Mostrando entradas con la etiqueta André de Toth. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta André de Toth. Mostrar todas las entradas

7.7.14

"Dark Waters"-André de Toth



Aguas Turbias 1944

Director: André de Toth         

Guión:  Joan Harrison-Arthur T.Horman-John Huston / Francis y Marian Cockrell     

Música:  Miklös Rösza      

Fotografía:  John J.Mescall-Archie Stout    

Montaje:  James Smith    

Productores:  James Nasser… y seis más –United Artists

 Actores: en la foto Merle Oberon al cine con Thomas Mitchell y Elisha Cook Jr. (ver Filmografías en el blog)




Merle Oberon (Leslie Calvin) y Franchot Tone (Dr. George Grover) perdidos en los bayous

 Thomas Mitchell (Mr. Sydney), Fay Bainter (Emily Lamont) y John Qualen (Norbert Lamont

 
Elisha Cook, Jr. (Cleeve) neurótico como siempre


 El periódico Saturday Evening Post publica  unos extractos de la novela Dark Waters de Marian y Franck Cockrell los cuatro fines de semana entre medio febrero y marzo de 1944. Este tipo de publicación se hacía por entregas sucesivas; para Dark Passage que realizará más tarde Delmer Daves, el mismo periódico ofrecía el texto de David Goodis a lo largo de todo el verano de 1946. El productor Benedict Bogeaus compra los derechos de adaptación cinematográfica.
Sàsvrài Farkasfawi Tothfalusi Toth Endre Antai Mihaly le 15 mai 1912 à Mako (Autriche-Hongrie) entra en la industria cinematográfica a los 21 años como guionista, asistente de dirección y rueda su primera película seis años más tarde. Pero muy pronto tiene que refugiarse en Inglaterra donde trabaja con su compatriota Alexandre Korda (El ladrón de Bagdad); los dos emigran a los EEUU y de Toth sigue como segundo realizador de Korda en El libro de la jungla. Mientras está rodando Guest in the House (Semilla de odio) con el productor Hunt Stromberg, recibe la invitación de Bogeaus para dirigir Dark Waters. Alexandre Korda interviene para que Merle Oberon, su ex mujer,  sea la actriz protagonista. La presencia (¿exigida o no?) del fotógrafo Lucien Ballard en el plató conforta a Oberon que tenía serios problemas en cuanto a las relaciones entre la piel de su cara y las luces de los focos.




Antes de hablar de la película, lo más llamativo de esta producción es… la misma producción: nada menos que siete productores, seis cachorros machos y una hembra. Nos lo cuenta el mismo De Toth, el cuarto caballero de la banda de los tuertos: “Las aguas estaban llenas de remolinos, cadáveres y corrientes traicioneras, de cocodrilos, y de siete (!) productores  a punto de ahogarse, armando con páginas de guión, chapoteando en  el barrizal de Dark Waters, los cuatro hermanos Nasser, que ambicionaban convertirse en los Warner Brothers, Benedict Bogeaus, elegante a la rumana, casado con una joven heredera  Dodge, Arthur Landau, exigente, hundiéndose bajo toneladas de fotos y guiones; y Joan Harrison, mujer encantadora y guionista de talento. Todos nuevos en la carrera y debutando en la producción sobre una pista fangosa. Por separado, eran soportables; juntos, se convertían en un verdadero dragón de siete cabezas preso de del pánico… A Joan Harrison, la única  profesional de esta asociación incongruente, no le hacían mucho caso, pero no cedió a esta banda de machos”. De esta última, hablamos a propósito de Phantom Lady (Robert Siodmak-1944) cuando decide pasar a la producción después de ser guionista, co-autora de cinco películas de Alfred Hitchcock entre 1939 y 1942 (aparece en un corto papel en la primera versión de El hombre que sabía demasiado-1934). Más tarde produce también,  para el cine negro, Nocturne (Edwin L. Marin-1946) tratada también en este blog y Ride the Pink Horse (Persecución en la noche-Robert Montgomery-1947). Los folios de guión a los que se refiere De Toth estaban escritos por John Huston; Harrison contacta con él para reescribir entre los dos un guión que casi todo el equipo rechazaba. Huston mandaba folios a cambio de dinero para apostar en carreras de caballos. El resultado de todas estas peripecias (y unas cuanta más) es una curiosidad entre el exotismo romántico lunar, el melodrama clásico y el cine negro: el cine de la dominación de los débiles, del asesinato fácil y del engaño. Añadimos este cinismo tan propio del director que ya descubrimos en Pitfall (1948), con una interpretación de Dick Powell muy acorde con su director. Recordamos también, si hace falta,  que los tres otros de la banda de los tuertos eran: Fritz Lang, John Ford y Raoul Walsh.


El padre de Scarlet O’Hara, este buen hombre que fue el Dr.Boone en Stagecoach (La diligencia-John Ford), se transforma en el mejor /peor de estos dominadores monstruosos que todavía pueblan el planeta.Thomas Mitchell sigue siendo el “malo” después de Moontide (Marea de luna-Fritz Lang-Archie Mayo-1942) pero con un toque de cinismo y de crueldad y sobrepasa ampliamente en sus intenciones a los pérfidos cálculos del compañero de Jean Gabin en la película citada. Aquí, él tampoco puede separarse de su compañero: se trata de Elisha Cook cuya lubricidad y maldad le sitúa en las antípodas de su papel en Phantom Lady rodada el mismo año, pero que nos recuerda al cobarde esbirro de Greenstreet en The maltese falcon(Houston-1941) y su actuación en  The big sleep (Howard Hawks-1946) o The killing (Atraco perfecto-Stanley Kubrick-1956).

