Dossier CINE NEGRO / Nicholas Ray
La casa en la sombra (1952)
para conseguir algo en esta vida,
primero hay que dar algo, de corazón…
Director: Nicholas Ray primero hay que dar algo, de corazón…
Guión: Nicholas
Ray y A.I. " Buzz" Bezzerides escriben el guión a partir
de la novela de Gerald Butler, "Mad with Much heart".
Encontramos ya a Bezzerides en They drive by night,
con Ida Lupino, rodada a partir de su novela "The long
Haul".
Música: Bernard Hermann:
La música es uno de los elementos
esenciales de la película. En el principio de los años 1940, fuera de su
colaboración con Orson Welles, su aportación al cine negro empieza con Hangover Square (John Brahm-1945) con un concierto de piano
en un ambiente de film noir en el final del siglo XIX, estilo Luz de gas con Linda Darnell y George Sanders. En el mismo año en que se estrena On a dangerous ground, Hermann
prepara la música de Five Fingers
–señalamos en esta página del Dossier que
la música es la que va utilizar más tarde para Vertigo
(Hitchcock-1958). En On a dangerous ground, desarrolla el tema "Hunt scherzo" que
va a transformarse en la famosa música
de la persecución en el Monte Rushmore de North by
Northwest (Con la muerte en los talones-1959) con la ayuda de un
presupuesto mucho más consecuente (¡Hitchcock!) que le permite dirigir una
orquestra sinfónica como lo hizo anteriormente en El hombre
que sabía demasiado). Un tema de Marnie
(Hitchcock-1964) entra hacia el final de la película. Así que 1951 es el año de
la gran inspiración de Hermann que le llevará a su colaboración con Hithcock
cuatro años más tarde con Pero… ¿quién mato a Harry?
Fotografía: George Diskant-
Empieza en la dirección de fotografía con Desperate
(Anthony Mann-1947) y sigue en el cine negro con They
live by night (Nicholas Ray-1949), Port
of New York (László Benedek-1949), The
racket (John Cromwell/Nicholas Ray/Mel
Ferrer-1951) con Robert Ryan. Después de
On a dangerous ground, sigue en el
cine negro en la RKO con The Narrow Margin (Richard
Fleischer-1952) y por la productora The Filmakers
de Ida Lupino y su marido Collier Young con Beware, my lovely (Harry
Horner-1952) con Ida Lupino y Robert Ryan.
Montaje: Roland Gross. Ha trabajado anteriormente en el cine negro con Deadline at Dawn (Harold Clurman-1946), The woman on the beach (Jean Renoir-1947), The velvet touch (JackGage-1948), The set-up (Robert Wise-1949) que trataremos en este Dossier.
Ida Lupino es Mary
Malden Después de su colaboración en el cine negro con Raoul Walsh y Jean
Negulesco (Ver en este Dossier: They drive by night- RoadHouse), pasa a la dirección y la producción en 1949 –también
escribe los guiones de sus películas –con Not wanted, Never fear,
Outrage donde actúa. Aquí rueda algunas escenas, Ray estando enfermo.
Robert Ryan es Jim Wilson Uno de los iconos del cine negro, acaba de rodar The woman on the beach (Jean Renoir-1947), Crossfire (Edward Dmytryk-1947), Berlín Express (Jacques Tourneur-1948), Act of violence (Fred Zinnemann-1948-con un guión de Collier Young, marido de Ida Lupino), Caught(Max Ophuls-1949), The set-up (Robert Wise-1949), Born to be bad (Nicholas Ray-1950), The racket (citado anteriormente).
Prosigue su
colaboración con Nicholas Ray con la película de acción Flying
Leatherecks antes de On dangerous ground. Como lo vimos anteriormente, el equipo Ida
Lupino, Robert Ryan y el fotógrafo George Diskant se forma de nuevo en Beware, my lovely.
Ward
Bond es Walter
Brent. Lo vimos anteriormente en The maltese falcon en el papel del
policía Polhaus. Ha trabajado esencialmente en
películas de aventura y wésterns, lo que puede haber (mal) inspirado a
Bernard Hermann en una secuencia de la película.
La violencia resiste a las censuras
para conseguir algo en esta vida, primero hay que dar algo, de corazón… le dice Pop. |
La formación de este equipo por el productor John
Houseman para los estudios de la RKO da como resultado una película que
representa la quintaesencia filmográfica de Nicholas Ray, director del equipo.
