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…viene de Beyond a reasonable doubt (1)
Más allá de la duda 1956
Ambigüedad
Más allá de la duda está marcada por la ambigüedad, lo que hace
su riqueza y su capacidad para crear el debate: duda o certeza, defensa de los
intereses públicos o privados, amor o cinismo, sinceridad o manipulación, verdadero juicio o parodia…
Seguimos con el texto de Gilles Deleuze:
La
apariencia se traiciona a ella misma. Los grandes momentos en las obras de Lang
traicionan, simplemente por revelarse ellos mismos como no verdaderos – y no
para abrir el camino hacia una verdad más profunda –. por ejemplo, en esta película, el protagonista mete la pata: se
traiciona simplemente porque conoce el
nombre de la víctima… En estas condiciones, unas nuevas apariencias son posibles y permiten
juzgar las precedentes [la decisión de Susan, novia de Tom]… El mecanismo del juicio pasa por una profunda transformación: se hace
en las condiciones que determinan las relaciones a las apariencias… el juicio
expresa el punto de vista de “lo que es mejor” o sea el juicio que permite que las
apariencias se vuelcan hacia el interés de un individuo [Susan o su
ex novio Bob… o los dos] o de una humanidad de “más
alto valor”: la venganza o el desplazamiento de las apariencias. La imagen pasa
del lado del espectador: Lang le da las herramientas que hacen posible el
juicio de la propia imagen. Con Lang, todo descansa sobre una relatividad de
las apariencias.
La justicia (Thompson) y los mass
medias (Spencer)
El fiscal Thompson no se limita a “aplicar la ley del Estado”: utiliza todos los argumentos
posibles para convencer al jurado de la necesidad de mandar a la silla
eléctrica a los culpables. Hombre de convicciones, Thompson aparece como un
fanático, rechaza cualquier duda, lo que pone en entredicho el carácter moral
de su enfoque profesional. En el fondo, lo que le mueve es la ambición
política. La colusión entre justicia y política aparece con claridad en la
denuncia que hace Lang: …
Philip Bourneuf / fiscal Roy Thompson y Arthur Franz / Bob Hale que rueda en cine negro: Red Light (Roy del Ruth-1949), The sniper (Edward Dmytryk-1952), |
-Bob: a lo mejor se está colgando políticamente.
-Roy: si me echo atrás solo por la opinión pública, estoy perdido. si sabes algo, debes hablar, dice Bob |
También Bob, su ayudante, ex novio de Susan, demuestra en las escenas
finales sus ambiciones empujando Susan a traicionar a Tom y a mandarlo a la
silla eléctrica. Pero el eje de la
intriga se encuentra en la competición entre Austin Spencer y el fiscal
Thompson. Spencer, hombre poderoso en los medios de comunicación, quiere por supuesto luchar en contra de la pena de
muerte y conseguir orientar la opinión pública para un cambio de la ley del
Estado. Justo después de
los títulos de crédito, con la ejecución en directo, Spencer cuestiona a
Thompson sobre el hecho que la persona ejecutada haya sido condenada a pesar de la falta de pruebas
porque él, Thompson, sabe manipular hábilmente al jurado. Más allá de la pena
de muerte, es la justicia que no funciona, nos dice Lang con la voz de Spencer
–sabemos que desde M en 1931, no ha parado de
manifestarlo en su obra -aunque comparte con Thompson la idea que “cualquier persona, cual que sea su éxito, su notoriedad, su riqueza, es
capaz de cometer un crimen”. Cómo en sus anteriores obras, Más allá de la duda lo demuestra.
Pero el principal objetivo de
Spencer no parece ser la abolición de la pena de muerte y la crítica de los
métodos de Thompson sino impedirle realizar sus ambiciones políticas. El plan
que expone a Tom, novio de su hija, parece haber madurado desde hace tiempo. Es
un plano fundado en la mentira y el engaño de la justicia y de la opinión
pública. Cuando lo expone a Tom, podemos vislumbrar la autoridad que tiene y
como organiza la vida de unos y otros:
-Spencer: mi hija tiene gustos muy caros, no creo que con el sueldo que te pagaba…
he preferido dejarte escribir libros.
Tom no está convencido de que tratar del falso culpable en un libro no
es suficiente.
-Spencer: sólo puede probarse con un hecho que nadie
pueda negar… utilizando a alguien cuya inocencia sea comprobable.
-Tom: ¿Cómo dirigir la investigación policial
hacia él?
Entonces Spencer utiliza sus
poderes y telefonea al teniente Kennedy:
colaboraremos, quiero seguir paso a paso la
investigación
En su afán para obstaculizar la
ambición política de Thompson, Spencer está dispuesto a dañar a su hija:
Tom: Qué hacemos con Susan? ¿Crees que debemos hablarlo?
- Spencer: será mejor que no. Si te detienen, seguro que la policía la
interroga. Bajo presión podría hablar.
- Tom: eso va a ser horrible para ella.
