19.10.13

"Beyond a reasonable doubt" (2)-Fritz Lang



Más allá de la duda 1956     

Ambigüedad

Más allá de la duda está marcada por la ambigüedad, lo que hace su riqueza y su capacidad para crear el debate: duda o certeza, defensa de los intereses públicos o privados, amor o cinismo, sinceridad o  manipulación, verdadero juicio o parodia…
Seguimos con el texto de Gilles Deleuze:
La apariencia se traiciona a ella misma. Los grandes momentos en las obras de Lang traicionan, simplemente por revelarse ellos mismos como no verdaderos – y no para abrir el camino hacia una verdad más profunda –. por ejemplo, en esta película, el protagonista mete la pata: se traiciona simplemente porque  conoce el nombre de la víctima… En estas condiciones, unas  nuevas apariencias son posibles y permiten juzgar las precedentes [la decisión de Susan, novia de Tom]… El mecanismo del juicio pasa por una profunda transformación: se hace en las condiciones que determinan las relaciones a las apariencias… el juicio expresa el punto de vista de “lo que es  mejor” o sea el juicio que permite que las apariencias se vuelcan hacia el interés de un individuo [Susan o su ex novio Bob… o los dos] o de una humanidad de “más alto valor”: la venganza o el desplazamiento de las apariencias. La imagen pasa del lado del espectador: Lang le da las herramientas que hacen posible el juicio de la propia imagen. Con Lang, todo descansa sobre una relatividad de las apariencias.

La justicia (Thompson) y los mass medias (Spencer)
El fiscal Thompson no se limita a “aplicar la ley del Estado”: utiliza todos los argumentos posibles para convencer al jurado de la necesidad de mandar a la silla eléctrica a los culpables. Hombre de convicciones, Thompson aparece como un fanático, rechaza cualquier duda, lo que pone en entredicho el carácter moral de su enfoque profesional. En el fondo, lo que le mueve es la ambición política. La colusión entre justicia y política aparece con claridad en la denuncia que hace Lang:

Philip Bourneuf / fiscal Roy Thompson y Arthur Franz / Bob Hale que rueda en  cine negro:  Red Light (Roy del Ruth-1949), The sniper (Edward Dmytryk-1952),

 -Bob: a lo mejor se está colgando políticamente.
-Roy: si me echo atrás solo por la opinión pública, estoy perdido.

si sabes algo,  debes hablar,   dice Bob


También Bob, su ayudante, ex novio de Susan, demuestra en las escenas finales sus ambiciones empujando Susan a traicionar a Tom y a mandarlo a la silla eléctrica. Pero  el eje de la intriga se encuentra en la competición entre Austin Spencer y el fiscal Thompson. Spencer, hombre poderoso en los medios de comunicación, quiere  por supuesto luchar en contra de la pena de muerte y conseguir orientar la opinión pública para un cambio de la ley del Estado. Justo después de los títulos de crédito, con la ejecución en directo, Spencer cuestiona a Thompson sobre el hecho que la persona ejecutada haya  sido condenada a pesar de la falta de pruebas porque él, Thompson, sabe manipular hábilmente al jurado. Más allá de la pena de muerte, es la justicia que no funciona, nos dice Lang con la voz de Spencer –sabemos que desde M en 1931, no ha parado de manifestarlo en su obra -aunque comparte con Thompson la idea que “cualquier persona, cual que sea su éxito, su notoriedad, su riqueza, es capaz de cometer un crimen”. Cómo en sus anteriores obras, Más allá de la duda lo demuestra.

Pero el principal objetivo  de Spencer no parece ser la abolición de la pena de muerte y la crítica de los métodos de Thompson sino impedirle realizar sus ambiciones políticas. El plan que expone a Tom, novio de su hija, parece haber madurado desde hace tiempo. Es un plano fundado en la mentira y el engaño de la justicia y de la opinión pública. Cuando lo expone a Tom, podemos vislumbrar la autoridad que tiene y como organiza la vida de unos y otros:


-Spencer: mi hija tiene gustos muy caros, no creo que con el sueldo que te pagaba… he preferido dejarte escribir libros.
Tom no está convencido de que tratar del falso culpable en un libro no es suficiente.
-Spencer: sólo puede probarse con un hecho que nadie pueda negar… utilizando a alguien cuya inocencia sea comprobable.
-Tom: ¿Cómo dirigir la investigación policial hacia él?
 Entonces Spencer utiliza sus poderes y telefonea al  teniente Kennedy: colaboraremos, quiero seguir paso a paso la investigación
En su  afán para obstaculizar la ambición política de Thompson, Spencer está dispuesto a dañar a su hija:
Tom: Qué hacemos con Susan? ¿Crees que debemos hablarlo?
- Spencer: será mejor que no. Si te detienen, seguro que la policía la interroga. Bajo presión podría hablar.
- Tom: eso va a ser horrible para ella.