La trama inspirada por la novela de Butler que podemos traducir por "Loco pero con mucho corazón" cuenta la historia de Jim,
un policía que vive mal su soledad. impulsivo y violento, Jim tiene unos
métodos dudosos cuando se trata de coger a un delincuente y hacerle hablar.
por qué me provocas…dice Jim a Bernie y le pega (no lo vemos)
Qué diablo te ocurre, Jimle dice su colega
cuando este quiere seguir pegando a bernie a la llegada a la comisaria. |
Jim entra en casa de Myrna sin permiso,
pasa de ella… dispuesto a presionarla: ella cede en seguida: quiere ver lo que
me ha hecho bernie,
"con amor de bernie"
le enseña los cardenales en el brazo. Escena cargada de erotismo cuando Myrna
provoca a Jim. Notamos también el ritmo de Jazz en la visita de los tres
policías a casa de Myrna.
Después de unos cuantos avisos por parte de su
jerarquía, lo mandan al norte –la
película ha sido rodada en el Colorado –con el pretexto de resolver el
asesinato de una adolescente.
-Jim:
¿Siberia?
-El
jefe: Eso es Westham y llévate ropa de abrigo.
Este cambio de
ambiente provoca un giro en su vida.
Encuentra a Mary, hermana del joven Dany, principal sospechoso. Mary es ciega y, a su lado, aprende lo que es la templanza y la
generosidad a pesar de la soledad.
El film de Nicholas Ray es, de todos los films noirs presentados en esta época por la RKO
a la censura para su aprobación, el que tuvo mayor problema.
Bezzenerides y Ray habían concebido al protagonista Jim Wilson / Robert Ryan, como un "cruel
policía que actuaba con violencia contra los criminales porque no podía
racionalizarlo. Para él, los criminales eran criminales, no eran personas".
Cuenta Gonzalo Pavés en su libro "El cine negro de la RKO" que, cuando llegó el primer borrador del guión
el 9 de Marzo de 1950 a la Oficina Breen, los censores se apresuraron a emitir
un informe totalmente desfavorable.
Dicen los
censores: « el motivo… se encuentra en la crueldad y la
brutalidad con las que se ha caracterizado a la persona de su protagonista, Jim
Wilson… se ha ido demasiado lejos en esta caracterización… se convertiría en un
serio problema con las Juntas de censura local… nos parece que, a contar esta
historia de un agente de la ley que actúa de una manera brutal y salvaje…
existe el peligro de lesionar el respeto debido a la ley y al orden». Hubo una reunión entre Nicholas Ray, el
productor John Houseman y los censores. Acordaron resolver el problema por dos
medios: por un lado, en la manera de resolver la violencia y eso es una
cuestión que incumbe al director, por otra parte hacer que intervengan unos
personajes que manifiesten su
contrariedad por la actitud de Jim –serán sus colegas Pop y Pete. La
censura hace también referencia a la
caracterización de Myrna por su conducta que « se asemeja
peligrosamente a la de una prostituta ofreciendo sus servicios».
Cinco años antes, en 1945, Otto Preminger provocaba ya
la censura con los métodos violentos de un policía, Mark Judd interpretado por
Charles bickford, en Fallen Angel: unas imágenes sonoras mucho más sugestivas e
"inaceptables" que las que nos ofrece Jim / Robert Ryan en su vida
urbana.
Es que Nicholas Ray sigue aquí otro camino que
Preminger, más cerca de Joseph Losey que esta empezando este mismo año su
carrera en el film noir con The prowler
y The big night que trataremos pronto
en este Dossier. Lo que interesa a estos directores, como anteriormente Von
Stroheim o Luis Buñuel, es esta imagen
tan difícil de conseguir, mantener, transformar en objeto de narración dentro
de la creación cinematográfica: la imagen de la pulsión. Como la describe Deleuze
en "Imagen-movimiento", se sitúa entre
las imágenes del afecto y de la acción: la violencia contenida en la imagen de
la cara, los movimientos de la mano, la violencia que estalla con el golpe, el
empujón. Como lo hará más tarde Stanley Kramer en El criminal
de Losey, como Humphrey Bogart, el violento de En unlugar solitario del mismo Nicholas Ray, Robert Ryan, con su
arte, traduce los matices que
caracterizan la violencia explosiva o contenida de su personaje. Los focos de
Dyskant permiten potenciar las
expresiones de su cara y su cuerpo, Nicholas Ray encuadra, marca el ritmo,
dirige el equipo hacia donde él quiere: el lirismo.