Franchot Tone y Thomas Mitchell 


Aunque Franchot Tone también interpreta a un personaje totalmente opuesto al psicópata de Phantom Lady, guarda aquí un aspecto por momentos inquietantes a pesar de sus buenas intenciones –en el cine negro, el actor trabaja también en Jigsaw (Fletcher Marker-1949). Un punto interesante marcado por De Toth que mantiene así la atmósfera peligrosa  que rodea a Merle Oberon –la cual no para de sufrir, ya que acaba de salir de las garras de Jack el destripador – aquí en el papel de Leslie –la actriz trabajará una vez más para el cine negro con Berlin Express (Jacques Tourneur-1948) .

 *****
***
*
¿Ha ido a algún funeral en que el sacerdote olvidase el sermón? ¿Y que, al morir el que se sentaba junto a ti, sólo pensase: “Habrá más agua para beber”? Daba igual que hubiese muerto. Y el marinero se levantó y dijo: “Señor, vela por su alma, y que su cuerpo...”




Leslie Calvin, en plena guerra mundial, vive una experiencia dramática: huye con sus padres del sitio donde vivían en el Este de India, invadido por Japón. El barco donde viajan choca con un submarino  alemán,  y Leslie es una de los pocos que sobreviven a un naufragio que fue seguramente un espectáculo apocalíptico, el mar tragándose sus padres y cientos de pasajeros… Se despierta en un hospital y sufre un profundo trauma y delira. Nosotros espectadores no vemos  nada de lo que ha pasado. Eso me recuerda a Robert Ryan y sus pesadillas con barco hundido y guerra en The woman on the Beach (Una  mujer en la playa -Jean Renoir-1947) – las  heridas de la guerra son profundas y el público  de la época tiene que agarrarse a la butaca; los europeos verán estas imágenes sólo después de la guerra –. La diferencia con Ryan es que Merle Oberon no encontrará un hombre en la playa sino “un médico en los bayous”: se llama Franchot Tone. Estamos en Louisiana, cerca de estos pantanos que dan a este Estado de America una fama tan cargada de misterio como lo son también los Everglades de Florida escenificados por Nicholas Ray en lo que me parece ser su obra maestra.
Nos encontramos en este ambiente exótico, asfixiante de calor y de humedad, con estos hombres de trajes blancos inmaculados,  que nos recuerda otra película que paseó por este Blog: The letter (La carta-William Wyler-1940). El tema de la guerra está bastante desarrollado en esta primera parte: en la zona de Diego Suarez-Madagascar Leslie se puso enferma pero las “autoridades” francesas –o sea los esbirros del gobierno francés de Vichy bajo los órdenes del ocupante alemán nazi – les niegan el visado. Justo después, el barco se hundió. Los padres de Leslie eran propietarios de una empresa petrolera, lo que significa una herencia prometedora. De Batavia, la mandaron a los Estados Unidos-Louisiana.

Alan Napier en una corta aparición (encontrará a Merle Oberon en “Désirée”-Henry Koster-1954)


El medico que la trata (Alan Napier),  localiza a unos familiares suyos: Emily, la hermana de su madre y su marido, Norbert. Ellos viven en Nueva York pero le escriben desde Belleville- Lousiana donde se encuentra Leslie, en el hospital. La invitan en su nueva mansión, donde tienen su plantación, el Rossignol,  en el bayou Grand’Père. Pero dos hechos llaman su atención: nadie le espera en la estación de tren, y el empleado de la estación no conoce el nombre de Lamont. El calor, el cansancio: Leslie se desmaya; el doctor Grover la acompaña a la plantación Rossignol. Ahí viven también el Señor Sydney y un tal Cleeve, dos extraños personajes que gestionan la plantación de los Lamont. Pero quien dice bayou, pantano, dice arenas movedizas y sobre todo ¡AGUA! y eso es lo que traumatiza tanto a  Leslie (¡el naufragio!).



¡Cuánto agua en los bayous!, piensa Leslie cuando Mr. Sydney y Cleeve le proponen este temible paseo siguiendo un camino estrecho que bordea el bayou. Estos dos juegan a ser los niños malos que asustan a la niña Leslie: “El año pasado una mujer se hundió en las arenas movedizas. La oímos gritar pero, cuando llegamos, ya se había hundido… Es terreno peligroso, hay que conocerlo bien. Debe ser horrible ahogarse en arenas movedizas… mucho peor que en agua. Al menos el agua es limpia y rápida”. Lo que le espera a Leslie es de lo más turbio, a veces casi negro. Empieza a experimentar la “Luz que agoniza” y a oír voces en la noche…
A pesar del comportamiento amable –una afabilidad quizás exagerada –de los que la rodean, se nota una tensión continua en la expresión de sus caras, hasta cuando se encuentra con esta familia instalada en la zona pantanosa: pasamos un corto y sorprendente momento en contacto con una sociedad particular, la de estos descendientes de franceses que emigraron a Louisiana, “invitados” por Méjico, después de huir de Canadá, echados por los ingleses.  


