26.12.10

Imagina-V: Desarrollo de la imaginación

Dossier IMAGINACIÓN  (Blog Individuo y Sociedad)
La naturaleza de la imaginación ¿se va formando a la par con los otros modos de pensamiento?
¿La imaginación se desarrolla a partir de las emociones?
En esta segunda parte de la mesa redonda (ver Imagina-IV) los participantes intentan responder a estas preguntas antes de plantearse la relación entre la imaginación y el sentido de las cosas.


Piaget ve la imaginación como la etapa inicial del pensamiento formal. Según él, el pensamiento del niño es intuitivo y va asimilando unas nuevas experiencias que tienen que acomodarse a sus estructuras mentales preexistentes. La realidad se somete a estas estructuras nacientes, lo que se traduce por una distorsión de lo real, por el desarrollo de la imaginación creativa y el juego simbólico. Es el principio del lenguaje como sistema simbólico. El niño trae a su imaginación y evoca unas realidades fantasiosas que tienen sus raíces en las imágenes mentales.


La imaginación, la razón, la memoria… ¿se construyen en paralelo?C: Cuando pienso, me cuesta separar los diferentes modos de pensamiento que son mi imaginación cuando tengo una idea, mi memoria cuando se despierta un recuerdo, mi razonamiento sobre cualquier cosa, o mi voluntad de acción. Cuando distinguimos estos diferentes modos unos de otros, me parece que sólo reflejamos la preponderancia de uno sobre los demás. En realidad, estos interfieren permanentemente, son interdependientes y, en definitiva, no hay otra cosa que el movimiento global de un cuerpo con sus emociones y pensamientos.

A: Reconozco la dificultad que tenemos cuando intentamos tratar por separado los modos del pensamiento. Eso se ve muy bien cuando, por ejemplo, creamos una metáfora. Cuando digo: Internet es una inmensa urbe en la cual los habitantes son palabras e imágenes entrando y saliendo de los edificios, invadiendo las calles en un tráfico continuo donde unos y otros se cruzan y se intercambian…todos mis modos de pensamiento, tantos racionales y creativos como mi memoria y el lenguaje que utilizo entran en actividad. Eso pasa con todo lo que hablamos antes con respecto a la representación, como la similitud, la analogía, la oposición…

D: El aprendizaje de estos procesos en el marco de la formación del niño ha sido interpretado de manera distinta según los psicólogos. Henri

C: Esta claro que, con el juego simbólico, el niño puede modificar sus representaciones para responder a sus necesidades, reconstituye una situación ya vivida, la transforma y libera así las tensiones creadas por las exigencias de acomodación por parte de los que lo rodean.

D: De hecho, el niño no tiene más imaginación que el adulto. Más bien, es su dificultad de acomodación a la realidad lo que le da a su fantasía una actividad que sorprende al adulto. Su singularidad desarrolla deseos e intereses subjetivos que se traducen en él por unas emociones. El psicólogo Lev Vygotsky, a pesar de compartir con Piaget este punto de vista, defiende la idea de una imaginación que se construye en una interacción con los distintos componentes del pensamiento como la razón o la memoria. La imaginación y el pensamiento racional se desarrollan en paralelo según Vygotsky. Es un desarrollo progresivo que llega a su plenitud cuando el individuo tiene la capacidad de liberarse de las obligaciones de la realidad. Cuando la realidad difiere de las necesidades del niño, la imaginación se manifiesta en una satisfacción ficticia por el «es como si», el «¿vale que…?» y los juegos simbólicos.

Hume, el humano es un animal naturalmente productor de artíficios, que busca siempre nuevos propósitos, nuevas pasiones que sobrepasan su interés inmediato… y nada puede garantizar una finalidad racional a este devenir del humano.


¿Es la emotividad el fundamento de la imaginación y la fantasía?
C: La niñez sólo conoce los humanos que la rodean y no sitúa todavía la humanidad dentro del espacio-tiempo. El niño se enfrenta con dos mundos, a veces antagonistas: el mundo racional con la única producción de lo material, o el mundo irracional, el sueño, la fantasía.

