21.12.13

"Born to be bad"-Nicholas Ray


Nacida para el mal 1950    

Director: Nicholas Ray 
Guión:  Edith R.Sommer-Charles Schnee /Ann Parrish (novela "All Kneeling")
Música:  Friedrich Hollanender
Fotografía:  Nicholas Musuraca  (Ver filmografía cine negro en este Blog)
Montaje:  Frederic Knudtson
Dirección artística:  Albert S.D'Agostino-Jack Okey
Producción:  Robert Sparks RKO

Actores:

Joan Fontaine es Christabel Caine Carey
Robert Ryan es Nick Bradley (Ver filmografía cine negro en este Blog)
Zachary Scott es Curtis Carey
Joan Leslie es Donna Foster
Mel Ferrer es Gabriel 'Gobby' Broome

Born to be bad no es un nuevo Born to kill, no es cine negro, pero, como pasa algunas veces en este Blog, hay siempre algunas buenas razones para verlo. Hay dos maneras de ver a la película. La primera es dejarnos llevar por Nicholas Ray que dirige con maestría a un grupo de actores, mantiene un ritmo que no deja pausa al espectador y salpica de imágenes muy negras una atmosfera tensa. El resultado es un perfecto ejercicio de equilibrismo entre franqueza y sospecha, sonrisa y miedo, atracción y rechazo. Crea el suspense con el simple argumento de los deseos de una mujer prisionera de la soledad y los miedos, moldeada en fría calculadora por sus circunstancias.   No es la mujer del título de la obra, no ha nacido para el mal, no será fatal para nadie. Lo que sí ha sido fatal, es la censura española que, para hacernos creer que triunfa el amor frente a la maldad,  ha elegido acabar prematuramente  con Joan Fontaine. La actriz acaba de morir a los 96 años,  un día antes de redactar esta página, otra razón para volver a verla. Por supuesto, no corresponde al deseo de Nicholas Ray y su equipo: ellos nos permiten, en la versión original, disfrutar de los pérfidos cálculos de la actriz e inmortalizarla con uno de sus (pocos) papeles destacados, exceptuando Beyond a reasonable doubt (Más allá de la duda-Fritz Lang-1956). 

Cristabel es una arribista sin escrúpulos. Decide manipular todas y todos en su alrededor para subir en la escala social. Después de una relación con un pintor (Mel Ferrer) y un escritor (Robert Ryan), consigue deshacer a la pareja Donna y Curtis Carey  (Joan Leslie –Zachary Scott) que le ha abierto su puerta para casarse con Curtis –por supuesto el más rico de todos.

Joan Leslie –Zachary Scott


Es una sátira social, descrita como un remolino de superficialidad que Joan Fontaine provoca, manipulando los sentimientos de cada uno, disfrazando su juego con sonrisas,  buenos modales y modestia. El tema permite ver a la actriz en un registro que corresponde perfectamente a su expresión ingenua y dulce que tanto le gustó a Htichcock con Rebecca y Sospecha.

Cristabel / Joan Fontaine 


Dirigida por Ray,  la actriz transgrede con éxito la caracterización de sus personajes anteriores para ofrecernos la representación de la falsedad (sino la maldad) detrás de la fisionomía de la ingenuidad de Rebecca. 

Sin embargo, no podemos limitarnos a esta primera impresión: con o sin censura y a pesar de las cualidades de  (algunos) de los actores conviene reconocer que Born to be bad es una obra menor en la filmografía de Ray. El ambiente mundano, exageradamente lujoso con respecto a la situación material de la protagonista  quita verosimilitud a la narrativa visual. Exigencia de productores, probablemente. Nicholas Ray  considera esta película como la peor de sus obras: la sutilidad del director cuando se trata de representar los estados psíquicos de los protagonistas –pensamos en In a lonely place o They live by night –se encuentra asfixiada por un decorado, un vestuario, una ambientación de un glamour que, al día de hoy, es pura cursilería kitsch. La evidente limitación de los actores Mel Ferrer y Zachary Scott se encuentra compensada por el trabajo de las intérpretes femeninas y sobre todo por el de Robert Ryan.

Nick / Robert Ryan


De todas maneras, con el casting y la dirección de Ray, no se puede llegar a un resultado tan pobre sin poner en acusación a la producción. ¿Cómo los Estudios más representativos del cine negro de la época que ponen a la disposición de Nicholas Ray unos de sus mejores técnicos –pensamos en Musuraca a la dirección de la fotografía y Hollanander en la música o D’Agostino, el fiel del departamento artístico de la RKO –puede tener tantas carencias? La respuesta la tiene un personaje famoso: el administrador de la RKO, Howard Hugues, el aviador.

¡adiós!

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