Pero Leslie encuentra también en ellos esta expresión de tensión, exceptuando al padre, tierno y alegre. La tensión, la incomprensión de ciertas actitudes, las sospechas nacientes: para Leslie, al trauma y el dolor se añade  la certeza de haber caído en una trampa mortífera. Le invaden las dudas cuando Pearson, el empleado negro de la plantación con quien ha establecido una relación amistosa,  promete ayudarla y darle más informaciones sobre estos extraños personajes.

Rex Ingram es Pearson Jackson el genio de El ladrón de Bagdad  y el gigante de Las mil y una noche.

Pero cuando se presenta a la cita con Pearson y que  le encuentra muerto ahogado, es el pánico… Este loco de Cleeve,  que no para de acosarla,  no está muy lejos. “Somos jóvenes y tenemos otros intereses, ¿no?, podemos divertirnos, relajarnos, le mostraré el bayou. Venga, suba a la lancha” le dice Cleeve. ¡Adíos, Leslie! Menos mal que el Dr.Grover aparece a este momento.  
Algunos hablan de un cine gótico. Una trama que exige una ambientación no urbana y más bien exótica no conduce necesariamente a alejarse del género negro como pasa en las películas de Peter Godfrey, Cry Wolf o The two Mrs. Carrolls con Barbara Stanwick. Así que prefiero limitar este tipo de clasificación a las películas citadas que nos acercan al terror o a las que se merecen este calificativo por el decorado y la ambientación como lo son Sunset Boulevard o The house on Telegraph Hill.


Ahora bien, lo señalamos a propósito de las películas de Godfrey ya citadas: ¿qué conduce a las escritoras o guionistas a hacer sufrir tanto a las mujeres encerrándolas en trampas tendidas por unos malvados o unos maridos psicópatas? Marian Cockrell y sobre todo  Joan Harrison con Rebecca y Sospecha a su activo, tendrían que explicarse porque  Merle Oberon baja de sus Cumbres Borrascosas de la hermana Bronte, para interpretar a Leslie, acorralada en un entorno hostíl: su belleza radiante se debe a las particulares condiciones impuestas a la dirección de fotografía, siguiendo los consejos expresos del ex marido de la actriz, el director Alexandre Korda que conocía mejor que nadie el punto débil de Oberon: la mala calidad de su piel.


El lirismo fantástico de la región de los pantanos constituye el aspecto más original para esta trama al fin y al cabo bastante simple y clásica. Sin embargo, la reconstitución en los estudios del paisaje es un reto que decidió lanzarse el director para crear una atmosfera personal. Sacrifica así la posibilidad de utilizar la luz tan particular de los bayous de Louisiana,  las posibilidades de imágenes cinematográficas que ofrecen las viejas mansiones, las marismas, el calor pegajoso, la mitología del lugar… La elección de André De Toth parece atrevida y valiente;  a pesar de tener un presupuesto generoso: a partir de una trama minimalista y clásica,  trabaja la atmosfera: puro gesto artístico. Y le sale bien: la secuencia final de noche en el bayou con los reflejos de la luz de la barca, acompañada por la música angustiosa y particularmente eficaz de Miklos Rosza es un buen momento de cine negro.
 Cierto, la obra suscita unas cuantas reservas en cuanto a la fuerza del suspense: las consecuencias de los extraños eventos no crean en Leslie una alteración que la conduzca a un punto límite como le pasa a Ingrid Begman en Gazlight, estrenado el mismo año –sin por eso quitar a Dark Waters un apreciable éxito comercial –y, por otra parte,  el guión no deja planear bastante tiempo el misterio sobre la identidad de esta falsa familia.  Pero estas reservas – y la simplicidad de esta historia, bastante previsible –  no le quita su potencial melodramático que, en manos de André de Toth, Joan Harrison y John Huston,  nos garantiza un buen entretenimiento. Podemos disfrutar de unos momentos muy conseguidos en este ambiente de arenas movedizas y de vegetación húmeda y oscura en el que la perversidad de Sydney y Cleeve agudiza la angustia de Leslie que tiene que elegir entre morir o zambullirse en estas Aguas turbias.

Blogs de memento
individuo y sociedad                  cine negro  Más de memento


3.7.13

"Pitfall"-André de Toth


Pitfall 1948
Director: André de Toth
Guión:  Karl Kamb / Jay Dratler y de Toth (relato)
Música:  Louis Forbes
Fotografía:  Harry Wild
Montaje:  Walter Thompson

Actores:
Dick Powell es John Forbes
Lizabeth Scott es Mona Stevens
Jane Wyatt es Sue Forbes
Raymond Burr es MacDonald
John Litel es District Attorney
Byron Barr es Bill Smiley
Jimmy Hunt es Tommy Forbes

John Forbes es el clásico  ejecutivo de compañía de seguros, padre de familia, pero no tanto: se queja de la monotonía de un cotidiano que le aleja cada día más de los deseos de aventuras de su juventud. Hasta su encuentro con Mona, por razones profesionales, que le conduce al adulterio. Cobarde, miente tanto a su amante como a su mujer Sue. Pero el Detective MacDonald, encargado del asunto que le llevó a Mona, está también enamorado de ella, hasta la obsesión: celoso de la relación que mantiene con John, pondrá en marcha un plan que le permita  levantar  los obstáculos que le conducen a Mona. Al final, como dice el fiscal, tendremos encerrada a la persona equivocada.

