EL ESPIGADOR
nº21
En Le Monde del 28.04-12
El artículo recuerda la situación económica y el alto porcentaje de parados. Insiste sobre la situación de los bancos: «La Banca de España indica que el 60% del capital de los bancos correspondiente a la construcción (184 000 millones de euros) parecen problemáticos». Recuerda que «antes de dar un vuelco hacia la crisis en 2008, [España] tenía una de las deudas públicas más bajas de la zona euro y unas cuentas públicas excedentarias». Por otro lado, sabemos que la agencia de notación Standard & Poor's ha bajado la nota de España a BBB+, acercándola al rango de "junk bonds" (obligaciones podridas BB+ que soporta Grecia).
El plan de recortes exigido por los socios europeos y el Fondo Monetario Internacional –eventuales prestamistas– está considerado por unos cuantos economistas como «contra-productivo. El americano Joseph Stiglitz, premio Nobel de economía, habla de "suicidio económico de la zona euro ».
El editorial de Le Monde señala que, para que un plan de recortes bien dosificado tenga éxito, conviene «sostenerlo con unas medidas que permitan reactivar la actividad y poner en marcha un "círculo virtuoso"». La receta es monetaria: financiación por los países ricos y apoyo del Banco Central Europeo, aceptación de una dosis de inflación que baje el precio de la deuda. Éstas medidas tienen que acompañarse de una creación de nuevas industrias y subsanar el agujero provocado por la explosión de la burbuja de las viviendas.
La aceleración de la crisis en España puede lanzar un nuevo reto para Europa: probar las herramientas que creó después del "rescate" de Grecia. ¡Esta vez sería a otra escala!
En otro artículo del mismo diario, podemos leer: « aunque el gobierno conservador de Mariano Rajoy rechaza tal perspectiva , la progresiva bajada a los infiernos de España reactiva el debate sobre las modalidades de un plan de ayuda al país, particularmente a su sector bancario… con la condición de que Alemania y sus socios se pongan de acuerdo sobre un plan de ayuda a los bancos más comprometidos por la crisis inmobiliaria, lo que, de momento, está lejos de conseguirse… todo depende, en gran parte, de la evolución de los bancos españoles… BBVA o Santander presentan unas cuentas sólidas… que no parecen ser realmente el problema… Las dudas provienen de las antiguas cajas de ahorros que han sido la verdadera herramienta de la financiación de las políticas de inversiones públicas de las comunidades autónomas en la época del boom de la construcción… Aunque el gobierno [de España] lo niega, los economistas del Fondo Monetario Internacional estiman que el Estado tendrá que inyectar todavía más dinero público. Sin citarlo, tienen particularmente unas dudas sobre Bankia… Es el cuarto banco español y sus dificultades son un riesgo para el conjunto del sector financiero»