1.12.10

Imagina-IV:procesos de la representación

Dossier IMAGINACIÓN  (Blog Individuo y Sociedad)
En esta segunda jornada de la mesa redonda sobre la Imaginación, (ver Imagina I y Dossier "Imaginación"), entramos en el proceso del pensamiento. La existencia de la imaginación es un enigma dentro del estudio de los seres humanos. Cuando se trata de explicar las facultades humanas fundamentales, los científicos nos dicen que es necesario comprender la naturaleza de la imaginación.


«Todo es posible. El tiempo y el espacio no existen. Sobre una trama débil de realidades, la imaginación teje y modela nuevas formas» (Última frase de Fanny y Alexander de Bergman extraída de El sueño de August Strindberg).


La imaginación como actividad mental: aprehensión y esquematizaciónA: Hemos situado el organismo en el espacio-tiempo. Mi organismo vive un flujo permanente de objetos, la naturaleza que me rodea, mis pensamientos, mi imaginación, el movimiento mental. Todos los elementos de este flujo son distintos. También, todas mis percepciones asociadas son distintas. Estas van a definir mi sensibilidad antes de volverse activas. Hemos visto anteriormente que, con respecto a la pasividad de mi sensibilidad, la actividad del cerebro es un movimiento dentro de un tiempo virtual y el “Yo”, la subjetividad, es parte de este movimiento consciente. Una consciencia inmediata de uno mismo (ver Imagina II Octubre 2010).

D: Hemos visto que, desde todo el contenido de lo que se presenta en un evento o un pensamiento, los “objetos emocionales” que “afectan” a la sensibilidad son captados, en una aceptación, por medio de unos dispositivos cerebrales que cartografían el cuerpo: mapas neurales, zonas de activación, etc… Esta aprehensión de un contenido de consciencia es subjetiva ya que se acompaña de la idea del “Yo” (ver Imagina-III Noviembre 2010).

A: Esta aprehensión, esta captación del contenido de consciencia, la síntesis de este puzzle, son un proceso que caracteriza la imaginación. A esta capacidad productiva, se suma la capacidad de reproducir mentalmente los objetos percibidos anteriormente. Por ejemplo, si tienes la idea de ir al cine o expresas este deseo a unos amigos, tanto en ti como en ellos podrán nacer una serie de imágenes relacionadas con la sala de cine, los actores… imágenes confusas en cualquiera espacio y, a veces, en tiempos aleatorios.

C: Eso me recuerda esta frase de François Truffaut que se sentía «el hombre más feliz del mundo». Nos explicaba cómo una escena de la vida cotidiana que lo había emocionado, despertó en él la idea de incorporarla en una película. Dejó su imaginación adaptar y transformar la materia de base que lo inspiró, modelándola en una nueva secuencia.

A: Tocas aquí al punto de la representación mental de lo que ha sido captado por la imaginación. La escena que llama la atención de Truffaut actúa sobre sus mapas neurales, lo que pone en marcha sus facultades imaginativas, representativas, su memoria y su capacidad técnica con el razonamiento que corresponde. El contenido de lo que se ha presentado en el evento, aquí externo, y que ha sido captado, se va a reproducir en un espacio-tiempo virtual del mental. Podemos pensar que esta reproducción se ensambla por partes espaciotemporales, un puzzle complejo, automático e inconsciente.

B: Quiero llamar la atención sobre unos cuantos acercamientos a la descripción de este proceso. Los románticos, por ejemplo, han dado más importancia a las emociones y a la imaginación que a la razón, la cual formaba con la imaginación la síntesis de la representación en la época clásica. Para J.P. Sartre, el poder que la imaginación ejerce sobre las cosas más allá de la realización representa nuestra capacidad de trascender el mundo tal como se presenta, o sea nuestra libertad. Conviene también distinguir la imaginación y la facultad para representarse las cosas, del imaginario, el cual corresponde a lo que produce la imaginación: los mitos, los símbolos que, según Lacan, definen la verdadera historia del “Yo”.

A: Pienso que nuestro propósito debe limitarse al tema de la imaginación como modo de pensamiento sin entrar en las producciones imaginarias.

B: A la facultad de aprehensión de lo que se percibe, la imaginación añade la capacidad de esquematización.

C: ¿A qué se refiere?

B: Por ejemplo, en el caso del aprendizaje, cuando tengo que comprender un nuevo fenómeno que se me presenta, poder realizar un juicio que me permite ahondar mis conocimientos, voy a encontrar en mi imaginación la ayuda para crear esta relación conceptual. Puedo hacerlo sin imágenes, sustrayendo el espacio-tiempo, o utilizando partes de espacio-tiempo distintos para aprehender mejor el fenómeno.




La fractura: realidad y representación
A: Para que haya una representación, estas capacidades de la imaginación deben ser complementadas por un discurso lógico. Las ideas, las imágenes que las acompañan, las palabras que las forman, se encuentran sintetizadas en la representación. Mi cerebro puede representarse el contenido de la idea que le permite la reflexión, la comunicación, la acción.