A: Lo que Vygotsky nos dice, parece ser, es que no hay necesariamente enfrentamiento. La imaginación busca la razón para realizar sus sueños. ¿No es el caso de los directores de teatro y de cine? Cuando Truffaut hablaba de lo que el cine le permitía hacer desde la realidad, añadía: «Hacer una película es mejorar la vida, arreglarla a su manera, prolongar los juegos de la infancia…». La escenografía, como los juegos simbólicos de los niños, revela las dimensiones afectivas, corporales e imaginativas de un director y de su equipo. Es la curiosidad y el placer de la creatividad, la fuerza de los contactos humanos, las máscaras que se utilizan o se quitan y, a veces, la violencia de estos contactos…

D: Según Vygotsky, el niño construye su mundo de fantasía por su emotividad y no por la riqueza de sus ideas. Cuando la realidad se aleja de sus necesidades, es la emoción que nace en él lo que estimula su imaginación. Sin embargo, si la imaginación es una dimensión de la afectividad, el pensamiento conceptual también tiene un componente emocional que responde a unos deseos y unas necesidades, como lo demuestran las invenciones o las revoluciones ideológicas, por ejemplo. Vygotsky añade que, desde la adolescencia, no es únicamente la afectividad la que solicita la imaginación, sino que ésta se enriquece con el desarrollo intelectual y el dominio de los conceptos.

La fábula
C: La fantasía me aparece como un nivel de la imaginación que se separa de la realidad y, en consecuencia, no busca la razón. Es la imaginación en su actividad libre de invención y producción, o sea el imaginario de que hablamos antes. Siempre puedo inventar un bestiario mientras contemplo las nubes, o divagar cuando cuento eventos pasados o futuros, o idealizar la realidad que me rodea…

B: No sólo la fantasía nos separa de la realidad que nos rodea, también nos separa de nosotros mismos. El artista no puede sentir la misma tensión cuando describe un evento que trata de una realidad y cuando utiliza su imaginación para representar una fantasía. Hay, en este último caso, una tensión entre el artista y algo esencialmente nuevo que nace en él, algo como la necesidad absoluta de tejar una fábula. Es como si se liberase de la gravedad para volar hacia la ficción. ¿Por cierto, la imaginación no triunfa precisamente con la ficción?

D: Ceder a la ilusión de la ficción es un proceso que viven, con otra finalidad, quienes se dejan seducir colectivamente por la retórica manipuladora de ciertos lideres. Estos saben sacarles de sus mediocre realidad para que acepten la fábula que lleva a un nuevo mundo al servicio de nuevas religiones, nuevos dioses o de una falsificación política.

A: Eso me recuerda esta cita, aunque no me acuerdo del autor: «El yo perpetúa la ilusión de él mismo y, en general, prefiere tomar en cuenta sólo lo que corrobora e intensifica esta ilusión»… Me parece que tendríamos que retomar esta relación entre la imaginación y el pensamiento racional. 



¿Es la imaginación creadora de sentido?


C: Deduzco de lo que se ha dicho hasta ahora que hay, en el proceso de pensamiento creativo e imaginativo, la necesidad de un sentido.

D: Tenemos que aclarar este punto. De hecho, es la imaginación la que proporciona el sentido. Esta se encuentra en el origen de nuestra aptitud para innovar, para crear nuevos conceptos o modelos. Más experiencia ha vivido un individuo, más materia tiene para construir y crear. Con las impresiones acumuladas, la imaginación puede reorganizar los elementos en algo nuevo y darle un sentido.

A: Hemos hablado antes de la necesidad de crear, esta curiosidad que nos empuja a transformar el espacio-tiempo…

B: ¿Transformar el espacio-tiempo?