La crítica de la institución matrimonial, el adulterio, la caracterización del protagonista muy distinto de los héroes solitarios, engañados por la femme fatale: Pitfall rompe con los esquemas del género por su originalidad. El glamour, el sexo, los riesgos, vivir por fin una aventura, no será fatal para John ni pondrá su matrimonio en peligro. El encuentro será fatal para Mona. Mujer deseada por tres hombres: John, casado que le miente, Smaley,  en la cárcel por robo que la utilizó como tapadera de sus negocios sucios, MacDonald) el detective de la compañía de seguros, que la acosa,  y amenaza a John hasta llegar a levantar todos los obstáculos que le separa de Mona.


La femme fatale no existe en Pitfall pues Mona es una mujer simple, con sus ilusiones, esperanzas, ganas de disfrutar de la vida. Se enamora de John pero sabe retirarse cuando, herida, descubre que está casado y que le miente. Sin embargo, lo protege de MacDonald en el cual siente una amenaza para John, acepta que la compañía de seguros le confisque las joyas y otros objetos de lujo que Smiley le regaló después del robo. “La mujer fatal de ese film amaba, amaba de verdad, con todo su corazón. A diferencia de la esposa, cuando ella entrega su amor por aquel hombre, le entrega todo su ser” comenta la actiz Lizabeth Scott.


Con un  tratamiento novedoso para su época de las características principales del género,  y con un estilo en la dirección de su equipo que es todavía una referencia, André de Toth nos ofrece una excelente película, un clásico al día de hoy. El director francés Bertrand Tavernier, en sus estudios del cine americano y sus Entrevistas con los grandes autores de Hollywood escribe: a propósito de De Toth que tiene una mirada seca, limpia, organizada, capaz de provocarnos « un gran  escalofrío estético, filosófico, al tiempo que jamás renuncia a ese principio del placer imprescindible en cualquier obra de arte digna de tal nombre».
Pitfall es de estas películas que producen placer y donde se destacan particularmente  unos excelentes actores de reparto: Raymond Burr (Criss Cross-El abrazo de la muerte de Siodmak-La ventana indiscreta de Hitchcock) y Jane Wyatt. (Boomerang-Elia Kazan-House by the river de Fritz Lang). La  banda musical acompaña con un  tema central adaptado a la narrativa que resalta particularmente por su calidad y la definición de los caracteres.

Louis Forbes nos ofrece un momento de humor musical en una escena en la cual la secretaria de McDonald se enfada con John porque este se olvida cerrar la puerta de su despacho.




En Dick Powell vive todavía en el personaje de Marlowe (Murder, my sweet-Historia de Detective-1948-E.Dmytryk) y Lizabett Scott sigue pidiendo  un cigarro,  sentada en las escaleras igual de bien que un año antes en El extraño amor de Martha Ivers de Lewis Millestone.


André de Toth recuerda así el proyecto de la película, el rodaje y la relación con sus actores: « Me contrataron para reescribir el guión…». Habla así del guionista Karl Kamb que aparece en los títulos de crédito: « Sin duda nunca la leyó [la novela The Pitfall de Jay Dratler, guionista de Laura de Preminger a partir de la novela de Vera Caspary, de  The dark corner de  Henry Hathaway a partir de una historia de Leo Rosten, Call Northside 777 del mismo Hathaway]. Le permitió  conseguir un fabuloso contrato con Zanuck, antes de desaparecer en las “arenas movedizas” de Hollywood». De Toth retoma el guión con Bill  Bowers « un gran escritor y un magnifico  bebedor» pero los dos no aparecen en los títulos. « A dick Powell [participa en la producción] le gustó el guión y me propuso dirigirla. Yo le dije que sí, pero si él interpretaba a John forbes. El productor Sam Bischoff tenía apalabrado a Humphrey Bogart para el papel de MacDonald, pero me negué en redondo. Pensó que me había vuelto loco… Yo no quería hacer una película “de” Bogart… un actor fuerte eclipsa todo el film. Yo no quería hacer una película, sino fotografiar la vida, personajes reales, no estrellas de cine». Es probablemente lo que pensó Edward Dmytryk cuando eligió a Dick Powell para el papel de Philip Marlowe en Murder, my sweet este mismo año o por lo menos lo que resalta de nuestra comparación entre los dos actores en el Dossier DETECTIVES. Para el papel de MacDonald su elección  del impresionante Raymond Burr, esta fuerza bruta que va acosar a Lizabeth Scott y organizar la “trampa” final (Pitfall) a Dick Powell no nos permite más imaginar al pequeño Bogart para tal actuación. « En cuanto a Lizabeth Scott, me gustaba mucho porque era una profesional, disciplinada de principio a fin. Vivía el personaje. Quería a alguien que atrajese a Powell como persona, para que el público creyera que, como adúltero, era “virgen”. Necesitaba una chica que encajara con ese punto de vista: atractiva, sí, pero no un  bombón. Elegir a Marilyn Monroe o una actirz así hubiese sido una farsa. Necesitaba a alguien real». En 1952, Fritz Lang no tendrá la misma opinión y elijará a Marilyn Monroe en el papel de una obrera en una fabrica de latas de sardinas en Clash by Night (Encuentro en la noche). Con respeto a Jane Wyatt, dice De Toth: « Era un papel muy exigente, siempre al borde de la emoción. Necesitaba alguien con una gran dignidad, un gran temperamento. Pero de sensibilidad. Un ser humano, uno verdadero, no solo una buena actriz. La historia era dominada por las mujeres, la esposa tenía que ser la más fuerte. No fue fácil encontrarla, pero desde que su nombre fue pronunciado era evidente que tenía que ser ella».

