Dossier CINE NEGRO /
Nicholas Ray
Llamad a cualquier puerta
(1949)
Director: Nicholas Ray
Guión: Daniel Taradash-John Monks Jr /Willard Motley (relato)
Música: George Antheil que trabaja de nuevo con Ray en
In a lonely place al año siguiente. Participa
también en el film negro The sniper (Edward Dmytryk-1952).
Fotografía: Burnett Guffey ha aportado mucho al cine negro.
Con Joseph H.Lewis (My name is Julia Ross-1945-
So dark the night-1946- The undercover man-1949), Framed (Richard Wallace-1947), The sign of the ram (John
Sturges-1948), To the ends of the earth (Robert
Stevenson-1948). Después de Llamad a cualquier puerta, trabaja en Convicted (Henry
Levin-1950) antes de encontrarse de nuevo
en el equipo de Nicholas Ray para In a
lonely place.
Knock on any door se
beneficia de la fotografía de Burnett Guffey y, por supuesto de las actuaciones
de Humphrey Bogart y John Derek.
Sobre un relato de Willard Motley, Daniel Tradash construye un guión clásico y
teatral, una sucesión de secuencias demasiadas
dialogadas. Es el tema que Hollywood trata desde hace algunos años con pequeños
presupuestos: la delincuencia juvenil. Pensamos en Cryof the City particularmente… Es la historia en flashbacks de
Nick Romano / John Derek del barrio de Skid Row, una sucesión de robos y otros
delitos, la muerte del padre en la cárcel… y la presencia protectora de Morton
/ Humphrey Bogart, del mismo barrio. Este, convertido en abogado, vive con el
remordimiento de no haber defendido correctamente el padre de Nick. Con el
tiempo, Nick se casa con Emma, va buscando trabajo… pero se deja llevar por los
amigos y cae de nuevo en la delincuencia y comete un nuevo robo. Emma,
embarazada, se suicida. Es para Nick la
escalada hasta el asesinato de un policía. Morton lo defiende con una coartada
que resiste a los ataques del fiscal. Sin embargo, las preguntas sobre el
suicidio de Emma le llevan a reconocer su culpabilidad. El cambio de enfoque
provocado por esta confesión es brusco para el espectador, más aún cuando Nicholas
Ray nos ha presentado un retrato de Nick de los menos violentos en este tipo de
películas.
Sólo queda a
Morton la posibilidad de una requisitoria, antes de acompañar a Nick en sus
últimos momentos de vida. Se trata para
Nicholas Ray de poner el dedo en la llaga de la sociedad, antes de rodar Rebel without a cause (Rebelde sin causa-1955) con James
Dean, anunciado aquí por John Derek, como Farley Granger el año anterior con They live by night. El director
bloquea el guión, no deja otra salida que el discurso sobre la nación: es la
constatación del fracaso total de una sociedad; pero sólo la constatación de
este fracaso por parte del conjunto de la sociedad podría provocar el cambio
esperado. Bogart aparece poco favorecido en su papel de abogado con una cierta
brutalidad y que tiene un pasado no del todo limpio, Derek es el guaperas
romántico. Nicholas Ray consigue, sin embargo, imponer su marca con la fuerza
de sus contrastes, el acompañamiento musical que, lejos de la potencia
sinfónica de un Bernard Herrmann en On a dangerous ground,
nos ofrece un buen acompañamiento al atraco, y estas magnificas fotografías de
los primerísimos planos que nos permiten percibir las imágenes del afecto
desbordante de los amantes.