A: Lo esencial de la actividad de nuestra imaginación es el paso incesante entre pasado y futuro, ya sea una reconstrucción del tiempo pasado en un espacio que no se puede actualizar o una proyección en el futuro desde la experiencia pasada en un espacio-tiempo que no nos pertenece todavía.

D: Esta reconstrucción del evento pasado en un espacio-tiempo en proceso de elaboración, esta forma de trabajar de nuestra imaginación cuando tiende hacia la producción de un sentido, constituye lo esencial de nuestra actividad mental. Es objeto de nuevas investigaciones que se apoyan en parte sobre lo que decía Vygotsky cuando describía la creación de una producción imaginaria como el resultado de dos operaciones mentales: primero, las impresiones vividas, las emociones producidas que se traducen, dentro de la actividad de los mapas neurales, por la retención de partes de estas impresiones y una conservación de imágenes que suelen ser alteradas. Esta operación es una disociación. Después, viene una reorganización de las imágenes alteradas a las cuales se añaden unos elementos subjetivos (intuición, sentimientos, estado fisiológico…) así como unos datos objetivos. Es una operación de asociación. La producción imaginaria que resulta de estas dos operaciones se traduce en una nueva idea, o la puesta en marcha de una nueva acción o…una nueva emoción.

A: Bueno… pero, para elaborar estas operaciones mentales, hay necesariamente una intención, una fuerza que nos empuja, que sale de nuestras sensaciones, nuestras impresiones, nuestro estado emocional. Un deseo de crear, de comprender que actúa dentro de nosotros como fuerza vital que utiliza todos sus recursos, los cuales son el resultado de miles de años de aprendizaje.

Continúa….

1.12.10

Imagina-IV:procesos de la representación

Dossier IMAGINACIÓN  (Blog Individuo y Sociedad)
En esta segunda jornada de la mesa redonda sobre la Imaginación, (ver Imagina I y Dossier "Imaginación"), entramos en el proceso del pensamiento. La existencia de la imaginación es un enigma dentro del estudio de los seres humanos. Cuando se trata de explicar las facultades humanas fundamentales, los científicos nos dicen que es necesario comprender la naturaleza de la imaginación.


«Todo es posible. El tiempo y el espacio no existen. Sobre una trama débil de realidades, la imaginación teje y modela nuevas formas» (Última frase de Fanny y Alexander de Bergman extraída de El sueño de August Strindberg).


La imaginación como actividad mental: aprehensión y esquematizaciónA: Hemos situado el organismo en el espacio-tiempo. Mi organismo vive un flujo permanente de objetos, la naturaleza que me rodea, mis pensamientos, mi imaginación, el movimiento mental. Todos los elementos de este flujo son distintos. También, todas mis percepciones asociadas son distintas. Estas van a definir mi sensibilidad antes de volverse activas. Hemos visto anteriormente que, con respecto a la pasividad de mi sensibilidad, la actividad del cerebro es un movimiento dentro de un tiempo virtual y el “Yo”, la subjetividad, es parte de este movimiento consciente. Una consciencia inmediata de uno mismo (ver Imagina II Octubre 2010).

D: Hemos visto que, desde todo el contenido de lo que se presenta en un evento o un pensamiento, los “objetos emocionales” que “afectan” a la sensibilidad son captados, en una aceptación, por medio de unos dispositivos cerebrales que cartografían el cuerpo: mapas neurales, zonas de activación, etc… Esta aprehensión de un contenido de consciencia es subjetiva ya que se acompaña de la idea del “Yo” (ver Imagina-III Noviembre 2010).

A: Esta aprehensión, esta captación del contenido de consciencia, la síntesis de este puzzle, son un proceso que caracteriza la imaginación. A esta capacidad productiva, se suma la capacidad de reproducir mentalmente los objetos percibidos anteriormente. Por ejemplo, si tienes la idea de ir al cine o expresas este deseo a unos amigos, tanto en ti como en ellos podrán nacer una serie de imágenes relacionadas con la sala de cine, los actores… imágenes confusas en cualquiera espacio y, a veces, en tiempos aleatorios.