Algunas secuencias

En el territorio de Sue

Hemos descubierto la territorialización con Van Heflin en The Prowler (El merodeador-Joseph Losey). Aquí tenemos dos territorializaciones en paralelo, la que ejercen Sue con su familia y la del detective MacDonald sobre Mona.
Sue defiende su territorio e intenta contener a su familia en los límites que ella define; sabe hacer las concesiones necesarias para que no cambie nada. ¿Cuánto tiempo puede durar? Algunos diálogos con su marido John que reproducimos más adelante y sobre todo la actuación de Jane Wyatt marcan fuertemente esta fuerza dominadora que se apoya sobre los valores morales  de una sociedad puritana. Esta actitud de ama de casa clásica,  pero más firme que otras caracterizadas en películas de la época que retratan núcleos familiares, se encuentra contrastada por los estados de ánimo de John que dan a Pitfall toda su fuerza subversiva. 


La familia Forbes vive en San Fernando Valley como la mayoría de los californianos de clase media: John es un ejecutivo cínico, harto de la cotidianidad, de la rutina del trabajo, de los horarios, hecha a su hijito un discurso que rompe con  la narrativa clásica del cine estadounidense a mediado de 1940 –y hasta ahora: cuando el pequeño Tommy (no tan inaguantable como los de las familias respetables  de Desperate hours o de Suddenly) le pide dinero para un campamento (probablemente de boy-scouts), John le contesta:
No te gastes el dinero con mujeres…deja.  de crecer hasta que muera mi tío rico

Sue autoritaria, lo controla todo  en casa
-Date prisa, es tarde.
-¿Y qué?
-Sólo te informo
-No vayamos hoy a trabajar. Vámonos de pesca… han hecho una carretera que va hasta Suramérica.
-mejor otro día, le contesta Sue
-¿Se pararía el mundo si lo hiciera? ¿Quebrarían los seguros Olympic si no llegase todos los días a las 9 en punto? Tu la chica más guapa de la clase, yo el chico más prometedor… A gente así debería pasarle algo.
-Y pasó. Se casaron.
John irónico: ¿Qué fue de esa pareja que iba a construir un barco y viajar?
Sue lo tiene claro: -Yo tuve un hijo. No sé lo que pasó contigo. Venga, aventurero, tienes una familia que mantener.
-¿no vamos a Suramérica?
Hoy no.
+++++++++++++++++++++
En el coche:



Sue: ¿A qué hora volverás a casa?
John: Sabes perfectamente a qué hora llegaré. Salgo de la oficina a las 17.04 exactamente, Charlie me recoge a las 17.15, en 32 minutos estoy en casa, si no nos para ningún semáforo, y te beso en la mejilla a las 17.50 en punto. A veces me siento como una pieza de una maquinaria.
-Tú y otros 50 millones
-No quiero ser como ellos.
-Pero tú eres John Forbes, americano medio, columna vertebral del país.
John reacciona enseguida: No quiero ser la columna vertebral de este país.
+++++++++++++++++++++


Al final, John está libre,  aunque como dice el fiscal, “Me gustaría detenerle. Personalmente, creo que tenemos encerrada a la persona equivocada” (hablando de Mona).
Sue le espera en el coche
Sue: Deberías pedirle a Ed (el superior de John en la compañía) un traslado a otra cuidad.
John: ¿estas segura que no quieres el divorcio?
-lo he pensado mucho. Ya casi me había decidido. Pero luego empecé a pensar. Un hombre que fue un buen marido, excepto durante 24 horas, ¿Cuánto tiempo debe pagar por ello?... no sé si alguna vez volverá a ser igual, al menos durante mucho tiempo no lo será, pero hemos pasado por otras cosas. Tal vez podamos superar esto. Eso, claro, si tú quieres intentarlo.
-Claro que quiero
De acuerdo. Entonces eso haremos. Lo intentaremos.
+++++++++++++++++++++
John pide consejo a Ed, su jefe

Ed: supongo que querrás salvar tu matrimonio
John: haría cualquier cosa
-Ya has hecho demasiado. Mereces que te partan la cara.

-Ya lo han hecho… tendré que afrontarlo con Sue y el niño… No sé por qué te lo he contado,
-Ni yo… haré lo que pueda. Ya se me ocurrirá algo
-Más vale dice John, y, antes de salir:¿Qué se siente al ser un hombre casado respetable?
Su cinismo se ha transformado en amargura.
+++++++++++++++++++++
En el territorio de Mona


Mac territorializa el espacio de Mona en Santa Mónica. Sabe utilizar sus acciones en su propia ventaja, organiza la eliminación de cualquier obstáculo –Pitfall significa trampa pero también obstáculo, escollo –a partir de sus relaciones en la policía –a la cual pertenecía ante de ser detective para la compañía de seguros Olympic.  
Su obsesión por Mona no se limita en invadir su apartamento cuando le parece, o su vida profesional –ella es modelo en el mundillo de la alta costura. La secuencia de su irrupción en un pase de modelos es el clímax de la exasperación tanto para Mona como para el espectador. Raymond Burr caracteriza perfectamente a su personaje con sus exigencias de “cliente” obligando a Mona a someterse a sus ordenes, su mirada lasciva, libidinosa, Nos asusta más que a James Stewart en La ventana indiscreta. 
Excelente secuencia entre MacDonald y Mona cuando él le anuncia que ha pasado algo a John y Smiley, utilizando la frecuencia-radio de la policía, y sin saber como ha acabado la puesta en escena que ha organizado para enfrentar a John y Smiley. Lo sabrán juntos cuando él llama a un colega al teléfono: seguimos el excelente trabajo de la actriz en su cambio de expresión, enamorada de John, amante de Smiley y acosada por Mac.

