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29.12.15

Killer's Kiss"-Stanley Kubrick





Davey Gordon cae en la trampa de la baraja


El Beso del asesino  1955  
Director: Stanley Kubrick Killer's kiss 
Guión: Stanley Kubrick-Howard Sackler
Música:  Gerald Fried
Fotografía, Montaje, Producción: Stanley Kibrick (Minotaur)


Actores:

Jamie Smith es Davey Gordon
Irene Kane es Gloria Price
Frank Silvera es Vincent Rapallo
Jerry Jarrett es Albert (the fight manager)
Mike Dana y Felice Orlandi: esbirros de Rapallo 
Ruth Sobotka es Iris la bailarina, hermana de Gloria (Corografía: David Vaughan)



Gloria Price y el boxeador Davey Gordon son vecinos en un edificio miserable de Nueva York. Ella es “ballroom hostess” o sea “chica de alterne” en un local  sórdido que pertenece a Vincent Rapallo. Una noche, después de haber perdido un combate, Davey despertado por los gritos de Gloria, se presenta en su apartamento lo que hace huir a Rapallo que intentaba violentarla. Gloria y Davey empiezan una relación y deciden irse juntos de Nueva York. Celoso, Rapallo rapta a Gloria y manda a sus esbirros para que se  “deshagan” de su rival. Estos se equivocan y matan a Albert, manager de Davey…
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Después de los dos cortos metrajes, Day of the Fight y Flying Padre en 1951, Kubrick rueda dos años más tarde, Fear and Desire (que se salvó a pesar de haber intentado quemar todas las copias de este primero largo metraje con un guión que no era suyo) y el documental Seafarers  (este último encontrado casualmente en 1973). Así que se puede considerar  Killer’s Kiss como su primera obra de autor. ¿Película negra? Por supuesto: una joven en manos de unos gánsteres, un boxeador con problemas existenciales, los celos y la venganza... ¡Qué importan los estereotipos si, para este primer guión de largo metraje uno se lanza en la producción, la dirección, la fotografía y el montaje en el género negro y si, además, tiene a su lado al amigo de la infancia para componer la música (porque la música,  sí importa)!.
¿El beso del asesino? Besos hay muchos por parte de Gloria a Dvey pero también a Vincent Rapallo cuando se trata de calmar el acoso del jefe; en cuanto al asesino… ¿No conviene más bien pensar que Kubrick firma esta primera obra de autor con estos dos K de Killer’s Kiss, pequeño guiño de autosatisfacción de un joven entusiasta dispuesto a cambiar las reglas del arte cinematográfico? Ese es un  primer ejercicio de estilo, muy personal pero sin olvidar la suma de referencias que pudieron alimentar su pasión por la fotografía y el cine.


¿Se puede plantear una influencia, un lazo,  entre la trayectoria cinematográfica naciente del joven  Kubrick y The Set-Up (Combate trucado) de Robert Wise rodada en 1949 que acabamos de ver? No tengo elementos para comprobar si Kubrick ha visto la película de Wise pero su arranque en el arte cinematográfico hasta sus dos películas negras Killer’s Kiss y, al año siguiente,  The Killing (Atraco perfecto) permite un paralelismo.
En esta segunda obra,  Kubrick retoma siete años más tarde el efecto estilístico mayor  que crea Wise en The Set-Up: el respeto de la unidad temporal (Hitchcock lo  había experimentado también,  en acorde con el plano-secuencia único, en The Rope (La soga-1948).
 fotógrafo apasionado, su interés por el boxeo conduce el joven Kubrick a rodar el corto Day of the Fight en 1951: no tiene relación con el poema del mismo título de Joseph Moncure March que inspira la obra de Robet Wise, pero la coincidencia no deja de sorprender. Más tarde, Kubrick venderá los derechos sobre este corto a… los estudios RKO de Howard Hugues, productor de The Set-Up (se habla de unos 4 000 dólares, con un beneficio de 100 dólares para Kubrick, lo que da una idea de las condiciones materiales con las que contaba el joven director para su primer proyecto).
Entre The Set-Up y Killer’s Kiss, podemos añadir otros paralelismos como la anecdótica coincidencia siguiente: Wise tiene 35 años como su protagonista Bill Stoker (Robert Ryan) y Kubrick 27 al igual que el personaje de Davey (Jamie Smith). Pero el tema esencial de la narrativa en las dos películas es el amor entre una mujer y un hombre,  aunque su representación difiere: para Wise, el dúo separado por un último combate; el vacío expresa la ausencia del otro. Kubrick responde con otro dúo que consigue tocar su partidura romántica sin intermezzo  a pesar de los sucesivos combates que le amenazan.
Notamos un punto más acerca de las dos obras: la secuencia de la mutilación de Stoker a mano de los esbirros de Little Boy en la película de Wise  y la escena del asesinato de Albert que los esbirros de Rapallo confunden con Davey,  parecen haber sido rodadas en el mismo callejón y con esta misma luz expresionista del buen cine negro de la década anterior.  En otros planos, el fuerte contraste de luz hace resaltar las caras y los cuerpos dentro de unos espacios borrados por la oscuridad. El efecto se repite en diversas secuencias y particularmente en el combate final entre Davey, Rapallo.
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¡Así hablaba Kubrick!


