Dossier DEUDA
La deuda es un intercambio, un deber, una
apuesta.
-Un
intercambio: es el producto que se intercambia mas en el mundo. Los 40
billones de dólares de las deudas de los Estados son sólo la punta de un
gigantesco iceberg. Se llama liquidez a este flujo incesante y
virtual de dinero que circula. La más minima duda bloquea la máquina (lo vimos
al principio de la crisis en 2008). El miedo del acreedor –la parte que presta
–a no poder ser pagado por el deudor y
recuperar lo que se les debe, tiene por
consecuencia la desaparición de la liquidez. El acreedor toma precauciones y aumenta el precio de la deuda.
Más fuerte es la duda, más grande es el riesgo para el acreedor, más le cuesta
al deudor. Por esta razón, los Estados han inventado el
Banco Central. Es el “acreedor en última instancia” cuando la liquidez ha
desaparecido.
-Un
deber: es la definición de la deuda. Si te debo algo, se crea una
relación de fuerza entre tú e yo. Tomamos el ejemplo del Estado. La
deuda de un Estado se llama “deuda Soberana”. Cuando la liquidez desaparece, el
Estado puede aumentar los impuestos o su Banco Central fabrica la moneda; como
en el caso del Banco de Inglaterra o de la Reserva Federal de los EEUU. Cuando
su situación económica y financiera lo exige, puede devaluar su moneda o
negarse a pagar la deuda –caso de Argentina en 2002. Borrar la deuda es una
solución antigua que aplicaban países de Mesopotamia, Sumer, Israel que tenía
una amnistía en un año sabático. A veces,
los acreedores perdonan parte de la deuda o se reestructura en función
de la relación de fuerzas entre el o los acreedores y el deudor. En Europa, los
países de la zona Euro no puede utilizar sus propios Bancos Centrales que no
pueden fabricar sus propias monedas, ni el Banco Central Europeo que, por Tratado,
no puede prestar directamente a los Estados de la zona. Además estos se deben
de respectar una relación entre su déficit y su producción y tener una deuda
pública limitada. Cada país de la zona Euro debe negociar la reducción de su
deuda y los recortes que se le impone en su gestión acaban aumentando su deuda a largo plazo. Se
les ha permitido, por el intermediario del Banco Central Europeo, aliviar las deudas de los bancos de los
países en dificultad para crear liquidez. La relación de fuerzas hace que el
país no tiene en realidad una deuda soberana: ¿Qué soberanía tiene un país que
no puede fijar por sí mismo el sueldo de sus funcionarios? Las instituciones
europeas se han limitado en crear un gran mercado de consumidores de productos
que se desequilibra en función de la volatilidad de un mercado
económico-financiero anónimo sin el contrapeso de un organismo central que
aplique la necearia solidaridad entre los países de la zona Euro. La relación de fuerzas no ha sido tomado en
cuenta.
-Una
apuesta: la deuda es la apuesta para el futuro, para el desarrollo, para la
confianza Las grandes aventuras de la Humanidad han sido generalmente el resultado del
encuentro entre financiación y creación. Por supuesto, no se trata de ver aquí
una virtud del capitalismo, el cual financia tantos las guerras como los
inventas que responden al progreso que genera más capital. El carácter de
apuesta que tiene la deuda conviene perfectamente a la idea de una financiación
participativa, decidida por la colectividad humana para realizar unas
creaciones que corresponden al desarrollo y el futuro que esta colectividad
plantea en su conjunto.