C: Eso me recuerda esta frase de François Truffaut que se sentía «el hombre más feliz del mundo». Nos explicaba cómo una escena de la vida cotidiana que lo había emocionado, despertó en él la idea de incorporarla en una película. Dejó su imaginación adaptar y transformar la materia de base que lo inspiró, modelándola en una nueva secuencia.

A: Tocas aquí al punto de la representación mental de lo que ha sido captado por la imaginación. La escena que llama la atención de Truffaut actúa sobre sus mapas neurales, lo que pone en marcha sus facultades imaginativas, representativas, su memoria y su capacidad técnica con el razonamiento que corresponde. El contenido de lo que se ha presentado en el evento, aquí externo, y que ha sido captado, se va a reproducir en un espacio-tiempo virtual del mental. Podemos pensar que esta reproducción se ensambla por partes espaciotemporales, un puzzle complejo, automático e inconsciente.

B: Quiero llamar la atención sobre unos cuantos acercamientos a la descripción de este proceso. Los románticos, por ejemplo, han dado más importancia a las emociones y a la imaginación que a la razón, la cual formaba con la imaginación la síntesis de la representación en la época clásica. Para J.P. Sartre, el poder que la imaginación ejerce sobre las cosas más allá de la realización representa nuestra capacidad de trascender el mundo tal como se presenta, o sea nuestra libertad. Conviene también distinguir la imaginación y la facultad para representarse las cosas, del imaginario, el cual corresponde a lo que produce la imaginación: los mitos, los símbolos que, según Lacan, definen la verdadera historia del “Yo”.

A: Pienso que nuestro propósito debe limitarse al tema de la imaginación como modo de pensamiento sin entrar en las producciones imaginarias.

B: A la facultad de aprehensión de lo que se percibe, la imaginación añade la capacidad de esquematización.

C: ¿A qué se refiere?

B: Por ejemplo, en el caso del aprendizaje, cuando tengo que comprender un nuevo fenómeno que se me presenta, poder realizar un juicio que me permite ahondar mis conocimientos, voy a encontrar en mi imaginación la ayuda para crear esta relación conceptual. Puedo hacerlo sin imágenes, sustrayendo el espacio-tiempo, o utilizando partes de espacio-tiempo distintos para aprehender mejor el fenómeno.




La fractura: realidad y representación
A: Para que haya una representación, estas capacidades de la imaginación deben ser complementadas por un discurso lógico. Las ideas, las imágenes que las acompañan, las palabras que las forman, se encuentran sintetizadas en la representación. Mi cerebro puede representarse el contenido de la idea que le permite la reflexión, la comunicación, la acción.

C: Detrás de la palabra “representación”, hay, de hecho, unos procesos distintos propios de la imaginación: hay lo que se presenta y lo que se presenta de nuevo que es lo que se re-presenta bajo otros aspectos. Pienso a la presentación intempestiva de imágenes dentro de un espacio cualquiera que, a veces, nos invaden, particularmente antes del sueño.
Por ejemplo, con los ojos cerrados, puedo ver presentarse una multitud de caras humanas. Es una impresión retiniana, sin la intervención de ningún pensamiento, sin discurso lógico.

A: En este caso, es la cosa misma la que se presenta, en una relación de identidad con ella misma.

B: Claro. Pero el caso más frecuente es que la realidad actúa sobre mi sensibilidad que, como lo hablamos anteriormente, se encuentra “afectada”, lo que crea un estado emocional y un movimiento mental. Cuando mi imaginación representa la realidad, la apariencia de la realidad para ser más preciso, se produce una fractura entre esta realidad y su representación. De hecho, lo que se está representando dentro de mi es la imagen deformada de la diferencia entre mi movimiento mental y la realidad. Se ha formado una relación de denominación y por consecuencia, de analogía, de similitud o…de oposición a la realidad. Esta relación, voy a retenerla, memorizarla.



