13.8.12

"Criss Cross" de Robert Siodmak (3)

Esta página pertenece al Dossier CINE NEGRO

dossier Robert Siodmak
En este entrelazado (Criss Cross) que reúne y separa a Steve, Anna y Slim, a lo largo de uno o dos años, los dobles juegos (double crossing) y las traiciones forman el tejido de sus relaciones. Pensamos en la canción de Jeanne Moreau en Jules y Jim, -"se han separado, se han reencontrado, se perdieron de vista… el remolino de la vida"- pero en vez del tono poético, estamos más bien inmersos en el más trágico del cine negro. Las relaciones tumultuosas entre Anna y Steve pasan de la fuerte atracción sexual al aburrimiento del cotidiano con un Steve celoso y dependiente y Anna deseosa de una vida más fácil materialmente. Nos recuerdan a las relaciones del ex matrimonio de Gilda (Rita Hayworth y Glenn Ford).

El baile de Anna, ¿femme fatale?



Pero con Siodmak no hay sitio para el glamur: el baile de Anna es una secuencia clave como lo es la de Gilda. Sin embargo,  a pesar de que Yvonne de Carlo sea bailarina (Salomé, Scheherazade), Robert Siodmak apuesta por la atmosfera realista:  


 sencillamente, Anna baila "Jungle Fantasy", famosa rumba del flautista Esy Morales y se lo pasa bien…  

… en los brazos de un extra, Tony Curtis totalmente desconocido, que tendrá que esperar unos años más para volver a encontrar a Burt Lancaster en el CINE NEGRO con el memorable  Sweet smell of success (Chantaje en Broadway de Alexander Mackenderck-1957).  Anna nos sitúa en el corazón del cine negro, Gilda no. Anna tampoco es como Kitty Collins (Ava Gardner) en The killers: aunque Siodmak hace las concesiones mínimas al culto hollywoodiano a la star en las dos películas,  y sabe mantener a las dos actrices más taquilleras de la época en el marco que caracteriza a sus personajes.


Mientras se organiza el atraco, Anna tiene miedo:


tengo ganas de llorar no para de repetir- quisiera no haberte conocido-piensa que Steve va muy lejos para ella probablemente.  Slim, irónico, trata a Steve de jefe cuando dice que no hay que atacar al viejo que lo acompaña en el coche blindado. ¿Quién se quedará con el dinero después del atraco? Slim: si no confías en mi, ¿quién quieres que lo haga? El que quieras. Escoge, no me importa¿prefieres que sea ella? Yo sé manejarla mientras Anna duerme (¿está todo programado entre Anna y Slim o entre Anna y Steve?

Anna no se queda en la sombra de Slim; quiere a Steve o, por lo menos, tiene con él un enganche sexual,  pero duda de poder vivir con alguien que tenga tan pocas ambiciones y encerrado en el núcleo familiar.  Anna no quiere seguir dependiente del hombre, mande con brutalidad como Slim o con afecto… hasta cierto punto,  como Steve.  En cuanto al doble juego, lo practica por supuesto Anna, primero con Steve y después con Slim. Sin embargo, es Steve quien  ha tomado la iniciativa del atraco de su propio furgón, y está dispuesto a engañar a la banda para quedarse con el dinero y huir con Anna. El doble juego de Slim es evidente: utiliza a Anna para atraer a Steve con la idea de eliminarlo durante el atraco, lo que va intentar sin éxito. ¿Conviene hablar aquí de "femme fatale" como se suele leer en  tantos análisis y críticas?  Por mi parte, esta expresión,  mítica cuando  se trata de cine negro, tiene una muy escasa aplicación e intentaré desarrollar más ampliamente el tema en un Zoom incorporado al Dossier. "Buscar la femme" en la escritura, en el guión, en la realización, en las críticas… cuando se trata de CINE NEGRO es una tarea bastante fácil: ¡la presencia de la mujer es tan escasa! Que yo sepa,  en este universo masculino sólo  una mujer ha firmado una película negra, Ida Lupino, una de las actrices que más ha colaborado con el género. 


En Criss Cross, Robert Siodmak parece situarse del lado de la denuncia de tal expresión aunque no he leido algunas críticas que vayan en este sentido, considerando más bien a Anna como "femme fatale": hemos visto que el director no se somete fácilmente al glamur hollywoodiano y tanto en la imagen como en el texto nos da otra versión: la relación que tiene Anna con los dos hombres la atrapa en el ojo del ciclón. Anna quiere ser libre en la vida, como lo está  en el baile, una libertad materialmente segura que no llegará a conocer. Ella busca una línea de fuga pero es el fatalismo de Steve lo que arrastra a los tres.  ¿No es acaso Steve, el "hombre fatal"  él que habla de comer la manzana?

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