Abstracción lírica
La inspiración
de Ray pertenece a la abstracción lírica, este tratamiento de la imagen que
inspiró Carl Dreyer, Joseph von Sternberg –lo hablamos con ShaghaiGesture en este Dossier –y
que más recientemente Bela Tarr utiliza con maestría en El hombre de Londres –ver en este
blog "Bela
Tarr y la abstracción lírica" –. El blanco y el negro son tratados
como verdaderos colores y, dice Deleuze en el libro citado, « con esta perspectiva, las tinieblas no son un principio si no más bien
una consecuencia de las relaciones entre la luz… y el blanco». Los
planos de Nicholas Ray captan un blanco luminoso que contrasta con las
tinieblas en la ciudad de donde viene Jim: controles de noche en la persecución
de los pequeños delincuentes, expresión sombría de la cara de Jim, habitaciones
tristes y oscuras… Pero también en la naturaleza nevada, se vive en la
oscuridad: consecuencia de la ceguera para Mary, de la acción para Dany que,
por reacción se esconde en la sombra. Añade Deleuze: «La casa en
la sombra donde la chica ciega y el asesino irresponsable se resguardan de los
demás es como la otra cara del blanco paisaje de nieve que una tenebrosa
multitud vienen a ennegrecer con un linchamiento».
La
violencia se traduce aquí como fuerza de reacción en contra del medio, de la
sociedad, de la injusticia, de la soledad… El adolescente no tiene otra
elección que morir o seguir como un niño, con la violencia del niño. Vemos
perfilarse las películas siguientes de Nicholas Ray: por supuesto Rebeldes sin causa (1955) y, sobre
todo, más tarde, esta violencia que no actúa, contenida, de donde salen de vez
en cuando unas cortas, precisas y eficaces acciones. Jim es el precursor de los
héroes de Party Girl (1958) o Everglades (Muerte en
los pantanos-1958), la obra maestra del naturalismo.
La narración a partir del guión de Bezzerides y el
propio Ray es un verdadero ejercicio estilístico.
En los primeros 30 minutos, tenemos una
sucesión de secuencias tratadas con un ritmo seco, nervioso, que retoman y
manipulan los principales clichés del cine negro. La coreografía de los policías – padres de
familia o solteros atormentados–y los delincuentes – peligrosos o simples adolescentes
protegidos por la prostituta caritativa–, se desarrolla en una atmósfera
nocturna y urbana, entre el documental estilo T-men
de Anthony Mann y el thriller realista de Cry of the City
de Robert Siodmak. Seguimos el cotidiano de tres policías en sus redadas
nocturnas. Ray no se pierde los
detalles:
El elemento novedoso lo dan estas pinceladas
sobre los movimientos de los cuerpos y de las caras en su afectación por las
circunstancias y el medio.
De pronto, con Jim / Robert Ryan como único hilo
conductor, entramos en otro mundo y otra historia:
El tema "hunt scherzo" invade
la pantalla cuando descubrimos con Jim el paisaje nevado. Su crescendo potencia la fuerza salvaje y majestuosa de una
naturaleza que recibe en su seno la
ceguera y la violencia del humano, la caza
del chivo por los lobos. A los
primeros 30 minutos urbanos sucede una secuencia de 10 minutos a un ritmo
infernal.
Jim, con su
abrigo, su sombrero, sus guantes, sus zapatos negros, se parece a un cuervo
saltando, tropezando, incomodo, de un punto a otro en la nieve blanca. A su
lado el "buen hombre" con su fusil:
Brent, que quiere hacer la justicia a su manera después del asesinato de su
joven hija.
…Los padres de la niña asesinada no se fían de este "agente
especial" (Jim) que llega de fuera y hace preguntas: saca los niños de aquí… es lo único que nos faltaba: que nos envíen un
agente especial dice el padre, Brent. No lo haré
como en la ciudad; descargaré mi escopeta sobre su vientre. Brent es
un hombre respetable en el pueblo: "a good man"
dice el guardia civil.
Una manada de hombres lobos empieza la caza del chivo.
El cuervo Jim descubre otra violencia que la suya.
