Director: Anthony Mann - Alfred Werker
Guión: Crane Willbur
(relato y guión)
Música: Leonid Raab
Fotografía: John Alton-efectos especiales: George J:Teague /Jack Rabin
Montaje: Alfred DeGaetano
Productor: Robert Kane
Scott Brady-Whit Bissell-Roy Roberts |
Roy Roberts
es Capitan Breen
Jack Webb es Lee Whitey
Whit Bissell es el por mayorista Paul Reeves
« Estamos
en L.A. o cómo la llaman los españoles “Nuestra señora la Reina de los Ángeles”».
Así empieza la voz en off típica de estos
filmes estadounidenses que propagan, después de la segunda guerra mundial, su
modelo cultural en el mundo, bastante cambiado con respeto a la primera ola propagandística
de la primera guerra, más orientada hacia la comedia de costumbres, los dramas de Greta Garbo, los malos
gángsteres de la prohibición y los malos indios que obstaculizan la conquista
del Oeste. Ahora tenemos a los buenos soldados de vuelta a casa, transformados
en policías y detectives, buenos padres de familia dispuestos a dar su vida por
la seguridad de los ciudadanos después de haber salvado al mundo de todos los
fascismos.
Orden: Caza sin cuartel es una película
rodada con un estilo seco que sigue la historia verídica sacada de los archivos
de la policía de Los Ángeles y evita el sensacionalismo. He walked by night (“Andaba
por la noche”) es la historia banal de un estafador, Erwin Walker. En esta
ficción, se llama Roy Martín, técnico en
electrónica en el ejército durante la
guerra, que utiliza ahora sus conocimientos para robar aparatos y mejorarlos
antes de venderlos al por mayor. Sorprendido por un policía mientras intenta
robar de noche en una tienda, le dispara y lo deja en coma. El departamento de
policía de Los Ángeles (LAPD) se lanza a una investigación que acaba con una
redada, secuencia final impresionante, en la cual Martín se quedará atrapado después de perder el control y cometer una
serie de atracos y asesinatos. Está
claro que, si nos limitamos a su tema, la película no tiene nada original. Su
interés indiscutible reside en una serie de elementos cuyas descripciones
demuestran qué extraño puede ser, a veces, el destino de una película.
Dragnet y más
El primer elemento está contenido justamente
en la historia: esta redada, “Dragnet”
en el lenguaje de los protagonistas policías del LAPD – que utilizan a menudo esta palabra –
es el punto de partida de una serie
policíaca de TV muy popular en los EEUU. Estamos en los principios de la
masificación de la pantalla, pequeña por
la talla, grande por su influencia. Los códigos de las series TV van a utilizar
todas las recetas del cine negro y principalmente las relacionadas con las
investigaciones de los servicios de policía que encontramos en esta película:
un mundo de hombres – que con el tiempo irá incluyendo algun elemento femenino
con una autoridad y un racionalismo científico de los más masculinos – solidaridad dentro del gremio, sospechas de un policía (aquí un
subcontratado por LAPD), redadas metódicas, peritaje científico, trabajo en
pareja, la viuda y el cumplimiento del
deber al servicio de la población como música de fondo… La
aportación de He walked by night reside en el estudio detallado de la
investigación que encontramos también en las películas de Henry Hathaway tratadas
en este dossier y T-men (Brigada Suicida) de Anthony Mann. Pero, sobre todo,
es la presencia de un actor, Jack Webb, que tiene el papel de
Lee, investigador científico que marca
la entrada del género en la TV
con la serie Dragnet. En Orden: Caza sin cuartel, el papel y la interpretación del actor contrastan
con los de los demás policías por su manifestación más aparente de las
emociones, lo que deja abierta la posibilidad de su gran interés por lo que
está pasando en el plató. El hecho es que el actor se pone en contacto con el
consejero técnico de la película que pertenecía al LAPD, Marty Wynn, para que éste
le ayude a poner en marcha un proyecto de serie TV que tenga esta fuerza
realista que descubre en el rodaje de He walked by night y también, el
mismo año, en la obra de Jules Dassin:
The
naced city (La ciudad desnuda).
Así nace Dragnet, primera de estas
series que van a invadir los hogares del mundo. A partir de estas fechas se irá
instaurando la emoción por la violencia que el desarrollo tecnológico va
potenciar. Jack Webb protagoniza la serie durante años en la TV y la película asociada con
éxito. Es su presencia en los títulos de
crédito de He walked by night,
considerada como anecdótica por las críticas en su estreno, lo que llama
la atención de cineastas franceses como Bertrand Tavernier y Alain Corneau unos
años más tarde. Eso le dará la visibilidad que merece y nos permite disfrutarla
dentro de la filmografía de Anthony Mann.