C: Detrás de la palabra “representación”, hay, de hecho, unos procesos distintos propios de la imaginación: hay lo que se presenta y lo que se presenta de nuevo que es lo que se re-presenta bajo otros aspectos. Pienso a la presentación intempestiva de imágenes dentro de un espacio cualquiera que, a veces, nos invaden, particularmente antes del sueño.
Por ejemplo, con los ojos cerrados, puedo ver presentarse una multitud de caras humanas. Es una impresión retiniana, sin la intervención de ningún pensamiento, sin discurso lógico.

A: En este caso, es la cosa misma la que se presenta, en una relación de identidad con ella misma.

B: Claro. Pero el caso más frecuente es que la realidad actúa sobre mi sensibilidad que, como lo hablamos anteriormente, se encuentra “afectada”, lo que crea un estado emocional y un movimiento mental. Cuando mi imaginación representa la realidad, la apariencia de la realidad para ser más preciso, se produce una fractura entre esta realidad y su representación. De hecho, lo que se está representando dentro de mi es la imagen deformada de la diferencia entre mi movimiento mental y la realidad. Se ha formado una relación de denominación y por consecuencia, de analogía, de similitud o…de oposición a la realidad. Esta relación, voy a retenerla, memorizarla.



Trauma, traumatismo y condicionamientoD: Tenemos aquí el punto de partida del condicionamiento. Como lo señalan Boris Cyrulnik y Peter Levine, cuando un animal vive un trauma, por ejemplo el ataque por otro más fuerte, una reacción adaptativa hiela cualquier forma de vida en él, lo deja pasmado. Cuando el ataque para, un proceso natural le permite volver a la vida. El humano conoce esta forma de reacción adaptativa frente a una situación de trauma. Sin embargo, su capacidad muy desarrollada de representación mental lleva su imaginación a re-vivir el trauma dentro de una representación de imágenes y de palabras. La idea de Ana Freud es que está atacado dos veces. En la realidad, primero: si la percepción de la situación y la consecutiva emoción conducen a una perturbación del estado emocional, un sufrimiento, aunque la reacción adaptativa le ha permitido helar la sensación. En un segundo tiempo, es la representación de la realidad lo que lo ataca: la memoria y la imaginación permiten re-vivir la emoción y el sufrimiento vividos. El individuo está traumatizado, su traumatismo ha nacido de la representación del trauma. Puede repetir mentalmente el evento, dentro de una representación deformada por su pasado, su medio cultural y afectivo. En él se forma un surco que irá arando según múltiples parámetros que despertaran en él este trauma: las palabras por supuesto, o las imágenes de una película, un perfume, la similitud entre la situación presente y el evento traumatizante…El individuo está condicionado.

A: Así, la imaginación actúa en función del conjunto de los dominios sensoriales del organismo y también de lo que se presenta dentro de este organismo, fuera de la realidad exterior. Utilizando las sensaciones y la memoria, ella manipula la información y nos condiciona. Conviene añadir otros términos a su acción. ¿No hay una necesidad de crear, una curiosidad que nos empuja para transformar el espacio-tiempo, y que, a cambio, nos transforma?

C: «La vida es ante todo una corriente que se transmite a través de la materia» nos dice Bergson.

Del cazador del paleolítico al niño del siglo XXID: Los científicos nos dicen que es necesario comprender la naturaleza de la imaginación porque las facultades mentales fundamentales propias de los seres humanos dependen de la imaginación.

C: ¿Qué les conduce a tal afirmación?

D: Ante todo, las investigaciones arqueológicas que parecen confirmar el hecho de la adquisición por parte de los humanos, desde el Paleolítico superior, de la aptitud para la innovación. Tal hecho está relacionado con el desarrollo de las capacidades asociativas de la imaginación: creación de nuevos conceptos, nuevos modelos mentales. Desde esta época aparece el uso de herramientas más perfeccionadas y probablemente el lenguaje. Para transformar la piedra, existente, en herramienta, inexistente, no hay más remedio que abstraerse de una situación dada, tener previsto hacer algo, proyectar, anticipar. Estas son estructuras mentales que necesitan manifiestamente una puesta en imagen, una imaginación.

A: Hemos visto que la imaginación como fundamento de la innovación, permite operaciones como la analogía, la similitud… y trasladar una experiencia adquirida hacia un nuevo entorno, extraer una técnica o una idea desde una situación dada para aplicarla a otra nueva. También, pone en relación dos ideas aparentemente sin ningún lazo, en un medio donde nacerá una nueva técnica.

C: Es así que, después de tallar la piedra y fabricar la lanza para cazar, el humano concibe, dentro de otra situación, su uso para matar al enemigo… ¿Y qué se puede decir del lenguaje en está evolución de la estructura mental?

A: Se puede pensar que el lenguaje es, en parte, dependiente de las emociones del individuo. Sin embargo, un lenguaje articulado no parece necesario para dominar situaciones complejas y acciones coordinadas. Los cazadores o los recolectores han podido transmitirse, a lo largo de generaciones, las informaciones necesarias por mimetismo. Eso se ve muy bien en el caso del niño. Antes de saber hablar, puede fijarse una meta y elaborar la acción asociada comunicándose con el medio.

Continua…