Cuando se abre la puerta de la casa de Mary,
no la vemos pero
vemos a Jim: cambia la expresión de su
cara y saluda con el gesto de quitarse el sombrero. Oímos la voz de Mary…"podéis pasar
y mirar, si quereis", vemos a Jim y Brent entrando, ella se queda en
la sombra, aparece de espalda, siguiéndoles, hacia la chimenea encendida: la
luz- han pasado 39mn
A los 40mn vemos su cara: ellos no comprenden por qué la casa está en la
sombra: lo siento, hay una lámpara en la mesa,
dice ella. Antes de Brent, Jim comprende que está ciega. 40 minutos después del primer plano. Ida
Lupino, ciega, hace estallar su talento. Bajo la nieve, el fuego: el principio
de incendio cuando cae la lámpara, la luz que Jim enciende delante de sus ojos,
confirmación de la ceguera. Nicholas Ray juega con los elementos y los
contrastes.
El
mecanismo de violencia se ha invertido: Jim defiende a Mary frente a la
violencia de Brent que quiere obligarla a hablar. Jim para la bofetada que
quiere darle. Han pasado 4 mn de una violencia extrema contrastando con la
fragilidad y la vulnerabilidad de Mary.
Ella va hacia el espejo, se peina: lo quiere. Ha captado su soledad, él
está atraído.
¿Policía? le pregunta Mary que añade: no confía
en nadie; yo tengo que confiar en todos. El enamoramiento es un
crescendo de viola y violines que acerca lentamente estas dos soledades: el
hielo se derrite entre Mary y Jim. Los dos actores nos ofrecen la
interpretación de la sobriedad y la sutileza de los sentimientos en este
terreno resbaladizo, este "dangerous ground"
del título. El tono amenazante del tema principal, "Hunt scherzo" de Hermann, entra de nuevo y acompaña las escenas de persecución
de Dany en la nieve. Es un tema que contrasta con la música de viola, harpa y violines que oímos más
tarde en casa de Mary, en la excelente y dramática secuencia en la cual Jim sigue
a Mary hasta el refugio de Dany. Encadena sutilmente con la vuelta al tema
principal cuando Jim corre detrás de Dany para protegerle de la venganza de
Brent, lo que pone de relieve la amenaza
que pesa sobre Dany.
La muerte de
Dany con la música de Bernard Herman como acompañamiento o, mejor dicho, con la
muerte en los talones, puede haber inspirado a Hitchcock para este
final en los Montes Rushmore con la muerte de Martin Landau. Al horror que se leerá
en la cara de Eve Marie Saint, anticipa aquí el de Brent:
"Tan sólo es un niño, nada más que un niño" dice Brent deshecho. Lo coge en sus brazos y lo lleva al pueblo. |
"Encuentra la paz que no
puedes encontrar aquí": es la oración de Mary, Dany era sus ojos. La
viola vuelve con la oración de Mary después de la muerte de Dany. Entra la
música que Hitchcock utilizará en Marnie…
Jim la acompaña a su casa en la
sombra. Bernard Hermann es el que no acompaña: nos pone una música de western
de estas que potencian los bonitos paisajes del oeste después de su conquista por John Wayne. La emoción se
diluye. En casa, Mary cuenta a Jim quien era Dany ", la música aunque
melosa y romántica no molesta ya tanto. Quiere ayudarla, que vaya a un medico.
-Vete por
favor
-Haré lo que me pides. Se
va pero… vuelve. Final en la nieve.
La productora RKO, ya en
manos de Howard Hugues, guarda la
película en un cajón un año y medio
y la distribuye en Enero de 1952, con un recorte de 10 minutos. Este recorte
corresponde a este final, cambiado con respecto al guión inicial de Benezzerides
y Nicholas Ray: la novela de Benezzerides acaba con el rechazo de Mary hacia la
oferta de Jim. Éste, transformado por la experiencia de su encuentro con la
generosidad de Mary y la violencia desatada en este pueblo en la nieve, vuelve
a su trabajo de policía urbano.
Un final posible... |
Esta reflexión más profunda sobre la fuerza de
la soledad falta aquí. Sin embargo, el
guionista que, tres años más tarde, adapta la novela de Mickey Spillane, Kiss me deadly, realiza con La casa en
la sombra un excelente trabajo que la modificación del final no
llega a ensombrecer. Unos detalles empiezan a llenar la pantalla
desde la aparición de Mary, en su casa, en el refugio de Dany, en sus
desplazamientos hacia el pueblo, en su relación con los demás… una visión de la
América profunda –aquí el estado del Colorado –que sirve de escenario para unos
personajes muy negros en su afán de venganza. Nicholas Ray sabe dar a este
guión la fuerza emocional y el soplo
lírico que caracterizan su obra desde su primera película "They live by night" (Los
amantes de la noche-1948).