«Es increíble cómo a veces acabas metido en un lío al que no eres capaz de encontrar sentido, y aun así, no puedes pensar en nada más… hace tres días, justo antes de mi combate con Kid Rodríguez…»



El flashback que abre la primera secuencia con la voz en off de Davey en la estación de trenes permite, con sus idas y vueltas, acompañar al protagonista mientras espera de Gloria: ¿vendrá o seguirá en la gran ciudad? Poco más tarde, en la hora de las confidencias y del desayuno, Gloria incorpora en este flashback de Davey el suyo propio, o más bien: Dos. Cuenta en el primero el acoso de Rapallo, sus gritos que despiertan a su vecino Davey. Después, cuenta la historia de su niñez, la fuerte relación entre su padre y su hermana Iris: su voz en off acompaña un flashback casi onírico, un baile de Iris en público en el que sólo destacan sus miembros blancos sobre un fondo negro. El onirismo encontrado a veces en el género negro tiene su importancia también con  la pesadilla de Davey mientras Gloria grita y pide auxilio desde el piso de enfrente. Kubrick juega con las premoniciones que estallaran en The Shining (El resplandor-1980): aquí, la extraña calle del sueño de Davey es la misma que la que va a recorrer en la realidad cuando, más tarde, persigue a Rapallo para intentar liberar de nuevo a Gloria…


Música e Imagen
No se nada de las intenciones del joven realizador con respecto al desarrollo de los elementos temáticos de Killer’s Kiss. Más allá de unos cuantos índices que (¿conscientemente?) Kubrick salpica esta cinta con probables bocetos para su impresionante futura filmografía, descubro una presentación original de la temática. Los diálogos extremadamente reducidos, dejan libre  el espacio sonoro que va ocupar  la música con tres temas: uno marca el ritmo de la acción, tal un cronómetro, y acentúa así el respeto de la unidad de tiempo; por supuesto Gerald Fried readaptará el tema musical en The Killing (Atraco perfecto). El segundo es la tensión de la acción modulada perfectamente en su intensidad por un acompañamiento de piano jazz-salsa, mientras el tercero corresponde al tema principal que los títulos de crédito anuncian como Love theme from the song  “Once” by Norman Gimbel and Arden Clar, un tema musical que puede haber inspirado a Alex North para la banda sonora de Spartacus. Sabemos la importancia que el director da a la banda sonora en el conjunto de su filmografía: Richard Strauss y Ligetti (2001… o Eye Wide Shut), Ludwig von… para La Naranja Mecánica,  pero sobre todo la musicalidad de su libro de imágenes con la ayuda de Haendel, Schubert, Mozart y Bach: Barry Lyndon).

 Rapallo excitado… Beso erótico con Música  de piano jazz-salsa (relacionada con el salón de baile de Rapallo alternando con el tema romántico principal) y la voz de la tele comentando la caída de Gordon. Ella entre besos, mira la pantalla…

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Con la preponderancia de la imagen y la música sobre los diálogos, Kubrick consigue transformar algunas secuencias en páginas de comics como por ejemplo la huida de Davey atrapado con Gloria por Rapallo y sus esbirros en una nave. Unos cortos planos sucesivos describen el fracaso de Davey en su intento de liberar a Gloria, la trampa de la baraja que lo deja tumbado mientras Gloria intenta sin éxito un juego amoroso con Rapallo, la cara de Davey, la del esbirro que le vigila, sus pies, la ventana, la zancadilla, el salto de Davey por la ventana, la caída en la calle que vio en su pesadilla…
A estos prodigios del montaje que Kubrick maneja a lo largo de la cinta  se superpone la belleza de la imagen. Notamos el expresionismo del Blanco y Negro, el  picado mediano sobre Davey y sus fotos en el espejo de su cuarto, exactamente igual al de Davey, frente al espejo en el apartamento de Gloria,  explora su pasado en unas fotos; el combate de boxeo revela la complejidad del montaje, la elección de numerosos contrapicados con un ritmo que potencia la violencia de la lucha, la utilización de la cámara subjetiva en la caída de Davey… la realidad cruda y dura.
Kubrick no sabe quedarse mucho tiempo en los estudios, necesita salir. El fotógrafo capta lo intempestivo: por ejemplo el cartel que anuncia el combate de Davey Gordon con Kid Rodríguez vuela, aterriza en la acera, alguien lo pisa, otro cartel pegado en el escaparate del barbero… Crea lo intempestivo en la narrativa: la interrupción de los dos chavales jugando con la bufanda de Davey, lo que le salva la vida… Visita la ciudad,  pasea  por las calles de noche, se para delante de los escaparates, fotografía unos pasteles en un escaparate,  edificios, azoteas y tejados. Hasta cuando Gloria y Davey se preparan a vivir su primera noche de amor, Kubrick prefiere salir para ver la puesta de sol sobre Manhattan…