+++++++++++++++++++++

Concluimos con esta secuencia entre John y su hijo Tommy:
El niño ha tenido una pesadilla (ha visto alguien asomándose a la ventana)
John: ¿Las pesadillas? De niño, eran por cenar demasiado. Ahora son los cómics.
El niño se acuesta:
-Papá ¿qué nos hace soñar?
-Sobre todo la mente. La mente es como una cámara maravillosa. ¿Sabes cómo funciona una cámara?
-Claro, hace fotos.
-Eso es. La mente funciona igual. Desde que nacemos la mente saca fotos y las almacena. De vez en cuando, una de ellas se escapa mientras dormimos, y se convierte en un sueño. Así que el truco es: hacer fotos bonitas y tener sueños bonitos.


5.1.13

"Murder, my sweet" de Edward Dmytryk


Dossier CINE NEGRO / Detectives
Historia de Detective (1944)
Director: Edward Dmytryk
Guión: John Paxton. La película es la adaptación de la segunda novela de Raymond Chandler, Farewell, my lovely, publicada en 1940, un año después de The big sleep (El sueño eterno). Un año más tarde, John Paxton escribe –con Ben Hecht, no acreditado –el guión de Cornered (Venganza-Edward Dmytryk-1945, también con Dick Powell). Adaptará más tarde la novela de Richard Brooks "The brick Foxhole" Es Crossfire (Encrucijada de odios-Edward Dmytryk-1947) donde transforma el tema de la homofobia en el ejercito estadounidense en el del antisemitismo. El guión de Murder, my sweet tuvo algunos problemas con la censura, por la aplicación del código Hays por la Oficina Breen. Gonzalo Pavís en su libro "El cine negro de la RKO" señala, por ejemplo, la advertencia que da Breen sobre los bailes le han dado la razón: las copias de la película distribuida en el Estado de Nueva York fue mutilada por la Junta de censura local, suprimiendo "todos los planos de la bailarina que mueve indecentemente su vientre, mientras Mosse y Marlowe la observan" (copia de un informe confidencial recibido por Breen de la Junta local de censura del Estado de New York, el  29 de Diciembr3e de 1944).

O este otro ejemplo: Aplicando el Código Hays, Breen se pronuncia con respecto al personaje de Mr Grayle: "no toleraremos las insinuaciones de que Mr Grayle logra eludir el castigo cometiendo un suicidio. Por lo tanto, por favor, modifique la frase "¿lo hizo por sí solo?", por algo que indique que, antes de suicidarse, Moose lo asesinó". (Carta de Breen a William Gordon del 14 de Mayo de 1944). Hablaremos más delante de otras escenas apuntadas por la censura de Breen.
Música: Roy Webb que compone esencialmente para el cine negro y las películas de terror de Val Lewton para los estudios de la RKO 

Actores.
Dick Powell es Philip Marlowe. Famoso actor de musicales, empieza así una nueva carrera con éxito: es el primero, antes de Humphrey Bogart, en interpretar el personaje de Marlowe tal como lo describía Raymond Chandler que apreció su interpretación: alto, con su impereable y su sombrero. El pequeño Bogart se pondrá el impermeable a partir de El sueño eterno, una noche de fuerte lluvia. Powell interpretó a Marlowe en la radio en 1945 y en la TV en 1954. Desde 1945, deja el baile y el canto para entrar en la piel del detective privado Richard Diamond en la serie para la radio "Rogue's Gallery" y, en Junio de 1945 con Lux Radio, retoma su papel en la adaptación para la radio de "Murder, my sweet".
La sorpresa que creó la elección de Dick Powell para un film dramático, llevó a la productora a cambiar el título inicial Farewell, my lovely de la novela de Chandler que creaba la confusión con una comedia musical. Al estreno con el primer título, el 18 de Diciembre de 1944 en Minneapolis, siguió un segundo estreno con el título definitivo el 8 de Marzo de 1945 y, a continuación, en Los Ángeles el 30 del mismo mes, en la primera parte antes del musical Eadie was a Lady (Arthur Dreyfuss-1945) con la famosa bailarina Ann Miller, seguramente más taquillera en esta época. Con Dmytryk, Powell trabaja de nuevo para la RKO en Cornered (Venganza-1945), un film noir ambientado en la colaboración y la resistencia contra los nazis en la Segunda Guerra Mundial. El cine negro lo recuerda también en Pitfall (André de Toth-1948) con Lizabeth Scott (que encontraremos en Martha Ivers), con un guión inspirado en una novela de Jay Dratler y en Cry Danger (Robert Parrish-1951) con Rhonda Fleming (que encontraremos en Retorno al pasado).


- Claire Trevor es Mrs Grayle. Marcada por su interpretación de Dallas, la prostituta de Stagecoach (La diligencia-John Ford), el doble papel que tiene aquí de Velma / Mrs Grayle la cataloga definitivamente como femme fatale o prostituta: es Pat Cameron en Raw Deal (Pasiones de fuego-Anthony Man-1948) y la memorable Gaye Dawn en Key Largo (Cayo Largo-John Huston-1948) que le vale un Oscar.  

