10.2.11

Cuerpos encerrados



"Hunger" Steve McQueen: huelga de higiene y hambre en la cárcel

El enfrentamiento del individuo o del grupo con el cuerpo social ha dado lugar a las imágenes del encerramiento que definen, al abrigo del exterior, el espacio donde todas las crisis, todos los excesos están permitidos. La incomunicación entre generaciones y las viejas tradiciones con los castigos corporales que se mantienen en las "Public School" británicas son denunciadas: el puñetazo de Lindsay Anderson con If… en 1968 trastornó una sociedad en plena revolución social, ¡lo que hubiese provocado Elephant (Gus van Sant-2003) en el mismo contexto!

El cuerpo encerrado, frente a la presión social


Tres películas se estrenan el mismo año 1973: El último tango en Paris, La maman et la putain, La gran comilona. Producciones de vanguardia que dan una fuerza artística y poética a las secreciones corporales. Con una "modernidad" actualizada, menstruaciones, vómitos, defecaciones salen del armario. Los personajes se encierran para actuar en contra de la presión social. Llevan hasta unos límites extremos un modo de vida compartimentado, repetitivo, miserable, reflejo de una sociedad europea que se está arrojando inconsideradamente al pozo del consumo.

Dos años más tarde, Pasolini establecerá la condición necesaria y suficiente para que un empresario salga de su encerramiento familiar, se libere de su ropa y vaya bramando por las arenas del desierto.
El mundo cerrado de Teorema representa el agotamiento completo de un medio, el Ángel invitado arrancando lo que cada uno esconde: padre, madre, hijos y servidores. Como en la Susana (Demonio y carne- Luis Buñuel- 1951), las pulsiones tienen que ser exhaustivas.

"Suzana": despertar del deseo



"Suzana": Explicitación del deseo




"Suzana": la vuelta al orden patriarcal



Puertas, ventanas y rejas, cuerpos encerrados en el cortijo, territorio de las pasiones y de los celos, de la dominación y del sometimiento. En un proceso que apura por completo las pulsiones para volver a un orden patriarcal, Buñuel nos ofrece una asombrosa representación de los tabúes en una sociedad anquilosada y dominada por la religión.
Este mundo cerrado es el que Tsai Ming- liang recrea en El rió (He liu- 1997), el espacio falsamente abierto del Ángel Exterminador. Los personajes se quedan prisioneros de una virtualidad, de la imposibilidad de realizar su devenir, remitidos a su soledad, frustrados por las prohibiciones que les impone el cuerpo social. Cuando dejan estallar sus pulsiones, en seguida las amortiguan. Asalto incestuoso de la madre, encuentros homosexuales del padre. Se liberan sólo cuando van hasta el final de las mentiras, con el reconocimiento del deseo prohibido. Reconocimiento del uno por el otro –aquí el padre y el hijo – y nuevo despertar de una consciencia de uno mismo que los prejuicios sociales habían refrenado.


El cuerpo encerrado por la sociedadEn cuanto al debate sobre el encerramiento psiquiátrico y el tratamiento de los enfermos mentales, tiene un camino difícil en Europa y no acaba de abrirse en otras regiones. El cine ha sido en este tema un vinculo esencial: desde Nido de víboras (The snake pit- Anatole Litvak - 1948) pasando por la obra de Tennessee Williams y particularmente De repente, el último verano (Suddenly, last summer- Joseph Mankiewicz - 1959), y por supuesto Alguien voló sobre el nido de cuco (Milos Forman-1975) y, recientemente Shutter Island de Martín Scorcese. Pero, ¿cómo olvidar la representación cinematográfica demoledora del encerramiento que hace Sam Fuller en Corredor sin retorno (Shock corridor-1963)?, particularmente esta secuencia donde el protagonista, en su investigación en un psiquiátrico, se encuentra en la zona de las mujeres…


"Trouble every day" (Claire Denis): el encerramiento hasta la muerte de Beatrice Dalle



Del enfrentamiento al encerramiento, de los años 60 hasta los años 2000, el cuerpo se vuelve objeto de investigación. El cuerpo como arma al servicio de todos los fanatismos, o de los poderes institucionales con sus excesos ideológicos.

Es el testimonio de Pasolini con la encerrona en la ciudad de Salo, donde el cuerpo y la dominación de sus secreciones se vuelven el territorio del arte cinematográfico, con sus ciclos "manías", "mierda", "sangre" y "muerte".

Hunger: ciclo de la mierda


Más tarde, en el encerramiento penitenciaria de Hunger (Steve McQueen- 2008 tratada en este blog, ver enlace), se cuestiona también el cuerpo. Encontramos en Hunger el testimonio de Pasolini con sus ciclos de mierda, sangre y muerte. «En Hunger, no hay una noción simplista de héroe, martirio o victima» dice McQueen. « ¿Qué pasa con el acto político cuando la resistencia al poder se hace siendo uno mismo verdugo de su propio cuerpo?», pregunta el cineasta McQueen pone así en evidencia la idea tan actual de «la concepción de los cuerpos como campos de batalla política». Se vuelve aquí pura demostración de la exigencia de libertad.


El dossier TABÚES termina en: Cuerpos liberados

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