Las dos formas

Puerta de entrada del dancing de Rapallo, al lado de una tienda de moda



Puerta y escaparate
El  espacio  sonoro liberado por la ausencia de diálogos permite al dúo Música-Imagen expresarse con más intensidad y, con el acompañamiento de los tres temas musicales, la imagen despliega su propia narrativa a partir de dos formas: una puerta de dos hojas, un escaparate de ropas. Claro, una puerta es una puerta, un escaparate es un escaparate.
Sin embargo, la imagen aparece a media cinta, llama mi atención: la puerta del dancing contiguo a un escaparate con maniquíes.  Desde el  momento en que nos olvidamos del sentido real de las cosas, una puerta de dos hojas, un escaparate con maniquíes, la imagen pierde el saber de estas cosas: representa unas formas vaciadas de sentido. Las formas (los dos rectángulos verticales de las hojas de cristal de la puerta, los cuerpos en el escaparate de la tienda de moda) se llenan entonces de unas nuevas significaciones. Maniquíes o… cuerpos domados, robotizados. Dos cristales verticales o dos objetos, dos  humanos emparejados, acoplamientos, dos luchadores…

La imagen interpela, pero la puerta, el escaparate… no pierden del todo su sentido original. Sin embargo, la  forma Cuerpo y la cifra Dos consiguen alienar este sentido general,  me han transmitido una señal: la señal de una historia posible; se presenta como una confidencia, una complicidad conmigo (Ver Roland Barthes-Mitologías). Ahora está claro: La mitad de la cinta ya pasada notifica la presencia de estos signos de la paridad y de los cuerpos dominados. La mitad siguiente confirma la fuerza de la señal: los dos esbirros en contrapicado han cumplido con su deber; el duelo entre Davey y Rapallo se vuelve inaplazable, último combate en simetría con el combate de boxeo al principio de la película; el dúo amoroso puede seguir tocando su partidura y emprender su escapada. Tomamos un huevo con jamón y nos despedimos de la gran ciudad… dice la voz en off de Davey antes de verle ir a recoger las maletas al apartamento. Se despide del pez en el acuario… y tira las llaves de su habitación.

Cuerpos y dúos
Cada forma recorre la película, propaga su onda con una frecuencia propia. La onda de los cuerpos se cruza con la onda de los pares. Las dos ondas  interfieren, se separan de nuevo… portando sus dos formas en armonía con el tema musical.  Esta  lectura de la imagen podría ser, a fin de cuentas, bastante evidente cuando se trata de película de boxeo. Sin embargo, Robert Wise la trata sin insistencia en The ¨Set-Up (Combate trucado) mientras Robert Rossen ni siguiera consigue plantearla a pesar del título en Body and Soul (Cuerpo y Alma).

Para ser más precisos, recordamos algunos planos.  A lo largo de su recorrido ondulatorio por Killer’s Kiss de estas dos formas que llaman mi atención, Kubrick da una o más significaciones. La primera va cargar con la materia densa de la manipulación y la posesión de los cuerpos, pero también con la afectividad y el deseo en el acercamiento;   la segunda organiza la paridad de estos cuerpos.
Amour fou y ternura romántica de dos huérfanos marcados por el pasado: dos jóvenes perdidos y explotados en la gran ciudad,  sueñan con la vuelta al campo,  el rancho del tío George cerca de Seattle…–un sueño que no consiguiera realizar Stanley Hayden en The killing.  Para Gloria y Davey la revelación del amour fou pone inmediatamente en evidencia la necesidad de una salida urgente del sistema de manipulación y sometimiento de los cuerpos a los intereses o deseos de dominadores organizada.
Dos combates entre dos hombres están separados por la relación de pareja Davey-Gloria. Esta nos ofrece una serie de imágenes dobles: en los espejos, pero también la pareja Davey-el pez en el acuario, el tío George y la tía Grace, la pareja Gloria-muñeca de trapos, un marco con dos fotos (el   padre de Gloria y Iris, su hermana) … y sobre todo:  las dos ventanas cara a cara de cada lado del patio interior, las dos escaleras idénticas que les permiten comunicarse por la azotea para juntarse lo antes posible.

Gloria mirona: la música es el tema  romántico principal,   (que recordaremos en Spartacus de Alex North).



Desde la ventana, Gloria observa a Davey en la ventana de enfrente: mirona, mientras él se viste… Kubrick insiste: deja al movimiento esquivo de la mano de Gloria sujetando la taza de café un signo ambiguo de inestabilidad;  lo amplifica con la posición fija de la cámara durante unos largos segundos; una translación inaprensible en esta prolongación de la inmovilidad nos lleva a agarrarnos a su insistencia óptica más que a su significado. Ese aparece en el plano siguiente: Gloria deja de mirar, bebe su café…  el deseo ha nacido.

