Dossier DEUDA
Deuda Soberana: Estado
y colectividad
Para conseguir
una financiación de los proyectos de su programa, su presupuesto, el Estado
recauda el impuesto y lanza unas obligaciones.
Emite estas obligaciones lo que significa que pide dinero en el mercado de deudas donde se hacen las
ofertas de prestamos a corto, medio y largo plazo. El Tesoro
del Estado es un Estado dentro del Estado. Debe asegurarse de
que el país se endeuda en las mejores condiciones: trabaja esencialmente en
estrecha relación con algunos bancos que compran estas obligaciones por cuenta
de sus clientes. En general, el Tesoro del Estado hace una subasta anónima para
conseguir la tasa de intereses la más baja posible, inflando la vitalidad y las
posibilidades de su país.
En el mercado de
deudas, se considera la deuda de un
Estado como una apuesta segura para unos
cuantos de fondos como, por ejemplo, los productos de ahorro a largo plazo del
seguro de vida, para las compañías de seguros, los fondos de pensiones, los
bancos privados.. Estos bancos privados, cuando son extranjeros, prestan con su
moneda y con la garantía de sus Estados. En los países ricos, la deuda del
Estado es un activo seguro porque el
Estado tiene el poder de recaudar el impuesto. Estos activos de un Estado son
una referencia para otros activos como, por ejemplo, los productos derivados
que manejan los bancos. Los acreedores están asegurados en cuanto al reembolso.
Los activos del Estado son el “bien público colectivo”.
El bien público colectivo es lo
que tiene que beneficiar a cada ciudadano del país: la salud, la educación, la
seguridad… No tiene un valor de mercado. La deuda pública es un compartir en el
tiempo, entre generaciones. Puede representarse como la deuda que cada
individuo tiene en función de los servicios
que la colectividad a la que pertenece pone a su disposición. La
sostenibilidad de la deuda es la capacidad que la colectividad tiene para
renovarla en el tiempo. No se puede apreciar de otra forma sin ir en contra de
la colectividad.
La crisis actual ha puesto en evidencia este
mecanismo. Hemos visto como la deuda privada se ha hinchado por parte de unas
estructuras empresariales, dentro de una
economía orientada por un sistema político que no define los criterios adecuados,
sometida a las reglas de una globalización salvaje y a una desregulación del sistema financiero que
utiliza unos productos derivados que abusan a sus clientes. En Europa tenemos 17
deudas soberanas para una moneda y un Banco Central. Hemos visto como se ha transformado la deuda
privada del sistema empresarial en deuda pública: el Estado alimenta a los
bancos en liquidez para poner en marcha de nuevo a la economía empresarial,
como esta deuda pública se va hinchando.
No necesita el Estado llegar al impago de la deuda o a su
restructuración, para perder su soberanía, o sea su propia decisión de
repartición de la riqueza en la esfera pública.
En España nos volvemos espectadores,
los mirones de unas secuencias televisuales cotidianas con perfume
pornográfico: el Estado se prostituye al que le da más, todos los días con una “prima de riesgo” para
el cliente: el interés que pagaran las generaciones futuras es la prima actual para el acreedor que toma un riesgo… mínimo:
sabrá imponer sus condiciones si el Estado falla.
¿Qué hacen los Bancos Centrales de países con otras monedas? Tienen un
papel importante en el mercado de las deudas soberanas Por ejemplo, China o los
países de Medio-Oriente son unos acreedores a corto plazo que aumentan así sus
reservas en este Estado en el Estado que representa su Tesoro. Limitan los
riesgos e impiden que sus divisas suben con respeto a las demás. Los Bancos
Centrales de Europa y EEUU compran las obligaciones de sus Estados en gran
cantidad para impedir que suba el precio del dinero, favoreciendo el accionista
y perjudicando la deuda. El Banco de Inglaterra tiene 31% de la deuda publica
del Reino Unido y devuelve al Tesoro los intereses percibidos lo que alivia el
peso de esta deuda. Si España tenía este sistema soberano con su propio Banco
Central, tendría un déficit mucho más bajo.