Los canales de televisión, la red y los periódicos insisten en denunciar la delincuencia del cobre. Se señalan a los nuevos delincuentes, los de las chatarras y de sus pequeños negocios, gente de la calle con sus carritos, los intermediarios, la economía sumergida… los cables eléctricos robados, las fundas arrancadas, toneladas de cobre almacenado y la subida del precio del cobre que resulta de tales delitos.
Sin embargo… al lado de este método artesanal de especulación sobre el cobre, existe el método legal. En la bolsa de cambios de los metales, el London Metal Exchange, el banco JP Morgan se ha apropiado de más de 150 000 toneladas de cobre[1]. más allá de la apuesta sobre los movimientos de los metales, este banco ha creado un fondo de comercio, Exchange Trade Fund, que le permite almacenar físicamente el cobre. Además, JP Morgan ha adquirido una sociedad especializada en el almacenamiento.
Imputar a la pequeña delincuencia el aumento de los precios del cobre es un ejemplo más de la desinformación en la cual nos sumergen los media.
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[1] The Telegraph del 7 de Diciembre de 2010