Davey mirón


Después de su combate contra Rodríguez, nos encontramos a un Davey mirón,  escondido en la oscuridad mientras ella se desviste, , habla distraído por teléfono con el tío George. El juego de las dos ventanas y de las dos escaleras sigue hasta que los dos mirones se juntan en el patio de entrada del edificio y se van, cada uno por su lado…  
Cuerpos de mujeres en venta para un baile en el Partners Dancing,  GIRLS HOSTESSES dirigido por Rapallo. Cuerpo de Davey preparado antes de lanzarlo al combate… Las parejas hombre-mujer bailan, Gloria y Rapallo, las siluetas de Gloria y Albert destacadas en las dos hojas de la puerta del dancing, dos esbirros, dos payasos en la calle… y la soledad, el vacío dentro de Gloria, el aburrimiento de Davey  después de haber cumplido la función que la estructura organizada impone… 


Dos hombres, Davey Gordon y Kid Rodríguez,  cuerpos adiestrados, robotizados al servicio de unas reglas y una técnica, se lanzan en un combate de boxeo… Más cuerpos, bailarina autómata, muñeca… preparan  la secuencia-shock final del escándalo de los cuerpos troceados. Dos hombres, Davey y Rapallo,  sacan la fuerza bélica que les traslada unos milenios atrás, al inverso de la primera secuencia de 2001… y con el hacha de The Shining en un  almacén de maniquíes: .piernas saltando, manos tambaleando, tetas volando, pinchadas por el arpón, cortadas por el hacha… En esta secuencia,  Kubrick maneja también la ambigüedad: hace aparecer los cuerpos alineados de pie, final sin dar una representación directa de la  lucha final entre Davey y Rapallo sino una introducción progresiva al escándalo de la lucha. La aparición fuera de contexto de los maniquíes da una sensación de retraso, de desfase, al belicismo: al  shock inicial de la imagen se sustituye el humor de las imágenes siguientes en las que resalta lo grotesco de la violencia,  plasmada esencialmente en la cara de Rapallo. El ritmo de marcha que Gerald Fried retomará en The Killing  se hace más militar, con trompetas y tambores: Path of Glory y Full Metal Jacquet no está muy lejos. En la estación de trenes, Davey esperando a Gloria: Mandé flores a la viuda de Albert… Pasan unas monjas…
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Gloria y Davey: Al principio de la escapada


En el libro '50 años de cine norteamericano' Bertrand Tavernier y Jean-Pierre Coursodon destacan que "Uno de los rasgos originales y muy personales deShadows es su obstinada negativa a enunciar la temática. Nunca se podrá decir sobre qué es una película de Cassavetes, sólo que es sobre personajes". Y añaden, "Cassavetes quiere superar el simple efecto de realidad para alcanzar, por así decirlo, la realidad misma. Y justamente porque se aproximó de forma absolutamente convincente a esta ambición a la vez simple y grandiosa, es a menudo considerado, todavía hoy, un improvisador".
Improvisación a medias cuando descubrimos las innovaciones aportadas en Killer’s Kiss  al enunciado de la temática: en vez de utilizar  las formas al servicio de un estilo u de un puro formalismo, Kubrick las maneja para dar todo su relieve a  las motivaciones profundas que marcan la fuerte realidad de su obra. Frescura de los movimientos de cuerpos en las calles, el amour fou y lo intempestivo, destreza y arte  en el manejo de las formas elegidas: después de Detour de Ulmer (1945),  Nicholas Ray (They live by night-1948) Lewis (Gun Crazy-1950), y antes de Cassavetes (Shadows-1958)  y Godard (Al final de la escapada-1960), Kubrick entrega con esta primera película negra una materia esencial a los cimientos de una nueva visión cinematográfica.
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algunos planos: Cuerpos

Los cuerpos


Venta de cuerpos para un baile… o más en el Partenrs Dancing

Preparación del cuerpo del boxeador Davey Gordon


Violación del cuerpo: Gloria y Rapallo

Cuerpo robotizado: Iris, hermana de Gloria




algunos planos: Dúos


Espejo: un ejemplo de reflejo entre unos cuantos

Dúo en gestación Gloria Davey

Dúo Davey- Pez en el acuario

Dúo Gloria – Muñeca


Dúo Padre y hermana de Gloria


Dúo Gloria y Albert en la puerta del dancing: no se conocen pero esperan al mismo hombre, Davey


Dúo esbirros de Rapallo


Dúo combate Davey vs Rodríguez


Dúo combate Davey vs Rapallo



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14.12.15

Dossier BOXEO



"The Set-Up"-Robert Wise




  Dos hombres en un ring: una alegoría del carácter desesperado de la existencia. La sombra y la luz bailan encima del altar cuadrado en su marco de cuerdas. Con la demostración de la excelencia,  una historia  se construye entre los cuerpos, elabora las emociones  del coro humano que rodea el altar. Más allá del espectáculo, las relaciones de fuerzas  se combinan entre los adversarios, incitan, previenen, desarrollan sus estrategias  con la ciencia del futuro que permite las apuestas. El coro se encuentra así con la zona más profunda de sus humores…  

 La presencia del ring de boxeo con sus contrastes de blanco y negro aporta al cine negro una ambientación que potencia el  carácter desesperado de la existencia, una temática fundamental del género negro. La representación de la violencia, estos cuerpos  de hombres transformándose en unas masas de carne sangrienta, comporta una dimensión de otra naturaleza que la de los disparos de pistolas o de estas palizas por las que Sam Fuller siente afición.  

