27.6.12

Losey el rebelde




Esta página pertenece al ZOOM  sobre Joseph Losey y "El criminal" que incluimos en el Dossier Joseph Losey


The criminal (1960)
Director: Joseph Losey
Guión: Alun Owen –Jimmy Sangster
Música: John Dankworth que tocó en el Festival de Jazz de Newport el año anterior y dirige por la primera vez una banda sonora–su mujer, Cleo Laine canta el blues que marca el tono afectivo de la película: A Thieving Boy
Fotografía: Robert Krasker que participó anteriormente en algunas películas de cine negro como Another Man's Poison con Bette Davis (Irving Rapper-1951)-the quiet american (Joseph Mankiewicz-1958)
Actores: Stanley Baker es Johnny Bannion
Sam Wanamaker es Mike Carter
GrégoireAslan es Frank Saffrion
MargitSaad es Suzanne
Jill Bennett es Maggie
PatrickMagee es Barrows
RobertAdams es Judas



Conviene notar aquí que The criminal  retoma el tema de la organización de un robo, tema tratado por John Huston con The asphalt jungle (La Jungla del Asfalto-1950) y, con el atraco en un hipódromo, referencia a The killing  (Atraco Perfecto-1956) de Kubrick. La incorporación de esta película al Dossier CINE NEGRO está guiada por el contrapunto que provoca con respecto a la película de Kubrick y más ampliamente al conjunto de las películas del género. Está dirigida por un cineasta singular que firma su obra con una sensibilidad probablemente más europea que estadounidense ya que Losey trabaja en Europa desde 1954, huyendo del macartismo. The criminal es una producción de Reino Unido, rodada en Londres con actores británicos –exceptuando Sam Wanamaker que también huyó del macartismo a Londres donde fundó el Shakespeare Globe Theater. En este Dossier, hacemos referencia al trabajo del crítico francés Michel Ciment   sobre Losey (entrevista, libro, comentarios en DVD…) y de Walter Benjamin.

Un resumen
ohnny Bannion acaba de pasar tres años en prisión donde, con las informaciones dadas por otro encarcelado, Snipe, prepara un atraco a un hipódromo. A su vuelta a casa, organiza el golpe con la ayuda de su cómplice Mike Carter.

Se deshace de su amante Maggie y se enamora de Suzanne, compañera de piso de Maggie.


El atraco es perfecto. Parte del dinero se pone en circulación para cambiarlo, otra la esconde Johnny,esperando que acabe la investigación policial. losey retoma aquí la escena de Sterling Hayden en The asphalt jungle y The killng






Pero Maggie lo denuncia y a su vuelta a la cárcel tiene que contar…


… con el jefe mafioso Frank Saffron que ha financiado la operación. Johnny se entera de que

Mike Carter ha tomado el control de la organización y retiene a Suzanne hasta que revele dónde está enterrado el dinero.  Johnny decide escaparse de la cárcel y pide la ayuda de Saffron, que maneja los hilos de todos los golpes. En cambio, Bannion acepta dejarle todo el dinero. Esta traición le va a costar muy cara.

Losey el rebelde
Este guión, que podría ser el de Atraco perfecto de Kubrick, (él mismo comparable al de  The asphalt jungle como lo vimos anteriormente),  no corresponde exactamente a la imagen que vemos. The criminal da una representación del mundo del gang que se diferencia notablemente de las dos citadas por el giro que aporta Joseph Losey al tratamiento de la atmosfera propia del cine negro y por una clara apuesta a un arte socio-político.


Por ejemplo, la organización del golpe en el kiosco de un parque corresponde a una dialéctica visual opuesta a la del cine negro clásico.
Joseph Losey es un rebelde. Como Orson Welles y Nicholas Ray, Losey  empieza su carrera artística en el teatro, lo que da a su cámara un control absoluto de los espacios. Sus viajes a Europa le acercan al trabajo escénico de Brecht. Como Welles y Ray, ha vivido la crisis económica, la gran depresión de 1929. Pero no se identifica como estos a las ideas del New Deal de Roosevelt, se afilia al partido comunista lo que lo lleva al exilio europeo cuando la furia del macartismo se apodera de los Estados-Unidos. Hollywood pierde al  autor de unos grandes éxitos cinematográficos de los cuales destacamos, en cuanto a CINE NEGRO,  The prowler (El merodeador-1950) con un guión de Dalton Trumbo. Este conocerá también el exilio por las mismas razones después de casi un año de cárcel. En este acercamiento al cine negro, Losey se apropia el guión por una fuerza y un estilo personal en el uso de la cámara y por una dirección de actores (Van Hefflin que encontraremos en Martha Ivers) que pone en evidencia la vulnerabilidad del protagonista frente a su medio social. Es una película en la línea de El factor llama siempre dos veces o Double Indemnity.

Una realidad fabricada
Losey es un artista consciente de la naturaleza ilusionista del cine, «una naturaleza en segundo grado», dice Walter Benjamin. La película es el resultado de unos procesos técnicos como el ángulo de la toma y el montaje principalmente.

Hombre de teatro, Losey da también una importancia particular al decorado: no lo usa de manera teatral sino como reflejo, como expresión
de los conflictos que suceden en la película.




La técnica cinematográfica hace lo que es imposible para el ojo humano: llega a apoderarse tan profundamente de la realidad misma que conduce la percepción del espectador hacia  una realidad totalmente artificial  donde pueden expandirse sus emociones, sus identificaciones.
Las escaleras de la cárcel tienen una función esencial.









Así, la técnica cinematográfica funciona, más allá del texto de la narración, como dialéctica visual –y también musical como en el caso de The criminal. Ofrece al espectador una imagen de la realidad que ninguna otra técnica puede elaborar.  Consigue poner de relieve un aspecto de las cosas con un significado y una intensidad  en el corazón de una realidad fabricada que actúa sobre nuestra percepción.
La realidad artificial y reproductible,  que es la definición misma de la técnica cinematográfica,  hace saltar por los aires este "universo penitenciario" de la modernidad urbana del capitalismo industrial" que suele considerar como inmutable  a la obra de arte y al "aura" de la imagen. El cine abre así «un campo de acción inmenso» dice Benjamin.
Pero ¿hacia qué representación de la realidad se puede dirigir la obra cinematográfica? Detrás de la obra hay un equipo dirigido y una sociedad de producción que financia el proyecto. Eso, que se trate de cine, de telefilm, de serie TV o de informativos en imágenes. Las fuerzas de significado y de intensidad de la representación cinematográfica  pueden ir en un sentido que favorezca la emoción  o la visión crítica. Cuando la película trata de problemas de sociedad, de relaciones humanas en su sentido más amplio, el tema de la violencia se presenta y se vuelve difícil encontrar el justo equilibrio entre emoción y reflexión crítica.

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