2.6.13

Ética y Moral



En “Inflación Ética” señalo las confusiones que hay entre moral y ética en nuestra actualidad. quiero sacar unas conclusiones que me permiten,  desde una ética individual en devenir, acercarme a los problemas sociales, políticos, económicos para dirigirme con más claridad en la reflexión sobre la relación Ética-Sociedad. Particularmente, acabar con la confusión entre ética y valores morales.

La palabra ética proviene del latín ethĭcus, y este del griego antiguo "êthicos". Es preciso diferenciar al "êthos", que significa "carácter", del "ethos", que significa "costumbre", pues "ética" se sigue de aquel sentido y no es éste. Desconocer tal diferencia lleva a la confusión entre "ética" y "moral", pues esta última nace de la voz latina "mos, moris", que significa costumbre, es decir, lo mismo que "ethos". Si bien algunos sostienen la equivalencia de ambas nociones en lo que a su objeto respecta, es crucial saber que se originan a partir de conceptos diferentes.

Moral

La moral es una manera de vivir.  (Usos y costumbres)

Más allá de las intenciones, no puedo ignorar los efectos y consecuencias de mis actos sobre la sociedad y los evalúo en función de los usos y costumbres de esta sociedad. El problema moral se sitúa en el momento en que se decide la acción, antes del acto: si este resulta ser un perjuicio para el prójimo, mi deber es prevenir antes que reparar.

-Podemos hablar de moral deontológica cuando enunciamos preceptos como: deber preservar las futuras generaciones, no deber vengarse, deber practicar una autocensura en la expresión si choca con los valores establecidos en mi sociedad… todos valores morales objetos de debates en la sociedad que permiten la transformación de sus usos y costumbres.

-Podemos hablar de moral utilitaria o teleológica cuando enunciamos preceptos subordinando los medios a los fines como: este acto es justo si aumenta la felicidad general.

Los valores morales

No hay razón para asimilarlos a unos dogmas o recordar un fundamento histórico religioso que, si lo tienen, han experimentado la metamorfosis que los devenires imponen a un cuerpo social como lo hacen con el cuerpo individual. Los valores morales guían la acción ciudadana con un fundamento laico en las sociedades que se reconocen como democráticas.  

En esta “ecología de la acción” como la llama Edgar Morin, conviene tomar en cuenta la incertidumbre que presenta el momento que precede a la decisión. En cualquier caso, nos situamos en función de los usos y costumbres de la sociedad de la cual formamos parte. Los valores morales de la sociedad plantean a cada uno un deber como ciudadano y una voluntad de decisión como individuo.

Se puede legislar sobre la base de valores morales. El ciudadano puede exigir a los representantes de las instituciones que estructuran su sociedad,  una responsabilidad en función de estos valores morales, deontológicos o teleológicos.

Ética

La ética es una manera de ser. (Carácter)

Voy comprendiendo que, más allá de los impulsos y afectos, mi sensibilidad me permite percibir y discernir en función de un devenir de mi carácter, de mi manera de ser. Percibo y discierno particularmente los valores morales de la sociedad humana en general: qué es moral, qué es un juicio moral, etc… no sólo en mi sociedad sino en el conjunto de las distintas sociedades.

La percepción y el discernimiento van agudizando mi sensibilidad. Puedo sentir lo que es “incorrecto”, “injusto”,  y lo que no lo es. No se trata de deber ni de voluntad.

La sociedad se despliega en sus aspectos políticos, económicos. Los intereses individuales o de grupos tensan las relaciones. Mi sensibilidad discierne estas tensiones y va encontrando una actitud, una manera de estar y de ser que no tiene otra meta que agudizar esta sensibilidad frente a nuevos eventos posibles. No puedo exigir del prójimo un devenir de su manera de ser conforme a la mía.

Mis exigencias de ciudadano frente  a las tensiones desplegadas no corresponden a unas sentencias éticas sino a la necesaria aplicación de las reglas que hemos definido en común. Si delego mi responsabilidad, voy perdiendo sensibilidad y obstaculizo un posible devenir. Si delego mi responsabilidad, ¿cómo puedo exigir de los elegidos una actitud ética si las reglas que ellos definen les permiten actuar como para crear más tensiones?

  Sólo cuando los individuos estén,  por separado, en un devenir de su manera de ser conforme a su propia sensibilidad agudizada, estas reglas conforman un cuerpo social con una manera de ser ética, sensible, que sabe percibir, discernir, debatir y resolver las tensiones que aparecen en su seno.

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