Charlie Davis (John Garfield en Body and soul-Cuerpo y Alma-Robert Rossen) cae en la trampa de la fama y la riqueza material  hasta tocar fondo…



“El Sueco”(Burt Lancaster en The killers-Forajidos-Robert Siodmak) olvida el combate y la gloria cuando encentra a Kitty (Ava Garner)…



Stoker  (Robert Ryan en The set-upCombate Trucado-Robert Wise) puede ser destrozado, la mano rota, pero su moral no…
Davey Gordon (Jamie Smith) se prepara para el combate contra Kid Rodríguez en Killer's Kiss de Kubrick





 El pistoletazo de salida en el cine de la década de los 40 lo da Raoul Walsh con Gentleman Jim (1942). La película, que no tiene nada de cine negro,  establece los fundamentos estéticos más importantes de la representación del combate con una técnica de  montaje y un ritmo perfectamente adaptados a la vivencia emocional de los espectadores. En 1946, en una de sus obras negras maestras, Robert Siodmak ofrece una muestra de su capacidad para realizar unas excelentes  secuencias de boxeo:  The Killers (Forajidos)marca el arranque de la carrera de Burt Lancaster en el papel de un boxeador, “El Sueco”, aunque los combates de boxeo no constituyen  la trama principal de la película. Con Body and Soul (Cuerpo y alma-Robert Rossen-1947) el protagonismo de John Garfield, la fotografía del inmenso James W.Howe  y el montaje virtuoso recompensado por un doble óscar a Pete Lyons y Robert Parrish aseguran a esta cinta un éxito que consagra la alianza Boxeo-Cine negro, a pesar de situarse más bien al límite del drama realista comercial. Cuando miramos con distancia la evolución del cine en su representación del boxeo, podemos pensar en Rocky en su primera entrega más que en el nihilismo de Scorcese con Toro Salvaje.


 En 1948, dos películas que analizamos  en este blog tratan del tema del boxeo: The naked city (La ciudaddesnuda- Jules Dassin) lo hace de paso en este espectacular viaje por la ciudad de Nueva York en el que no podía faltar la visita al ring de un barrio. En Streetwith no name (Calle sin nombre-William Keighley) el ring instalado en el gimnasio de Alec Stiles (Richard Widmark) se encuentra en el centro de la trama.  Podemos temer el estilo “procedural” documental y propagandístico tan notable en películas como 13 Rue Madeleine, La casa de la calle 92 de Hathaway y anunciado en la primera secuencia por un discurso de Edgar Hoover, jefe del FBI en persona. Pero este riesgo se difumina en el momento en que Gene (Mark Stevens), el agente designado se infiltra en las bandas que operan en la ciudad y se instala en el barrio Dock. O sea, menos de un cuarto de hora después de los títulos de crédito, nos encontramos en el mundo del billar y del boxeo, la jerarquía de las organizaciones criminales… el ruido de las calles, la noche, el Hotel Royal –…un remolino de violencia que irá in crescendo.       
Gene se llama ahora George Manly. Su actuación para llamar la atención de las bandas del barrio tiene resultado: después de disputar un partido de boxeo en el gimnasio de la calle Dock, el,  Alec Stiles (propietario del gimnasio) le ofrece entrar en su organización. Las pruebas de que Alec Stiles está implicado en los recientes crímenes y atracos se hacen cada vez más evidentes.