“Procedural”
Hemos tratado de la integración en el cine
negro de un realismo relacionado con el funcionamiento de ciertas instituciones
estadounidenses: la toma de posesión de Alemania en la pos -guerra por un grupo
de expertos apoyados por el ejército (Berlín Express-Jacques Tourneur), los
servicios secretos (en los Balkanes con Diplomatic Courier-Henry Hathaway y,
más adelante en este Dossier, 13 rue Madeleine, La casa de la calle 92…),
la investigación periodística y judicial con Call northside 777, el
FBI y los agentes del Tesoro (T-men, The naced city, The street with no
name…). Esta propaganda de las instituciones se acompaña de una
descripción de una sociedad modélica, respetuosa de los valores morales
ancestrales y que tiene al núcleo familial padre-madre-hijos como eje
sacralizado. El componente de la
inmigración bien acogida por una población y unas instituciones blancas
anglo-sajonas tolerantes resalta en algunos de estos filmes: la atención de la
policía hacia la familia polaca después del asesinato de su hija en The
naked city, por ejemplo…). A veces, el efecto propagandístico está en
parte compensado por la corrupción de un funcionario del Estado. Con T-men
(La brigada suicida - Anthony Mann) seguida de He walked by night, Eagle
Lions Films sucumbe a este realismo que introduce el procedimiento
científico pedagógico adoptado por unas
productoras portavoces de los ministerios del Estado, como la 20th CenturyFox y Universal. Podemos
imaginar todo el beneficio que ha podido sacar para mejorar su reputación el
LAPD inmerso en la corrupción y la prevaricación cuando se le presenta aquí
como unos héroes anónimos dispuestos a sacrificar sus vidas para proteger a los
ciudadanos de “un diabólico asesino
desconocido, astuto e inteligente”, como lo cuentan los títulos de crédito.
Entre los elementos técnicos destacables en He
walked by night, aparte de las visitas a los laboratorios y otros
espacios implicados en la investigación policíaca, está la utilización de los
mapas. La película se sitúa entre dos fotogramas de un mapa de Los Ángeles; la
localización de la casa de Roy Martín se hace alrededor del mapa del barrio; el
capitán pide la ayuda de los testigos enseñando en pantalla un mapa en
construcción de la cara del sospechoso; el mismo capitán reúne a su equipo
alrededor del mapa del alcantarillado de la ciudad donde se ha refugiado Roy.
La
localización del primer disparo efectuado por Roy está indicada con precisión
así como su casa en Santa Mónica Bvd. Por otro lado, si este subgénero llamado
“procedural” con su tono documental y
su voz en off, crea hoy somnolencia o irritación, podemos suponer que el seguimiento de una
investigación con todos los detalles pudo captar la atención de unos
espectadores que, en estas fechas, estaban vírgenes de series TV y de efectos
especiales. A los estudios balísticos, sala de archivos… se añade el típico
arresto de sospechosos y sus coartadas. Pero esta última escena nos ofrece una
curiosa imagen: ¡ la misma para la misma función (llegada de los sospechosos a
la comisaría) encontrada ya en The big combo y Gun Crazy de Joseph
H.Lewis!
¿Autores ?
Hablar de película
de autor en la década de los 40 no corresponde al espíritu de la época. Sin
embargo, si se plantea el problema de autoría no es para seguir a la nueva ola
francesa. He walked by night (Orden:
Caza sin cuartel) está firmada por Alfred Werker.
Alfred Werner (1896-1975) rueda películas como director desde 1925. Ha dejado su huella
con The
Adventures of Sherlock Holmes [Sherlock Holmes] (1939) con Basil Rathbone. En
el cine negro, notamos también Shock en 1946 con Vincent Price y Lynn Bari que vimos en Nocturno.
Otra película negra, Repeat
Performance (1947), está rodada
en los mismos estudios que He walked by night (Eagle Lions) y Richard Basehart actúa con Louis
Hayward que veremos en The house by the river de Fritz Lang. Nominado en el Festival
Internacional de Locarno en la categoría de Mejor película policíaca por He walked by night, Alfred Werker gana
el premio. Más que por este premio, este cineasta sin estilo ni personalidad
particularmente destacable, parece haber marcado la historia del cine por las
modificaciones importantes que llevó a cabo a Hello Sister, deformando la que hubiese sido la última película de
Erich von Stroheim.
Entonces ¿por qué hablar de Anthony Mann? ¿Qué
estrategia tenía la productora para dejar a Werker la autoría de la película
sin que Mann figure en los títulos de
crédito? Se sabe que fue correalizador. El interés que tuvieron más tarde
algunos cineastas y críticos franceses
por la película aclara la participación de Mann en casi todas las
secuencias más realistas e impactantes, aunque cada especialista tenga su
opinión sobre el grado de esta participación. Sin embargo, sería difícil negar
la aportación de Mann al ritmo, pero ante todo
a la temática y a la fotografía. Toda la filmografía de este director es
el reflejo de la oposición entre el Bien y el Mal. Las caracterizaciones de los
personajes están muy marcadas por esta dicotomía.