Trauma, traumatismo y condicionamientoD: Tenemos aquí el punto de partida del condicionamiento. Como lo señalan Boris Cyrulnik y Peter Levine, cuando un animal vive un trauma, por ejemplo el ataque por otro más fuerte, una reacción adaptativa hiela cualquier forma de vida en él, lo deja pasmado. Cuando el ataque para, un proceso natural le permite volver a la vida. El humano conoce esta forma de reacción adaptativa frente a una situación de trauma. Sin embargo, su capacidad muy desarrollada de representación mental lleva su imaginación a re-vivir el trauma dentro de una representación de imágenes y de palabras. La idea de Ana Freud es que está atacado dos veces. En la realidad, primero: si la percepción de la situación y la consecutiva emoción conducen a una perturbación del estado emocional, un sufrimiento, aunque la reacción adaptativa le ha permitido helar la sensación. En un segundo tiempo, es la representación de la realidad lo que lo ataca: la memoria y la imaginación permiten re-vivir la emoción y el sufrimiento vividos. El individuo está traumatizado, su traumatismo ha nacido de la representación del trauma. Puede repetir mentalmente el evento, dentro de una representación deformada por su pasado, su medio cultural y afectivo. En él se forma un surco que irá arando según múltiples parámetros que despertaran en él este trauma: las palabras por supuesto, o las imágenes de una película, un perfume, la similitud entre la situación presente y el evento traumatizante…El individuo está condicionado.

A: Así, la imaginación actúa en función del conjunto de los dominios sensoriales del organismo y también de lo que se presenta dentro de este organismo, fuera de la realidad exterior. Utilizando las sensaciones y la memoria, ella manipula la información y nos condiciona. Conviene añadir otros términos a su acción. ¿No hay una necesidad de crear, una curiosidad que nos empuja para transformar el espacio-tiempo, y que, a cambio, nos transforma?

C: «La vida es ante todo una corriente que se transmite a través de la materia» nos dice Bergson.

Del cazador del paleolítico al niño del siglo XXID: Los científicos nos dicen que es necesario comprender la naturaleza de la imaginación porque las facultades mentales fundamentales propias de los seres humanos dependen de la imaginación.

C: ¿Qué les conduce a tal afirmación?

D: Ante todo, las investigaciones arqueológicas que parecen confirmar el hecho de la adquisición por parte de los humanos, desde el Paleolítico superior, de la aptitud para la innovación. Tal hecho está relacionado con el desarrollo de las capacidades asociativas de la imaginación: creación de nuevos conceptos, nuevos modelos mentales. Desde esta época aparece el uso de herramientas más perfeccionadas y probablemente el lenguaje. Para transformar la piedra, existente, en herramienta, inexistente, no hay más remedio que abstraerse de una situación dada, tener previsto hacer algo, proyectar, anticipar. Estas son estructuras mentales que necesitan manifiestamente una puesta en imagen, una imaginación.

A: Hemos visto que la imaginación como fundamento de la innovación, permite operaciones como la analogía, la similitud… y trasladar una experiencia adquirida hacia un nuevo entorno, extraer una técnica o una idea desde una situación dada para aplicarla a otra nueva. También, pone en relación dos ideas aparentemente sin ningún lazo, en un medio donde nacerá una nueva técnica.

C: Es así que, después de tallar la piedra y fabricar la lanza para cazar, el humano concibe, dentro de otra situación, su uso para matar al enemigo… ¿Y qué se puede decir del lenguaje en está evolución de la estructura mental?

A: Se puede pensar que el lenguaje es, en parte, dependiente de las emociones del individuo. Sin embargo, un lenguaje articulado no parece necesario para dominar situaciones complejas y acciones coordinadas. Los cazadores o los recolectores han podido transmitirse, a lo largo de generaciones, las informaciones necesarias por mimetismo. Eso se ve muy bien en el caso del niño. Antes de saber hablar, puede fijarse una meta y elaborar la acción asociada comunicándose con el medio.

Continua…