10.5.13

Deuda: definiciones

Dossier DEUDA

La deuda es un intercambio, un deber, una apuesta.

-Un intercambio: es el producto que se intercambia mas en el mundo. Los 40 billones de dólares de las deudas de los Estados son sólo la punta de un gigantesco iceberg. Se llama liquidez a este flujo incesante y virtual de dinero que circula. La más minima duda bloquea la máquina (lo vimos al principio de la crisis en 2008). El miedo del acreedor –la parte que presta –a  no poder ser pagado por el deudor y recuperar lo que se les debe,  tiene por consecuencia la desaparición de la liquidez. El acreedor toma  precauciones y aumenta el precio de la deuda. Más fuerte es la duda, más grande es el riesgo para el acreedor, más le cuesta al deudor.   Por esta razón, los Estados han inventado el Banco Central. Es el “acreedor en última instancia” cuando la liquidez ha desaparecido.

-Un deber: es la definición de la deuda. Si te debo algo, se crea una relación de fuerza entre tú e yo. Tomamos el ejemplo del Estado. La deuda de un Estado se llama “deuda Soberana”. Cuando la liquidez desaparece, el Estado puede aumentar los impuestos o su Banco Central fabrica la moneda; como en el caso del Banco de Inglaterra o de la Reserva Federal de los EEUU. Cuando su situación económica y financiera lo exige, puede devaluar su moneda o negarse a pagar la deuda –caso de Argentina en 2002. Borrar la deuda es una solución antigua que aplicaban países de Mesopotamia, Sumer, Israel que tenía una amnistía en un año sabático.  A veces, los acreedores perdonan parte de la deuda o se reestructura en función de la relación de fuerzas entre el o los acreedores y el deudor. En Europa, los países de la zona Euro no puede utilizar sus propios Bancos Centrales que no pueden fabricar sus propias monedas, ni el Banco Central Europeo que, por Tratado, no puede prestar directamente a los Estados de la zona. Además estos se deben de respectar una relación entre su déficit y su producción y tener una deuda pública limitada. Cada país de la zona Euro debe negociar la reducción de su deuda y los recortes que se le impone en su gestión  acaban aumentando su deuda a largo plazo. Se les ha permitido, por el intermediario del Banco Central Europeo,  aliviar las deudas de los bancos de los países en dificultad para crear liquidez. La relación de fuerzas hace que el país no tiene en realidad una deuda soberana: ¿Qué soberanía tiene un país que no puede fijar por sí mismo el sueldo de sus funcionarios? Las instituciones europeas se han limitado en crear un gran mercado de consumidores de productos que se desequilibra en función de la volatilidad de un mercado económico-financiero anónimo sin el contrapeso de un organismo central que aplique la necearia solidaridad entre los países de la zona Euro.  La relación de fuerzas no ha sido tomado en cuenta.

-Una apuesta: la deuda es la apuesta para el futuro, para el desarrollo, para la confianza Las grandes aventuras de la Humanidad han sido generalmente el resultado del encuentro entre financiación y creación. Por supuesto, no se trata de ver aquí una virtud del capitalismo, el cual financia tantos las guerras como los inventas que responden al progreso que genera más capital. El carácter de apuesta que tiene la deuda conviene perfectamente a la idea de una financiación participativa, decidida por la colectividad humana para realizar unas creaciones que corresponden al desarrollo y el futuro que esta colectividad plantea en su conjunto.