"Night and the City"-Jules Dassin

 Dos años más tarde, encontraremos  de nuevo a Richard Widmark en Night and the City -Noche en la ciudad (Jules Dassin-1950), un monumento del género. Fabian (Richard Widmark) consigue unos fondos para organizar un combate de lucha greco-romana entre dos grandes del deporte. Su iniciativa le crea dos enemigos: Phil, el dueño de un club (que ve cómo su mujer Helen está dispuesta a financiar a Fabian), y el poderoso hombre de negocios, Kristo (que ve cómo su padre Gregorius, el famoso luchador retirado, apoya el proyecto de Fabian). Mary (Gene Tierney), cantante en el club y compañera de Fabian, intuye el peligro que puede correr éste, pero no consigue refrenar su ímpetu.  Jules Dassin da una representación memorable de la lucha greco-romana que es el centro de la trama. Gregorius representa la vieja generación del código del honor y el arte noble de la lucha greco-romana. Se opone a la lucha libre tan de moda en Londres, este espectáculo comercial del catch que su hijo Kristo, hombre de negocio mafioso, inquietante y enigmático, ha decidido monopolizar.  Stanislas Zbysko interpreta a Gregorius: tiene unos setenta años en estas fechas, campeón de lucha cuando Dassin tenía cinco años. Olvidado por los fans del deporte, el director tiene dificultades para encontrarlo.  Está claro que corresponde exactamente al personaje de Gregorius.  La secuencia de la pelea con “el estrangulador” (Mike Mazurki), que se transforma en seguida en combate, es memorable. De una violencia brutal, está filmada con la cámara casi pegada a los cuerpos de estos dos toros sudando en el esfuerzo.
Entre estas dos películas interpretadas por Richard Widmark, se sitúa The Champion (Mark Robson-1949), remake de la obra de King Vidor (The Champ-1931 con Wallace Beery). No se puede considerar a esta película, interpretada por Kirk Douglas y Arthur Kennedy,  como una obra negra, más bien un film intimista y realista que va a “robar” el óscar a lo que me parece ser la obra esencial en esta alianza boxeo-cine negro. Se trata de The Set-up (Combate trucado-Robert Wise-1949). Saltando décadas en esta enumeración  para recordar aquí la contribución de Martín Scorsese  a las obras cinematográficas sobre boxeo  con Raging Bull (Toro Salvaje-1980), podemos afirmar que la película de Robert Wise no ha sido superada.

Robert Ryan en la ratonera-"The Set-Up"

Entre las numerosas particularidades de The Set-up la más paradójica es su fuente de inspiración: un poema de Joseph Moncure March, Day of the Fight. Las demás se encuentran en el libro de Raymond Borde y Etienne Chaumeton,  “Panorama del Cine Negro” (Ediciones Losange-Buenos Aires 1958- p.117):   [Wise va a realizar el] “más implacable testimonio sobre el boxeo profesional en las pequeñas ciudades de los Estados Unidos. Wise deja a un lado la convención del gran campeón del combate que implica el título mundial, durante unas horas nos ata a los pasos de un hombre  desconocido, gastado, que se bate por bolsas de diez dólares. Pero no se ocultan ninguna de las combinaciones entre representantes y bookmakers; las habitaciones baratas del hotel, el sórdido decorado de la sala,  la penosa existencia de los profesionales del cuadrilátero cuando están acabados”. 

Killer's Kiss -Stanley Kubrick
Sin embargo, la joya de este Dossier la tenemos en Killer’sKiss (El Beso del Asesino) de Stanley Kubrick, su primero largometraje firmado por él después de un intento fallido. Dos formas recorren la película: el Cuerpo humano  y la cifra Dos; cada una propaga su onda con una frecuencia propia. La onda de los cuerpos se cruza con la onda de los pares. Las dos ondas  interfieren, se separan de nuevo… portando sus dos formas en armonía con el tema musical.  Esta  lectura de la imagen podría ser, a fin de cuentas, bastante evidente cuando se trata de película de boxeo. Sin embargo, Robert Wise la trata sin insistencia en The ¨Set-Up (Combate trucado) mientras Robert Rossen ni siguiera consigue plantearla a pesar del título en Body and Soul (Cuerpo y Alma).

A continuación:

Ver también en el Blog: 

The killers (Forajidos-Robert Siodmak)
Street without name (Calle sin nombre-William Keighley)
The Big Night (La larga noche-Joseph Losey)
Night and the City (Noche en la Ciudad-Jules Dassin)
The Naked City (Ciudad desnuda-Jules Dassin) 



Jamie Smith en Killer's Kiss



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"Body and Soul"-Robert Rossen





Cuerpo y alma  1947     

Director: Robert Rossen  

Guión: Abraham Polonsky

Música:  Hugo Friedhofer

Fotografía: James W.Howe

Montaje: F.Lyon-Robert Parrish 

Producción: Bob Roberts, The Enterprise Studios





John Garfield es Charlie Davis (ver Filmografía)
Lilli Palmer es Peg Born Actriz alemana judía, emigra a Reino Unido donde actúa en Secret Agent de Hitchcock en 1935 antes de hacer una carrera entre los Estados Unidos y Alemania después de la guerra. Cine negro: Cloak and Dagger (Fritz Lang-1946)
Hazel Brooks es Alice estrena su primera película negra después de comedias sin aparecer en los títulos de crédito. Volverá al negro con Sleep, muy love (Douglas Sirk-1948),
Anne Revere es Anna Davis
William Conrad es Quinn, una cara que no se olvida después de ver The Killers (Forajidos-Robert Siodmak-1946).
Joseph Pevney es Shorty Polaski Ver filmografía (acaba de rodar Nocturne de Edwin Marin con George Raf)t.
Lloyd Gough es Roberts En el cine negro: Body and Soul marca el principio de su carrera seguida por All my sons (Irving Reis-1948), Tension (John Berry-1949), Outside the Wall (Crane Wilbur-1950), Sunset Bvd (Billy Wilder-1950), The Scarf (E.A.Dupont-1951),
Canada Lee es Ben Chaplin Aparte el violín y el boxeo que le abrió las puertas del cine, tiene un papel en Lifeboat de Hitchcock (11944).
Art Smith es David Davis


