista en 2013 en el marco del MEDE (ver en este Blog: "Cuando los Estados se rinden") se ha retrasado hasta 2014. Aunque este mecanismo es muy criticable, como lo analizamos en el enlace, la decisión de su retraso penaliza a España. El gobierno ha practicado unos recortes,  que probablemente ampliará, sin oponerse y más bien complaciendo a la Comisión Europea y a Alemania, a pesar de la reserva del FMI sobre el riesgo de recesión prolongada que tales recortes conllevan. La ayuda directa a sus bancos por parte del BCE,  a la cual se habían comprometidos los Estados de la zona euro en Junio pasado, no tendrá lugar hasta 2014.

Eso significa que la deuda española seguirá creciendo a un ritmo más fuerte que lo que el calendario  previsto inicialmente hubiese permitido.  Este retraso ha sido impuesto por Alemania por un problema interno de calendario electoral  (elecciones generales en 2013 que pondrían en posición desfavorable al gobierno actual frente a unos electores reacios a ayudar a países endeudados).

Alemania y sus cajas de ahorro

De todas maneras, la recapitalización directa de los bancos da miedo a los países dotados de un triple A por las agencias de notación como Alemania, Holanda o Finlandia. Estos la aceptan con la condiciones de su propia supervisión y de una serie de  obligaciones que tienen por objetivo impidir la multiplicación de los planes de ayuda. Posponiendo hasta 2014 la supervisión  y limitando la intervención de los países con dificultades sólo a partir de 2014, se anula cualquier posibilidad de efecto retroactivo para Grecia, Irlanda, Portugal y el pasivo español, como lo quiere Alemania.

Alemania ha demostrado a lo largo de esta crisis que quiere evitar una puesta en común de los riesgos. Además, se resiste políticamente al proyecto de unión bancaria por el hecho de que sus bancos regionales (landesbanken) están muy conectados a las colectividades locales. Este tipo de estructura financiera tan criticada y atacada con respeto a España, hasta el  punto de que se le exigió una reforma total de sus cajas de ahorro, funciona en Alemania sin que, hasta ahora nadie se haya atrevido a denunciar. Estos Landersbanken pertenecen a los Länder y a la federación de las cajas de ahorros alemanes. Alemania no quiere que haya una mirada extranjera, una supervisión, sobre estos establecimientos financieros locales. Estos últimos han tenido unos cuantos problemas: se habían lanzado en inversiones de altos riesgos antes de la crisis. Aunque lo niega, es posible que haya que hacer una limpieza en Alemania como se le ha exigido a España con la creación del "Banco malo". El hecho de que Alemania acepte la supervisión de sus Länderbanken con la condición que se aplace a 2014 le permite hacer una limpieza entre bastidores.

¿Cuándo empezaremos a reflexionar… juntos?

En la asamblea anual del FMI y del Banco Mundial, "los amos del mundo" reunidos en Tokio en Octubre, nos han dado el espectáculo de cada cual a lo suyo por parte de 188 Estados representados que sólo piensan en función de sus estrategias electoralistas. Se puso de manifiesto que la zona euro está creando un efecto depresivo mundial por su incapacidad  para detener la crisis de la deuda.  Si el problema de Grecia ha demostrado que los países de la zona euro no han tomado sus responsabilidades, hoy es Alemania  la que irita a "los amos del mundo". En su análisis del 18 de octubre, Le Monde dice que « los alemanes han aprovechado la caída de la moneda euro para aumentar sus exportaciones. Su ortodoxia presupuestaria les lleva a bloquear la reanudación del crecimiento. Están alentando a España para que no pida la ayuda conjunta de Europa, el BCE y el FMI, hacen todo lo posible para retrasar esta Unión bancaria europea»… que los "amos del mundo" desean. Más de cuarenta países tienen déficits y algunos de ellos no llegaran a superar la situación. Concluye el artículo citado: « ¿Quién puede gestionar esta vorágine y cómo? ¿Cuándo empezaremos a reflexionar… juntos?