Como
en sus westerns, sus filmes de guerra o históricos, las trayectorias simétricas
de los protagonistas aparecen en su cine negro. Lo veremos en T-men
(Las Brigadas Suicidas)
rodada por Mann, justo antes de He
walked by night, con este mismo enfoque casi documental y la misma estética
visual que sumerge la acción en la noche, dejando aparentes los elementos
esenciales. Aquí tenemos al duelo entre el policía Scott Brady,
que quiere vengar a su amigo, y Richard,
el estafador asesino, que se desplaza como un felino y acaba como una
rata en los desagües de Los Ángeles. La dicotomía recurrente propia de la
temática de Mann se encuentra apoyada por el tratamiento fotográfico de un jefe
operador que va a acompañar a Anthony Mann más tiempo que Sarah Montiel, del
blanco y negro al Technicolor de “La
caída del Imperio Romano”.
Al final, podemos preguntarnos si esta fuerza
de la imagen narrativa no hace de John
Alton, director de la fotografía, el verdadero autor de He
walked by night. Notamos también la participación del asistente a la
realización de Howard W.Koch que más
adelante demostrará su talento de cineasta con algunas películas negras muy
violentas en las décadas 1960-70 como, por ejemplo Badge 373-Police Connection en 1973.
Personajes en Negro… y Blanco
El interés principal de He walked by night es la
imagen de John Alton, sus blancos y negros siempre muy contrastados, la
utilización de fuentes de luz autónomas en las secuencias nocturnas. El genio
de Alton se hace evidente en la secuencia final rodada en el alcantarillado de
Los Ángeles. Su fuerza narrativa confirma lo que se nota a lo largo de la
película: el interés aumenta cuando nos alejamos de la investigación policíaca,
fría y sistemática para acercarnos al personaje enigmático, complejo,
sorprendente, de Richard Basehart.
Es
probable que Carol Reed y Orson Welles hayan encontrado una fuente de
inspiración para la secuencia en las alcantarillas de Viena en El tercer hombre el año siguiente. La utilización de la luz es impresionante en
esta última secuencia: la iluminación de los largos pasillos rectangulares del
alcantarillado por las linternas de los policías corriendo, avanzando hacia su
presa, contrasta con el foco descontrolado que manipula Basehart alumbrando por momentos la sala
donde esconde sus armas, con los reflejos de luz sobre el agua que se extiende
hasta alcanzar el cuerpo yacente. …
He walked by night está filmada con
los nervios a flor de piel: el número de planos es importante para esta época y
las tomas se hacen según unos ángulos muy variados.
Llamativos
son los contrapicados sobre la cara de Basehart o el picado sobre su cuarto, el
sofá con el perro, la mesa de trabajo, la luz que filtra por las persianas… La
iluminación y los movimientos elegantes de cámara al hombro revelan la presencia
de Anthony Mann y John Alton durante el asalto de su casa, su huida por las
alcantarillas pero también en esta primera escena cuando Basehart dispara al
policía en coche…
La
larga secuencia que, en un silencio absoluto, nos enseña a Basehart extrayéndose
la bala después de un intercambio de disparos con la policía: todavía más que
en otras escenas, la relación con el estafador Roy Martin /Basehart es
plenamente afectiva aquí, con esta imagen del masoquismo que Mann desarrollará
en sus grandes westerns con James Stewart. Esta escena, como la secuencia final, son la marca de la modernidad de la película:
pensamos a Robert de Niro en Taxi Driver
de Scorcese o a Alain Delon en El samurai
de Melville.
Scott Brady y Roy Roberts |
En esta película de hombres, hay una única
mujer que tiene un papel significativo (las demás aparecen como testigos en la
sala oscura donde se establece el retrato-robot de Roy Martín). Conviene aquí
homenajear la actriz Dorothy Adams: cumple con su función
de” vecina que da problemas” como lo hizo con su talento habitual en Fallen
Ángel (vecina de Linda Darnell) e en Nocturno (vecina de Lynn
Bari).
Dorothy Adams |
Richard Basehart es el protagonista absoluto:
es su tercera película. Más conocido por sus películas con Federico Fellini (La Strada- Il Bidone), lo vemos en este Dossier en The
House on Telegraph Hill (La
Casa de la collina 1951 –
Robert Wise). Con la excepción de Jack
Webb, los demás actores, todos policías no están particularmente
caracterizados, lo que pone en evidencia la actuación de Basehart y la fuerza
de sus silencios. Experto entre los expertos de una policía científica, Roy
Martín tiene un comportamiento solitario, su trabajo de técnico de antiguo
operador de radio en el ejército… y en una comisaría, es meticuloso. Tiene
un instinto animal ante la caza
policial. Se nota la ausencia de mujer en su vida, la extraña relación de
dominación con el por-mayorista…
Este personaje volverá a la pantalla con J.P.
Melville y el Samurai: veinte años
más tarde, Alain Delon cura su brazo en silencio, cambia la placa del coche en
un garaje como Roy, huye por las vías del metro de Paris. Estos dos héroes del
cine negro tienen en su mente la huella de la guerra: la de Basehart en el ejército
estadounidense, la de Delon en una guerra que para Melville, no acaba. La
influencia de He walked by night va más lejos que su efecto muy probable
sobre Melville: es todo el cine y las series TV relacionados con las
investigaciones policíacas y la caza del psicópata que encuentran aquí a su progenitor.