10.10.11

André, François y el crítico


Dossier André Bazin
En la década de los 40 del siglo XX, Bazin aparece como un crítico de cine vanguardista: más allá del análisis de la naturaleza de la imagen, plantea la pregunta sobre la función del crítico. Las películas son analizadas en esta época desde el aspecto anecdótico, y Bazin reprocha a la crítica cinematográfica su falta de opiniones y juicios sobre la materia misma del cine: calidad de la fotografía, de la escenografía, de la utilización del sonido, del montaje…

Para transmitir su reflexión sobre una obra cinematográfica, los críticos de cine navegan entre dos polos: el periodismo esencialmente semanal, siguiendo los estrenos en salas, o el estudio profundo, incluso la teoría, en las revistas especializadas o los libros. ¿Conviene tener unos objetivos distintos según el soporte utilizado, prensa o revista y libro? Conocemos la tendencia actual: la presión de la distribución, la influencia promocional de los canales de televisión que actúan como productores, conducen, a veces a unas críticas subjetivas "me gustó, no me gustó", unas críticas descaradamente al servicio de la taquilla y, otras veces, a un lenguaje universitario y teórico. El lugar que ocupan el dinero y la técnica en la fabricación de la película llevó a André Bazin a hablar de "arte impuro" y a trascender este aspecto en el cual se ha caído de nuevo la crítica periodística. Más allá del arte de la obra, cada película es un enigma, un misterio visual dice François Truffaut.

Lo más simple para acercarse a la figura de Bazin es volver sobre algunos artículos de François Truffaut.

Un artículo, publicado en Cahiers du Cinéma en Febrero 1983, reproduce el prólogo de François Truffaut al libro de Dudly Andrew: André Bazin.
Truffaut desarrolla en este artículo su visión sobre Bazin crítico: «Prefiero hablar de Bazin "escritor de cine" más que de Bazin crítico. [Escribir sobre cine] era para él un placer, un placer y una necesidad que traducían su vocación pedagógica».

Bazin se compromete con la "educación popular" al final de la segunda guerra mundial. Participa en la creación de cine-clubes, talleres, animando conferencias en las fábricas de Alemania, Argelia, Marruecos… En Francia, participa en la creación de la revista radio-cine-televisión (Telerama) y contrata a Truffaut de ayudante. Para Bazin, la cultura es un medio de emancipación del pueblo, apuesta por la explicación de obras de calidad al público popular. Su intención es desarrollar en el público una exigencia que le haga perder su sometimiento al cine comercial. Este reto le lleva a escribir unas obras relevantes sobre Orson Welles, Charlie Chaplin, Jean Renoir…

Añade Truffaut en el mismo artículo de 1983: «Por supuesto, Bazin no ha sido el único que analizó el valor de la imagen, su naturaleza. Sin embargo, me parece que él es el único en preguntarse verdaderamente sobre la función del crítico».
En 1943 –tiene 25 años –Bazin escribe: «Sería vano buscar en las crónicas sobre películas una opinión sobre el decorado o la calidad de la fotografía, unos juicios sobre la utilización del fondo, unos detalles sobre el guión técnico, en una palabra, sobre todo lo que define la materia misma del cine… Parece como si este arte tan singular no tuviera ni pasado, ni consistencia, como las sombras imponderables de la pantalla. Ya es tiempo de inventar una crítica cinematográfica en relieve»… Es Bazin quien pone en practica esta "crítica en relieve".

Truffaut hace el comentario siguiente en su artículo: « ¿Quién, fuera de Bazin, habría tenido la valentía –no una vez sino diez –de volver sobre sus juicios iniciales y replantearlos, no por un cambio de humor, sino por aprovechar un análisis más profunda? ». También, Bazin supo tomar partido por películas rechazadas por el público como, por ejemplo con la película de Robert Bresson "Les dames du Bois de Boulogne".
Maria Casares-"Les dames du Bois de Boulogne"



Tenemos que tomar en cuenta que, en esta época, el crítico tenía que reconstituir un resumen del guión. No se le entregaba un "dossier de prensa", no se encontraba con la promoción televisual de los estrenos, con actores y directores entrevistados durante días a veces.
Este papel de la televisión hace que, hoy, la crítica no tenga la misma influencia sobre el público. Por ejemplo, las secuencias publicitarias de una nueva película pueden hacerla fracasar en el estreno.
Según Truffaut, cada película constituye un misterio visual y, si en la época de Bazin, el cine tenía el monopolio de las imágenes en movimiento y el crítico tenía como función evocar estas imágenes con palabras, hoy, la televisión ha disipado este misterio visual. Nos dice Truffaut:« la televisión ha hecho cenizas los mitos, las estrellas, ha roto el hechizo. El uso sistemático del color ha rebajado la cualidad media de las imágenes, ha permitido una "lectura" de la película más simple pero con menos embrujo… Dentro del juego cinematográfico, la crítica ha llegado a tener el mismo papel que el movimiento ecológico dentro del juego político: teórico, ineficaz, moralmente imprescindible».



En el prólogo de la reedición del libro de Bazin sobre Orson Welles en inglés, que Truffaut escribe en el avión Paris- Los Ángeles en 1978, podemos leer: «Los artículos de Bazin sobre Chaplin y Welles lo han consagrado como jefe de filas de la joven crítica después de la guerra, esta joven crítica que se expresaba entonces en el semanal "Ecran français" y en el mensual "Revue du Cinema" [donde Bazin empieza a escribir a partir del nº 9], revista que desaparece después de 20 números para renacer con el nombre de Cahiers du Cinéma».

En cuanto al primer libre de Bazin, está consagrado a Orson Welles, quien estrenaba entonces "Macbeth": «Este pequeño volumen, con un magnifico prólogo de Jean Cocteau se agotó en seguida y, en 1958, poco antes de morir, entusiasmado por "Touch of Evil", Bazin decide dar una nueva versión corregida y aumentada».



Un ejemplo de crítica lo da esta frase del libro: «En las películas de Orson Welles, no sólo la técnica es una manera de poner en escena; también pone en tela de juicio la naturaleza misma de la historia. Con ella, el cine se aleja un poco más del teatro, se vuelve menos espectáculo que relato. Efectivamente, como en la novela, no sólo el diálogo, la claridad descriptiva, crean el sentido, sino también el estilo que se imprime al lenguaje».


Continua...
Después de esta introducción,
empezamos en la próxima página de este dossier
la publicación de algunos fragmentos del libro
¿Qué es el cine? de André Bazin.