5.11.12

Preminger: Las películas


Esta página pertenece al Dossier CINE NEGRO-Otto Preminger
Dana Andrews en Laura

 Unos ejemplos del "toque" Preminger
Dos secuencias de apertura son unos buenos ejemplos de la distancia de esta objetividad de Preminger y, al mismo tiempo, la elegancia y la fluidez de  una cámara que nos informa más ampliamente que los personajes en sus diálogos. En Laura y en Whirlpool, el director empieza la película con un movimiento de cámara ya empezado: este efecto provoca naturalmente una espera por parte del espectador. La imagen de fondo de los títulos de crédito nos introduce en el tema en estas dos películas. En Whirlpool   es el papel de embalaje de un gran almacén que abre la primera secuencia: Ann acaba de robar.
Pero ella aparece en la pantalla después de un trávelin que nos enseña una coreografía de empleados y clientes en la vena de las grandes comedias hollywoodianas  del época que parece señalar la música, ligera… pero engañosa. Estamos entrando progresivamente entre esta secuencia y la siguiente en el drama de una mujer que un primerísimo plano revela cuando su marido entra.
En  Laura, es por supuesto el retrato que sirve de imagen de fondo. Pero la primera secuencia empieza con un fundido en negro y una voz en off que dice: « no olvidaré nunca este fin de semana en que murió Laura». La cámara nos arrastra entonces en un movimiento en plano medio en el salón de Waldo. Es una imagen visual y sonora: el tema musical de Laura acompaña la voz de Waldo, todavía invisible, que pronuncia las palabras "muerte horrible" cuando la cámara pasa delante del reloj. Pasamos progresivamente a un campo visual más amplio que descubre al inspector McPherson y la cámara empieza a seguir sus pasos por el salón,…
….parándose delante del reloj cuando la voz en off dice: « un reloj idéntico se encuentra en el piso de Laura». En estos dos minutos de trávelin, hemos situados los protagonistas: Laura en su retrato (foto de Gene Tierney retocada, idea de Preminger para dar más presencia a la muerta), Waldo, McPherson… y el reloj que ofrecerá la última imagen de la película antes del "Fin" con el retrato de fondo.

En Noviembre de 1946, cuando se estrena  Laura en Europa, Jacques Doniol-Vocroze escribe en "La revue du cinéma: Un réalisateur et des personnages": « a lo largo de un trávelin de los más brillantes y conseguidos de estos últimos años, McPherson (Dana Andrews) intenta calmar su cabeza atormentada por el pensamiento de Laura y de su retrato colgado en la pared… da vueltas y lo toca todo, sin hurgar en nada. Por fin –esta escena emocionante de soledad e incertidumbre es larga– se adormila. En el momento en que Laura abre la puerta y entra, en carne y huesos, sin  malicia, sin remordimientos, sin proyectos, contentándose con volver a ser Laura, desnuda en su simplicidad, por así decirlo,…  realmente uno se dice que el cine es un bonito invento».



Laura (1944)

Se dice que Preminger consideraba a Laura como su primera película  a pesar de ser su sexta obra. Podemos pensar que el director fue muy consciente, con esta realización que le llevó a la fama, de haber llegado a resolver el problema que encontraban  los directores de la época: respetar las reglas de los grandes estudios de Hollywood, en particular las del CINE NEGRO, y, al mismo tiempo,  marcar su independencia con respecto a estos estudios (la 20 th Century Fox y su gran gurú Darryl Zanuck en el caso de Laura).  Nos encontramos delante de una película mítica  que desborda el marco del cine negro por unas cuantas razones de las cuales destacamos la fuerza del concepto de "imagen".



Fallen Angel (¿Ángel o Demonio?-1945)

Mi preferida en este Dossier. Los eventos se suceden con un ritmo tan intenso que nos parecen inverosímiles. Probablemente están sincronizados con el cerebro ágil de Eric. Este acaba de llegar a Walton, – estamos en realidad en la localidad de Orange, California–   echado del autobús por no poder pagar su viaje hasta San Francisco.


Daisy Kenyon (Entre el amor y el pecado-1947)

Aunque no es cine negro, la incorporamos en el Dossier Preminger por la continuidad que ofrece con las demás. La trama es simple: Daisy Kenyon es una ilustradora de revistas famosa, una mujer independiente, libre, papel que conviene evidentemente a la mujer de negocios que era Joan Crawford. Está aguantando desde hace unos años la incapacidad de su amante, Dan O'Mara (Dana Andrews),  para tomar la decisión de divorciarse.  Él es un magistrado de renombre, comprometido en la defensa de un japonés, asunto que le va añadir problemas a los que tiene con su mujer y sus hijas. Frente a esta situación que le está dañando, Daisy empieza una nueva relación con Peter, un soldado que vuelve de Alemania después de la guerra.


Whirlpool (Vorágine-1949)

Ben hecht reanuda con una intriga psicoanalítica después de  Spellbound  (recuerda-Hitchcock) que escribió en 1945, uno de los primeros  psicodramas hollywoodianos, además protagonizado por unos psicoanalistas como Whirlpool. Preminger rueda en la misma época otras dos películas con un carácter de psicodrama: when the sidewalk ends (Al borde del peligro-1950),  The 13th Letter (Cartas envenenadas-1951). Sin embargo, Whirlpool tiene algunos fallos de guión a pesar del talento de Ben Hecht y unos planteamientos improbables: un psicoanalista que no detecta la enfermedad de su mujer, la cual conduce en plena noche bajo hipnosis y efectúa una sucesión de actos en espacios desconocidos, un hombre que se auto-hipnotiza en un espejo –nos preguntamos quién del doctor Korvo o de su reflejo se queda dormido el primero.  Pero con Preminger los milagros son posibles.


Angel Face (Cara de Ángel-1952)

¿Qué hace que nos quedemos clavados a la butaca?  ¿Es el estilo elegante de Preminger  cuando nos habla de una sociedad estadounidense aburrida?  ¿Es el drama psicológico de una niña marcada por la muerte de una madre en un bombardeo durante la Guerra mundial?  ¿Es la condena implacable de un ser frágil por una sociedad demasiado cerrada como para escuchar y comprender los dramas interiores?



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