El plan de Spencer implica la publicidad comprometida de su futuro
yerno con mujeres del cabaré de striptease y demuestra su cinismo. Así Thompson, con la apariencia de la encarnación
de la justicia, y Spencer, con la apariencia del eminente representante de la
libertad de expresión y de los derechos individuales con sus medios de prensa,
tienen intenciones bastante turbias en cuanto al progreso y la humanización de
la sociedad.
La consciencia de Susan
Susan toma el relevo de su padre a la dirección del periódico |
Sin embargo, Susan confía en Tom;
está dispuesta a manejar la información y a manipular la opinión pública
en contra de las advertencias del equipo de redacción de su grupo de prensa.
Lang marca más puntos en su crítica de los mass medias. Se puede también
criticar la actitud de Susan cuando traiciona a Tom en vez de simplemente
rechazarlo y dejarlo vivir: ella sabe que lo que pasa a Tom es consecuente al
plan de su padre; si Tom lo utilizó para realizar su plan criminal y aparecer
como inocente, ¿por qué Susan lo quiere hundir? ¿No será que su ex novio, Bob,
que le empuja a traicionar, puede ser una pareja más interesante por ser el
brazo derecho del fiscal Thompson?
El juicio
En cuanto al juicio de Tom, – éste dura unos once
minutos –, aparece
como una parodia. Tom está dibujando sin prestar atención al desarrollo de su propio
juicio de momento que lo que quiere, es ser condenado a muerte para, con las pruebas
de Spencer, demostrar el error judicial. Pero, para Lang, cualquier juicio es
una puesta en escena en su procedimiento y no
cumple su objetivo: estar al servicio de la verdad.
Lang expresa este punto
de vista cuando enfoca a una cámara de televisión que sigue a Dolly entrando en
la sala. El juicio aparece así como una puesta
en abismo del cine.
El doble juego de Tom
Pero es la
caracterización de Tom y la interpretación de Dana Andrews que nos inmersa en
un abismo de apariencias e inhumanidad. De momento que sabemos que Fritz Lang está en contra de la pena de
muerte, las primeras imágenes como la última no aparecen como su apología: no
hay ambigüedad en la violencia de la condena y de la ejecución. Ver a Tom, éste
héroe que ha sido capaz de poner en
peligro su vida afectiva para servir la verdad y luchar contra la barbarie de
la pena “capital”, darnos la espalda para ir hacia la silla eléctrica, pone en evidencia las dos frases pronunciadas
al principio de la película:
-no se si debería ejecutar a nadie en ningún caso (enunciada por Spencer)
-y, cualquier persona, cual que sea su éxito, su notoriedad, su riqueza, es
capaz de cometer un crimen
(enunciada por Thompson).
La importancia de la interpretación del personaje de
Tom es manifiesta. "Tenía miedo del final.
Durante una hora y cuarenta minutos enseño a Dana Andrews como un hombre
transparente, carismático y, en dos minutos os digo que es un cabrón”
confia Lang en su entrevista con Bogdanovitch. A lo largo de la película, no
hay ninguna razón para pensar que Tom sea culpable de algo… al menos que quiere
casarse con Susan porque ésta es una rica heredera. Pero desde la tercera
secuencia hay índices que no es tan transparente:
en la escena en el apartamento de Tom, después de hacer el amor con susan: una canción de Gilbert por el grupo “The HI-LO’S” retoma el título de la película |
Susan quiere ir al apartamento de Tom –la relación sexual es evidente–. Él recibe una
llamada telefónica y se vuelve muy serio. Dirá más tarde que era una buena
noticia del editor y avisa que va a encerrarse para escribir su segundo libro,
parte del plan de Spencer. Tom insiste: está claro que quiere tener un tiempo y
un espacio para unos propósitos que no conoceremos nunca.
Tampoco es un personaje carismático: está muy cómodo en el ambiente del
Zombie Bar y no tiene muchos escrúpulos
a la hora de seducir a Dolly y a ver sufrir a Susan. Calculador y aplicando el plan de Spencer con
frialdad, de momento que eso le permite desarrollar su propio plan, no
significa que es un “cabrón” como dice Lang. Esta ambigüedad del personaje crea
unos sentimientos ambivalentes en el espectador y el juicio final choca al
espectador cual que sea la culpabilidad de Tom: esta conviene muy probablemente
a Lang.
Todas estas ambigüedades puntúan la trama narrativa y ponen de
manifiesto la visión pesimista que tiene Fritz Lang del humano y sus dudas
sobre la encarnación de “los valores democráticos” en los EEUU. Abandona este
país después de esta última obra que, al igual que While
the city sleeps, no
contiene todos los elementos del genero negro de sus precedentes
películas –particularmente The Big heat
– pero que desarrolla la gravedad y la dramaturgia del tema con sobriedad y
elegancia. Vuelve a Europa después de estos años de exilio en los Estados
Unidos que coinciden exactamente con la gran época del cine negro de 1940 a
1956. Lang muere en los EEUU, 20 años después de rodar Beyond
a reasonable doubt. Tres
décadas más tarde, Europa decide la abolición de la pena de muerte. En los
Estados Unidos, unos cuantos estados la mantienen y permiten a personajes como
el fiscal Thompson utilizarla para sus ambiciones políticas.
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