La historia de Charlie Davis, que decide salir de su barrio pobre de Nueva York para conquistar el mundo con el título de campeón de boxeo… Un grupo se va a formar a su alrededor con dos polos opuestos. El polo afectivo lo componen su amigo Shorty, su novia Peg y su madre Anna (estas dos últimas sin compartir su ambición). El otro polo está formado por dos hombres y una mujer que, cuando empieza el éxito, instrumentalizaran su carrera hacia la gloria para sus propios fines materiales: Quinn, el entrenador sabe dar la vuelta alrededor de su presa y olfatarla antes de echarse encima; abre la puerta en el momento adecuado a Alice para retenerlo mejor; el señor Roberts siembra con dólares frescos pero mal olientes el camino de Charlie que todo el grupo comparte… Hasta que se descubre otro joven ambicioso como nueva presa: Charlie tendrá entonces que aceptar el combate trucado.

Primera secuencia

La pesadilla de Charlie


Empieza la melodía – un éxito durante años de Hugo Friedhofer que marca unos puntos –  que acompaña un largo travelling en picado sobre el jardín hasta la cristalera del dormitorio: Charlie en la cama se despierta de una pesadilla gritando: ¡Ben!
Anna Davis, la madre de Charlie, le
echa de casa mientras Peg llora en el dormitorio. Nos enteramos que Ben ha muerto.… Charlie va al club donde canta Alice (Jazz): ella también le rechaza.

Secuencia antes del combate trucado Charlie contra Marlowe
Roberts, Charlie y Quinn


El señor Roberts fija las reglas del juego:  te peleas en 15 rounds, como previsto. Ni heridos, ni KO. Pierdes en los puntos. ¡Cobras e ya está! Sabes cómo es: las apuestas están hechas. Sumar y restar;  todo lo demás es hablar
Roberts añade su frase favorita: Todos morimos: Ben, Shorty.. tú…  frase que Charlie le recordará al final.
Charlie se rebela: podría acabar en dos rounds. Roberts le avisa: puede ser pero el dinero es listo y tú también.
Quinn, el manager: 15 rounds, es muy largo, señor Roberts
Roberts: ¡que lo haga más corto!

El polo afectivo: Charlie, con Peg y Shorty,  inquieto cuando su madre recibe a una asistente social


Empieza el flashback de Charlie: su primero combate amateur, encuentro con la dulce Peg. Ella es pintora, ha viajado- Charlie es un verdadero cateto, un niño inocente, dice Peg… pero ambicioso. Sus padres, Anna y David, han comprado una tienda con hipoteca. Mientras Anna está en contra de una carrera de boxeador y quiere que estudie, David le apoya.

Quinn, Shorty Charlie en el billar


Shorty convence a Quinn para que sea el manager de Charlie; éste no lo tiene claro: ¡hará de ti un profesional. Muerte del padre de Charlie en un atentado: ¿extrema derecha en un acto antisemita o ajuste de cuentas?, el guión no nos aclara.  Pobreza, melodrama… Charlie se lanza en busca de la fama: trenes, carteles… ritmo musical de acompañamiento… lo típico de la representación de la gloria de las  “estrellas”… hasta que cada cicatriz responda al nombre de un combate o una ciudad… ¡Recibes golpes pero vale la pena!, dice a Peg.


¡Kill him, Charley!, grita Alice en el combate Charlie vs Ben.

Quinn introduce a Alice en el grupo. Ella también tiene ambiciones y quiere ligar a Charlie que está a punto de casarse con Peg… Conviene no esperar que Charlie entre en decadencia.
El combate contra Ben era trucado por Roberts. No se ha avisado a Charlie que Ben tenía un coagulo de sangre y que no hacia falta darle tan fuerte. Disgustado,  Shorty decide separarse del grupo; muere poco después, atropellado por un coche.

¡Dejalo ya… o yo te dejo!, amenaza Peg

  
Pero Charlie prefiere seguir con Roberts y pide a Ben que tome el lugar de Shorty a su lado. Roberts sigue con su negocio de jóvenes descubrimientos y plantea a Charlie un combate trucado: 60 000 dólares a cambio de tumbarse en el combate contra el joven Marlowe, ”el niño del Texas” .

Fin del flashback con la  muerte de Ben… pero la cámara no enfoca la imagen de Charlie al principio del  flashback. Vuelve al travelling de la primera secuencia con Charlie despertándose de una pesadilla con el grito: ¡Ben!, antes de situarnos en la secuencia antes del combate trucado: pequeño guiño al afecto entre Ben y Charlie, una manera bastante pesada de insistir sobre los estados de consciencia de Charlie.