-Mike Mazurki es Moose. La interpretación por Mazurki de Moose Malloy, esta fuerza de la naturaleza, corto de ideas,  es probablemente el mejor de sus cien papeles, entre los cuales el estrangulador de Night and the City (Noche en la ciudad-Jules Dassin-1950) y el impresionante guardaespaldas de Mother Gin Sling (Ona Munson también marcada por sus papeles de prostituta por Hollywood) en The Shanghai Gesture (El embrujo de Shanghai-Joseph von Sternberg-1941).

Algunas secuencias

Desde la primera secuencia tenemos todos los ingredientes de  la atmósfera del cine negro de la RKO: los contrastes de luz y sombra, los espacios no definidos, la música que potencia el misterio y la tragedia, y, en  la secuencia siguiente, la ciudad de noche con sus iluminaciones y coches…
 …El estilo de Dmytryk da toda su amplitud en el contraste entre las secuencias de noche de calles y en bares u oficinas polvorientas y las mansiones de la alta burguesía californiana. El clímax estilístico se sitúa en la escena de las alucinaciones de Marlowe: este estado del o de la protagonista al que el cine negro está tan aficionado –Robert Ryan en The woman on the Beach (La mujer en la playa-Jean Renoir-1947),  Merle Oberon en Dark Waters (Aguas turbias-André de Toth-1944) y, por supuesto, la escena final de The lady from Shanghai (Orson Welles-1947).

La sorpresa: Marlowe ciego, interrogado en la comisaría. La segunda sorpresa: la enorme diferencia entre Bogart  y Powell. El texto de Chandler pega perfectamente con la interpretación de Dick Powell: un personaje listo, seguro de su carisma, dispuesto a meterse en "chanchullos raros"  desde el  momento en que le pagan bien, pero que demuestra también una gran fragilidad, la inquietud y la prudencia de un ser impresionable que vive mal su soledad en la ciudad, unas características que no son tan marcadas en el personaje de Bogart en su interpretación de Marlowe en El sueño eterno.

Secuencia en el bar Florian: Marlowe no para de observar a Moose determinado y violento cuando se trata de sacar informaciones sobre Velma. Marlowe demuestra su prudencia pero no puede reprimir una sonrisa irónica frente al comportamiento de su cliente. Salen del Florian con una botella de whisky cada uno,  pagadas por Moose.

Jessie.
Aunque no juega a ser borracha y lo es realmente, miente muy bien. Marlowe demuestra en esta secuencia que no sólo es un listo,  es también un felino que se mueve sin hacer ruido para encontrar lo que buscaba. Aparece en el dialogo que Moose ha salido de la cárcel, probablemente acusado de la muerte de Velma que Jessis anuncia a Marlowe. Jessie tiene miedo ya que Moose está libre.¿Qué hay detrás de su llamada telefónica?  Marlowe comenta: de repente no estaba borracha, como alguien que hiciera planes para después de un asesinato… aún no cometido. Marlowe no regala su botella de whisky bajo ningún pretexto.


El botones del ascensor describe a Marlowe los clientes que lo esperan. Es su brazo derecha.

La visita de Mariott: él que huele bien según el botones.
Marlowe demuestra que sabe confundir al cliente "No tengo tiempo" y, a continuación "siéntese". . Marlowe se divierte con la actitud afeminada de Mariott: "no toque eso, quédate quieto, quieres que sujete tu mano…".  

se trata de acompañarlo para una entrega de dinero, servicio a un amigo que quiere recuperar unas joyas robadas. Marlowe le avisa de que eso huele a chamusquina y deja a entender que Mariott puede perder el control lo que le lleva  a rechazar la oferta "me temo que no le puedo ayudarlo, Sr Mariott" para añadir "pero aceptaré sus 100$ y lo acompañaré a pasear".

En "El cine negro de la RKO", Gonzalo Pavís nos recuerda el texto de la novela de Chandler sobre Mariott y nos da algunas indicaciones sobre el problema de la censura en el tratamiento de la homosexualidad por la Oficina Breen –señalamos ya este punto en The maltese falcon y Thebig combo.

El personaje de Lindsay Marriot está caracterizado claramente por Chandler en su novela. Dice Marlowe: "de pronto se abrió la puerta silenciosamente, y me encontré de cara con un rubiales muy alto que vestía traje de franela blanca y pañuelo de seda malva echado al cuello.

Lucia una flor azul en el ojal de su traje blanco y por contraste, la palidez de sus ojos aún parecía más exangüe. El pañuelo malva, anudado al desgaire, descubría un cuello de piel lisa y tostada como el cuello de una mujer robusta. Sus rasgos algo apelmazados reflejaban sin embargo cierta armonía. Sería una pulgada más alto que yo, o sea de metro ochenta y cinco aproximadamente. Su pelo rubio exhibía, quizás de forma natural, tres ondas muy marcadas que parecían peldaños, o sea no me gustaron nada. Tampoco me hubieran gustado sin peldaños. Aparte de todo eso, el tipo ya tenia una facha como para llevar traje de franela blanca, pañuelo malva al cuello y flor azul en el ojal".

