En un aprieto 1955
Director: Phil Karlson Tight Spot
Guión: William Bowers-Leonard Kantor
Guión: William Bowers-Leonard Kantor
Música: George Dunning
Fotografía: Burnett Guffey
Montaje: Viola Lawrence
Productor: Lewis J.Rachmil
Actores:
Brian Keith es Vince Striker Brian
Keith: empezó su carrera a los… tres años. En el cine negro trabaja en Boomerang (El justiciero-Elia Kazan-1947), Fourteen hours (Henry
Hathaway-1951), Tight Spot (En un aprieto-Phil
Karlson-1955), 5 Against the house (Phil Karlson-1955), Nightfall (Al caer la
noche-Jacques Tourneur-1957), Chicago Confidential (Crímen
S.A.-Sidney Salkow-1957), Apointment with a shadow (Richard
Carlson-1957).
Edward
G. Robinson es
Lloyd Hallett (Ver filmografía
cine negro en este Blog)
El guión nos recuerda
The enforcer (Sin
conciencia-Bretaigne Windust-Raoul Walsh-1951) en el que un fiscal intenta
condenar al jefe de una mafia y, por eso, cuenta con un testigo que se suicida
ante de ser asesinado por el hampa, lo que conduce al fiscal a una mujer que
conviene convencer. En Tight Spot, cuando se le pide declarar
en contra del gánster Benjamin Costain, el jefe de un gang del crímen, Sherry
Conley tiene unas cuantas razones para resistirse a esta colaboración. Sale de
la miseria, ha pasado por la cárcel por otro asunto. Pero, sobre todo, la mafia
acaba de asesinar al testigo principal. El fiscal Lloyd Hallett fuerza su
decisión y, dos días antes de sentar a Costain en el banquillo, decide instalar a Sherry en un hotel, bajo la
vigilancia de Vince Striker. La estrategia de Hallett de convencerla para que
cuente una historia que compromete al gánster no parece funcionar, así que la
deja en manos de Striker. El guardaespaldas intenta no dejarse influenciar por
el juego de víctima que le hace Sherry.
En esta escenografía prácticamente a puertas
cerradas, la interpretación contenida de
Brian Keith, la verborrea y los excesos
de Ginger Rogers se apoyan sobre unos diálogos eficaces y unos encuadres de la
cámara que dan a la confrontación los resortes que permiten pasar de los rayos
y relámpagos al amanecer del flechazo. Estos dos acaban domando uno al otro:
los intentos del hampa para eliminarla no impiden a Sherry enamorarse de su
guardia.
En este juego entre el calor del amor y el
frío de la muerte, adaptado de la obra teatral de Leonard Kantor, y principalmente con la excelente actuación de
Brian Keith, Phil Karlson tiene los elementos que le permiten mantener un buen
ritmo. Sin embargo no se satisface con este dúo Keith / Rogers:
…a esta tensa atmósfera de
encerramiento en el hotel, potenciada por los encuadres y la profundidad de
campo, aprovecha el formato “wide screen” para el dúo y añade un juego televisivo que tiene su papel
en la acción. Se libera también por momentos de las secuencias en estudio con unas cuantas escapadas. La primera secuencia
en exteriores representa, con el manifiesto interés de Karlson para los
detalles, la llegada del primer testigo en barco, temblando de miedo, hasta su
caída mortal en unas escaleras del
tribunal por el disparo de un hombre en la sombra.
La
persecución en coche del asesino, los
largos travellings en las escenas en la cárcel con Sherry…
….o en los pasillos del hotel detrás de Sherry
que parece entrar en una nueva cárcel, la secuencia entre Lloyd Hallett y el
abogado de Constain y, particularmente la paliza que recibe el corrupto policía
Vince Striker en el sótano, son momentos
de ruptura que dan su carácter más negro a la película.
Si a Karlson no parece interesarle dar una
clase de moral o de política, sabe en cambio retratar a los individuos
dominados por la maquina infernal judicial.
Como lo señalamos en la biografía de Karlson, hoy en día, revistas como Positif le inscriben en la lista de los “pequeños maestros” como Tay Garnett o
EdgarG.Ulmer, estos realizadores que no encontraron las circunstancias que les permitieran desarrollar una filmografía coherente y
controlada. Tight Spot confirma esta calificación por lo menos en el marco
del cine negro; pero conviene reconocer también la aportación de Burnett Guffey a la dirección de la
fotografía. La parte negativa la tenemos con las muecas de la pesada comediante
Ginger Rogers que ocupan más de la cuenta la pantalla. La actriz en decadencia,
miembro de la iglesia Christian Scientist
como Doris Day o Cecil B.DeMille y muy marcada a la extrema derecha del partido
republicano, sobreactúa y su presencia
en el casting se debe probablemente a un orden de la productora.
Eso hace más frustrante la limitación del
papel de este grande del cine negro que es Edward G.Robinson, este ciudadano
demócrata, que acaba de vivir la pesadilla del macartismo. A los 62 años este
año, después de su vuelta al cine negro con Black Tuesday (Hugo
Fregonese-1954), el actor rueda cuatro
películas más: The violent men (un
western de Rudolph Maté), A Bullet for Joey(film negro de
Lewis Allen, donde se reúne de nuevo con George Raft), Hell on Frisco Bay (un
film negro de Frank Tuttle con Alan Ladd) e Illegal (otro film negro
de Lewis Allen). Al año siguiente, empieza con la película negra adaptada de la
obra de Cornell Woolrich, Nightmare
(Maxwell Shane)… Brian Keith es la buena sorpresa y rueda el mismo año con Phil
Karlson 5Against the house con un guión de Stirling Silliphant que produce la película y que, dos años más
tarde, escribe con David Goodis el
excelente guión de Nightfall (Al caer la noche-Jacques Tourneur) donde Brian Keith tiene el papel de John que persigue a Aldo Ray
y Anne Bancroft con la ayuda del temible
Rudy Bond.
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