El combate final: Charlie no acepta recibir golpes, no quiere acabar como Ben:  en el último round acaba con Marlowe. Quinn y Alice se quedan destrozados, probablemente más que Marlowe y Charlie decide pasar de Roberts: nunca me he sentido tan bien. ¿Qué piensas hacer, Roberts, matarme? Todos morimos
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La caída de Ben


Así que tenemos que creernos que los poderosos pueden dejar pasar una pérdida de dinero porque un ambicioso y orgulloso boxeador quiere seguir ganando.  Una resolución poco creíble que,  dos años más tarde,  Robert Wise tratará con veracidad, elegancia y humanidad en The set-up. Este final “feliz” es el de  una Peg alegre y excitada, incomprensiblemente transformada cuando su querido Charlie demuestra ser todavía  el campeón;  lo que anula la caracterización de un personaje que Lili Palmer interpreta sin mucha convicción. Mientras, en el caso de Charlie, tenemos que aguantar la evolución cada vez más corrupta del protagonista que confirma el final “feliz” y apaga el esfuerzo de John Garfield para no perder totalmente su hollywoodiano carisma de leyenda.  

David y Anna, los padres de Charlie


Este primero guión fallido de Polonsky vendrá compensado por el de Force of Evil  (La fuerza del destino-1948) en el que se inicia a la dirección apoyado por una buena actuación de John Garfield con una atmósfera francamente más negra que Body and Soul y este mismo ambiente de barrio judío pobre de Nueva York. Además parte del equipo, con Robert Rossen a la cabeza, se crió o tiene relación comunitaria con este barrio. El padre de Joseph Pevney (Shorty) era relojero en el barrio y los padres de John Garfield se llaman, como en la película, David y Hannah. El mismo Garfield se dedicó en el principio de su carrera al boxeo. Por lo que concierne a la relación de algunos de ellos con el macartismo, tratamos este tema en este blog con el dossier Edward Dmytryk y las películas de John Garfield: la citada Force of Evil o  He ran  all the way (Yo ame a un asesino-John Berry-1951).
 Robert Rossen: guionista desde 1947-(por ejemplo Racket Busters de  Lloyd Bacon o The Roaring Twenties de Raoul Walsh con Bogart) y, en la década 40: Out of the fog (Anatole Litvak-1941-con Ida Lupino y John Garfield), Edge of Darkness (Lewis Milestone-1943), The strange love of Martha Ivers (Lewis Milestone-194). En 1949, participa en la redacción del guión de The Acused de William Dieterle.

Ben ha reemplazado a Shorty en el polo afectivo


En 1947, Rossen se lanza en la dirección con Johnny O’Clock seguido por Body and Soul.
El equipo técnico de la película es de lujo. La composición musical de Friedhofer se hace famosa, la fotografía de James W.Howe y el montaje de Parrish son perfectos en los (escasos) combates de boxeo. El productor no es el impresentable señor Roberts pero tiene este apellido y los estudios Enterprise Studios era una producción independiente fundada por John Garfield y dos otros productores en 1946, cuando el actor acaba su contrato con Warner.  Los estudios van a producir Body and Soul seguida por  Force of Evil y Arch of Triumph (Lewis Milestone-1948) y Caugh (Atrapados-Max Ophüls- 1949). En cuanto a Robert Rossen habrá que esperar 1961 para tener otra obra de cine negro, probablemente su realización más importante: The Hustler (El Buscavidas) con Paul Newman.

Antes de The Hustler, Rossen se interesa ya a los billares


Body and Soul forma parte de las películas totalmente previsibles en su tema y también su estructura. Los talentos conjugados de James Howe y Richard Parrish  no bastan para hacernos sentir el soplo del buen cine negro que nos da  The set-up de Robert Wise con la fotografía de  Milton R.Krasner y el montaje de Roland Gross. Rossen y Polonsky optan más bien  por el melodrama hollywoodiano con este enfrentamiento entre los dos polos del grupo con Charlie en su núcleo. Dos polos, el Bien y el Mal, así de simple. El vértigo de la gloria, el dinero y el lujo  y,  a continuación,  la caída del héroe es el otro tema del melodrama. El final feliz que salva la moral con un rebote complementa esta estructura clásica del cine de la época. Pero… las limitaciones del guión son patentes. Ya citamos lo inverosímil del final. El efecto dramático pesa con la muerte de los honrados: Shorty, en realidad asesinado en este falso accidente de coche (excelente Joseph Pevney que también resaltaba en Thieve’s Highway de Jules Dassin);  Ben matado por la regla del juego de los mafiosos). Las mujeres se presentan en un contraste exagerado entre la femme fatale (Hazel Brooks) y la tierna y maternal Peg (Lili Palmer) mientras la madre se sitúa en el eje de la moral con la rígida Anne Revere que tiene la misma expresión, permanente desde que cuidaba de su hermanita Alice Faye presa del peligroso Dana Andrews en Fallen Angel (¿Ángel o Demonio?-Otto Preminger1945)… expresión que seguirá persiguiéndonos en Secret beyond the Door (Fritz Lang) rodada el mismo año que Body and Soul.
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