3.9.13

"13 rue Madeleine"-Henry Hathaway




Blog    cine negro /  Las huellas de la guerra

 13 rue Madeleine 1947

Director; Henry Hathaway
Guión: John MonksJr /Sy Barlett
Música: David Buttolph
Fotografía: Norbert Brodine
Montaje: Harmon Jones
Producción: Louis de Rochemont para 20th Century Fox

Actores: James Cagney es Bob Sharkey
Annabella es Suzanne de Beaumont
Richard Conte es William O’Connell

Durante la segunda guerra mundial, Bob Sharkey, agente de los servicios secretos estadounidenses, prepara un grupo de reclutas para una misión integrada al desembarco de las fuerzas aliadas en Normandía (Francia):…   

… es el grupo 077. Un oficial alemán, el major Whilhelm Kuncel, alias Bill O’Connell está infiltrado en el grupo. El agente Sharkey lo descubre y sus superiores deciden que conviene manipularlo con la falsa información de un desembarco en Holanda y le dejan volver a Europa con estos datos erróneos. El grupo, lanzado en paracaídas en Holanda,  está formado por...

...O’Connell,

...el joven Lassiter, designado por infiltrarse en la resistencia francesa,

...la francesa Suzanne, viuda de un militar francés muerto en África del Norte. Por un error de Lassiter, el oficial alemán comprende que ha sido engañado y lo elimina. Bob Sharkey decide ir a Francia donde se encuentra Suzanne y retomar la misión. Se trata de penetrar en la sede de la Gestapo en el número 13 de la calle Madeleine en Le Havre para conseguir las informaciones que le permitirán localizar la batería de misiles instaladas por los alemanes para defender las costas francesas. Capturado por los nazis,  Sharkey será torturado por orden del major Kuncel…

Al margen del cine negro por su guión y el tratamiento de la imagen, la película cuenta sin embargo con  actores protagonistas que han marcado el género y un director que,  por estas fechas, trabaja  sobre una serie de películas de propaganda del mismo tipo pero más representativas del cine negro como Diplomatic Courier o Call Northside 777.  13 Rue Madeleine es el típico producto que marca la transición entre el cine que informa y anima a los soldados (antes del desembarco estadounidense en Europa) y las numerosas producciones de posguerra que vanaglorian a sus héroes de vuelta a casa (ver en este Blog “Las huellas de la guerra”). La película está rodada en 1947, en el mismo año en que Hathaway estrena su obra maestra Kiss of death y un año antes del excelente Call Northside 777 cuyo aspecto documental está ampliamente compensado por su guión, un buen ritmo de suspense y unos excelentes interpretes –encontramos de nuevo a Richard Conte –. Así que, con esta realización, Henry Hathaway sorprende por su falta de originalidad. Descartamos a Richard Conte y Anabella –en un corto papel –de la larga lista de elementos negativos empezando por James Cagney, inaguantable con su sobreactuación más exagerada que en otras caracterizaciones suyas.

La paradoja de la película reside en su oposición a Richard Conte, sobrio y carismático en un papel de oficial alemán calculador frío y metódico,  lo que hace del héroe estadounidense un fantoche.

Torturado por el alemán,  James Cagney acabará  carbonizado bajo las bombas de su propio país.

 La publicidad sigue engañando al espectador con la insistencia sobre  el realismo anunciado desde los títulos de crédito: «Todos los exteriores e interiores han sido fotografiados en los verdaderos lugares de los acontecimientos para conseguir más realismo y autenticidad

Así, el cuartel general alemán en 13 Rue Madeleine en el puerto francés de Le Havre es en realidad el arzobispado  de Quebec. Otras escenas sobre la resistencia francesa están también rodadas en Cánada.  Llama también la atención el desequilibro del guión en el tratamiento comparado entre los superagentes de los servicios secretos americanos  y los hombres y mujeres de la resistencia francesa, particularmente… 

… el alcalde Gallimard (el actor Sam Jaffe simula el acento francés e introduce palabras en francés con acento americano) que tiene una actitud temerosa y emotiva.

Película realizada en honor de los agentes de un servicio que,  el año mismo de su estreno,  se transforman en la C.I.A.,  con un guión que traiciona el rigor histórico y acompañado por una música militar, 13 Rue Madeleine  ha perdido en el tiempo el poco de interés y de divertimiento que podía haber provocado en su estreno fuera de los Estados Unidos –sino  para machacar un poco más al enemigo del momento. Un pequeño detalle: un extra llamado Karl Malden, en su segundo trabajo en el cine. Mäs tarde volverá a Cánada, persiguiendo a Monty Clift cerca del arzobispado de Quebec, bajo la dirección de Hithcock. ¡Eso sí es buen cine!

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