El plan de Spencer implica la publicidad comprometida de su futuro yerno con mujeres del cabaré de striptease y demuestra su cinismo.  Así Thompson, con la apariencia de la encarnación de la justicia, y Spencer, con la apariencia del eminente representante de la libertad de expresión y de los derechos individuales con sus medios de prensa, tienen intenciones bastante turbias en cuanto al progreso y la humanización de la sociedad. 

La consciencia de Susan

Susan toma el relevo de su padre a la dirección del periódico

Sin embargo, Susan confía en Tom;  está dispuesta a manejar la información y a manipular la opinión pública en contra de las advertencias del equipo de redacción de su grupo de prensa. Lang marca más puntos en su crítica de los mass medias. Se puede también criticar la actitud de Susan cuando traiciona a Tom en vez de simplemente rechazarlo y dejarlo vivir: ella sabe que lo que pasa a Tom es consecuente al plan de su padre; si Tom lo utilizó para realizar su plan criminal y aparecer como inocente, ¿por qué Susan lo quiere hundir? ¿No será que su ex novio, Bob, que le empuja a traicionar, puede ser una pareja más interesante por ser el brazo derecho del fiscal Thompson?
El juicio
En cuanto al juicio de Tom, – éste dura unos once minutos –,  aparece como una parodia. Tom está dibujando sin prestar atención al desarrollo de su propio juicio de momento que lo que quiere, es ser condenado a muerte para, con las pruebas de Spencer, demostrar el error judicial. Pero, para Lang, cualquier juicio es una puesta en escena en su procedimiento y no  cumple su objetivo: estar al servicio de la verdad.


Lang expresa este punto de vista cuando enfoca a una cámara de televisión que sigue a Dolly entrando en la sala. El juicio aparece así como una puesta en abismo del cine.

El doble juego de Tom


Pero es la caracterización de Tom y la interpretación de Dana Andrews que nos inmersa en un abismo de apariencias e inhumanidad. De momento que sabemos que Fritz Lang está en contra de la pena de muerte, las primeras imágenes como la última no aparecen como su apología: no hay ambigüedad en la violencia de la condena y de la ejecución. Ver a Tom, éste  héroe que ha sido capaz de poner en peligro su vida afectiva para servir la verdad y luchar contra la barbarie de la pena “capital”, darnos la espalda para ir hacia la silla eléctrica,  pone en evidencia las dos frases pronunciadas al principio de la película: 
-no se si debería ejecutar a nadie en ningún caso (enunciada por Spencer)
-y,  cualquier persona, cual que sea su éxito, su notoriedad, su riqueza, es capaz de cometer un crimen (enunciada por Thompson).
La importancia de la interpretación del personaje de Tom es manifiesta. "Tenía miedo del final. Durante una hora y cuarenta minutos enseño a Dana Andrews como un hombre transparente, carismático y, en dos minutos os digo que es un cabrón” confia Lang en su entrevista con  Bogdanovitch. A lo largo de la película, no hay ninguna razón para pensar que Tom sea culpable de algo… al menos que quiere casarse con Susan porque ésta es una rica heredera. Pero desde la tercera secuencia hay índices que no es tan transparente:

en la escena en el apartamento de Tom, después de hacer el amor con susan:  una canción de Gilbert por el grupo “The HI-LO’S” retoma el título de la película

Susan quiere ir al apartamento de Tom –la  relación sexual es evidente–. Él recibe una llamada telefónica y se vuelve muy serio. Dirá más tarde que era una buena noticia del editor y avisa que va a encerrarse para escribir su segundo libro, parte del plan de Spencer. Tom insiste: está claro que quiere tener un tiempo y un espacio para unos propósitos que no conoceremos nunca.


Tampoco es un personaje carismático: está muy cómodo en el ambiente del Zombie Bar y no tiene muchos escrúpulos a la hora de seducir a Dolly y a ver sufrir a Susan.  Calculador y aplicando el plan de Spencer con frialdad, de momento que eso le permite desarrollar su propio plan, no significa que es un “cabrón” como dice Lang. Esta ambigüedad del personaje crea unos sentimientos ambivalentes en el espectador y el juicio final choca al espectador cual que sea la culpabilidad de Tom: esta conviene muy probablemente a Lang. 
Todas estas ambigüedades puntúan la trama narrativa y ponen de manifiesto la visión pesimista que tiene Fritz Lang del humano y sus dudas sobre la encarnación de “los valores democráticos” en los EEUU. Abandona este país después de esta última obra que, al igual que While the city sleeps, no  contiene todos los elementos del genero negro de sus precedentes películas –particularmente The Big heat – pero que desarrolla la gravedad y la dramaturgia del tema con sobriedad y elegancia. Vuelve a Europa después de estos años de exilio en los Estados Unidos que coinciden exactamente con la gran época del cine negro de 1940 a 1956. Lang muere en los EEUU, 20 años después de rodar Beyond a reasonable doubt.  Tres décadas más tarde, Europa decide la abolición de la pena de muerte. En los Estados Unidos, unos cuantos estados la mantienen y permiten a personajes como el fiscal Thompson utilizarla para sus ambiciones políticas. 

Blogs de memento
individuo y sociedad                  cine negro                                    Más de memento