En estos últimos 40 años, el planeta ha
perdido la mitad de sus poblaciones de especies salvajes.
El informe semestral presentado a la UNESCO el 30 de septiembre
2014 por WWF (Fondo por la naturaleza) y
realizado con la Zoological Society of
London y las ONG Global Footprint
Network y Water Footprint Network señala, entre otros, los puntos siguientes:
“Tan fuerte es la presión ejercitada por la humanidad sobre los
ecosistemas que necesitamos cada año el equivalente de un planeta y medio para
satisfacer nuestras necesidades en recursos naturales”. El índice que mide
esta evolución es la huella ecológica:
corresponde a las superficies terrestres
y marítimas necesarias para producir cada año los bienes y servicios que
consumimos y para absorber los residuos que generamos. La unidad de medida de
esta huella ecológica es la hectárea de productividad (hag). Según el informe,
esta huella es de 2,6 hag/persona en 2010. La evolución ha sido un doblamiento
desde 1960: el exceso es de 50% de la biocapacidad del planeta.
El WWF mide
la evolución de la biodiversidad a partir de un índice Planeta Viva Global (PIV), y sigue 10 380 poblaciones
(grupos de animales en un territorio)
correspondientes a unas 3038 especies vertebradas de mamíferos, aves, reptiles,
anfibios y peces. La baja es de 52% entre 1970 y 2010. (El informe anterior lo
estimaba a 28%). Las especies de agua dulce son las más castigadas con una
caída de 76% frente a 39% para las demás especies marinas y terrestres. El
informe señala también una diferencia entre las zonas tropicales (56%) y
templadas (36%). Más precisamente, América Latina está más afectada (83%),
seguida por Asia-Pacifico, mientras la caída es de 18% en las zonas protegidas.
El informe enumera también las principales amenazas para todas estas
poblaciones: explotación (37%), cambio de hábitat (31,4%), pérdida del hábitat
(13,4%)… El enlace con el diario Le Monde
permite ver la huella ecológica de cada país y los gráficos que ilustran los
datos anteriores.
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