Probablemente algunos de los rasgos que definían a este personaje en la novela fueron conservado por John Praxton en el borrador del guión que todavía se titulaba Farewell, my lovely igual que la novela. La Oficina Breen en uno de sus primeros informes llamaba la atención sobre Lindsay Marriot: "por supuesto no debe subsistir de la afeminada  caracterización de Marriot en su carta a William Gordon del 13 de Abril de 1944. En el guión final Marriot mantiene ciertos elementos de su personalidad como un hombre joven, alto, elegante, de voz afectada, modulada. En este guión definitivo dice Marlowe que se movía como "un fornido bailarín de ballet".


La cita
"Yo no veía nada, pero lo sentía en el estómago. Era como un sapo en una roca mojada, y sentía que una serpiente me estaba mirando por detrás"- Tenía razón: había una trampa- lo dejan sin conocimiento, le roban su cartera. Aparece una mujer: sorprendida cuando ve que él no es Marriott, huye. Marriott ha muerto: "su cuerpo estaba tumbado boca abajo, como un saco de ropa". Es la primera vez que vemos a Marlowe ponerse un impermeable en una película. Bogart lo hará más tarde en The big sleep, una noche de lluvia, apoderándose de la leyenda.

Marlowe colabora con la policía: usted no es un detective, es una máquina tragaperras. Es capaz de hacer cualquier cosa por dinero. Le amenaza el comisario si se involucra más en el asunto. Marlowe: "conozco mucha gente, pero nunca oí nombrar a Julius Amthor.  Pronuncia este nombre con ironía y se va, dando a entender que sabe más que la policía.

--- unas semanas más tarde:
El botones le anuncia que le esperan: "el negocio va mejorando, y en todos los sentidos" para decir que se trata de una mujer. Miss Allison… Ann Grayle, lee Marlowe arrancándole el bolso.

Ya que se habla de joyas (jade), Marlowe se muestra firme y determinado cuando se trata de su profesión, aunque no parece tan claro sobre sus intenciones reales sobre este asunto de jade que le puede dar más:  le dice muy claro que le "interesa el jade ya que está sobre el tapete, porque quiero saber quién más pudo haber matado a Marriott. Soy un simple profesional metido en un asunto feo, pero no me gusta dejar cabos sueltos"

Casa de Mr. Grayle:
"un jardincito muy mono, sí señor. Para una familia tipo medio. Solo que se necesitaba una brújula para no perderse". Como en la entrada de Bogart en la propiedad de The big Sleep; la diferencia es que, aquí, Marlowe baila sobre el suelo de mármol  como un niño travieso y no tiene porque ser juzgado por su talla, como le pasa a Bogart  en The big sleep, ya que es bastante más alto que Bogart. Ella lo mira y levanta su falda.


 Marlowe parece perder la cabeza y no escucha la pregunta del  marido: ¿qué sabe del jade? Mrs Grayle empieza el juego seductor, con las mentiras, las falsas informaciones…  Marlowe conoce el truco y lo que le interesa es que le paguen:
¿Me vas a ayudar?
¿Por amor al arte o piensa darme algo en metálico?
…y  conseguir más información en particular sobre Amthor, el psiquiatra farsante. Marlowe sale y se pierde en la inmensa entrada.

La trampa

Cuando Mrs Grayle entra en su apartamento en desorden (tienes que estar enamorado le dice el chaval de la limpieza) hace un pequeño ruido  de la niña que se va a comer una golosina: Marlowe viste sólo su ropa interior.
Estás bien formado para ser detective. Se sienta en la cama desecha.
Gonzalo Pavís, en la obra ya citada, señala las observaciones de la Oficina Breen con respecto a la relación entre Marlowe y Mrs Grayle prevista en el guión de Paxton:   "Los escenarios donde se desarrollaban los encuentros de estos personajes (hablando de adulterio o amantes) también eran importantes.
 No se admitía que se efectuasen, a solas,  ni en dormitorios, ni en moteles pues tales espacios cerrados se identificaban, de manera habitual, con la realización de actividades de carácter sexual.

 Incluso, la distancia que debían mantener entre sí los personajes era vigorosamente establecida por la Oficina Breen: "por cuanto que Mrs Grayle es una mujer casada, el contacto físico entre ella y Marlowe debe ser mínimo. Recomendamos que sólo se abracen una vez en esta secuencia, suprimiendo el abrazo posterior en la página 60 del guión". (Joseph I, Breen: carta a William Gordon del 14 de Abril de 1944).




La pesadilla

Marlowe se cae en la trampa del psiquiatra: empieza la pesadilla.
Me dije: muy bien Marlowe, tú eres fuerte. Te han dejado dos veces sin sentido, te ahorcaron, te han golpeado con una pistola y te han injectado algo que te ha vuelto tan loco como dos ratones bailando un vals. Vamos a ver ahora si eres capaz de ponerte los pantalones.


Marlowe decide andar sin parar hasta que se le pase el efecto de la droga. Caminé, no se cuanto tiempo..Además,  no hay reloj capaz de medir ese tiempo

¿Caerá en la trampa de Mrs Grayle? Marlowe sabe sacar provecho a la situación jugando el papel del enamorado…
¿Ejecutará Mrs Grayle sus amenazas porque Marlowe sabe demasiado cosas?
¿O más bien es Mr Grayle quien resuelve la situación?
¿Llegará su hija a impedir  que Marlowe pida la ayuda de la policía?
¿Encontrará Moose a Velma?
Los disparos en la oscuridad ¿Cuánto son: dos, tres…?