Director:
Luchino Visconti
Guión: Visconti-G.De Santis –Alberto Moravia / novela de James M.Cain
Música: Giuseppe Rosati
Fotografía: Domenico Scala-Aldo tonti
Montaje: Mario Serandrei –
Productor: Libero Solarli
y con:
Vittorio Duse:
L'agente di polizia
Michele Riccardini: Don Remigio
Juan de Landa:
Giuseppe Bragana
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The
postman always rings twice
(El cartero siempre llama dos veces-Tay Garnett-1946)
(El cartero siempre llama dos veces-Tay Garnett-1946)
Opera prima de Visconti
Ossessione es la segunda adaptación, después de la versión francesa Dernier Tournant (Pierre Chenal-1939), y
antes de The Postman always rings twice (El cartero… -Tay Garnett-1946), de la novela de James M.Cain
publicada en 1934 con este último título. Si puede tener su plaza en el género
negro por su inspiración en una obra literaria que lo fundamenta, la puesta en
escena de Luchino Visconti lo confirma. Aunque ofrece aquí su primero largo
metraje, realiza una obra de una gran madurez en el plano estético. Tanto en
los movimientos de cámara, como en la utilización de planos-secuencias, de los
primerísimos planos, de la profundidad de campo, consigue aparcar todo
formalismo y crear una verdadera fractura con el cine italiano contemporáneo… y
también el cine europeo si apartamos a Jean Renoir, Fritz Lang y pocos más. En Renoir
tenemos el punto de referencia que marca el realismo de Ossessione, realismo
poético que no excluye un cierto distanciamiento, una expresión breve, seca,
una tensión contenida en el ritmo y la imagen. Estas características dan a la
película la fuerza de una modernidad que no altera en absoluto el paso de las
décadas. Algo debe la película a la obra de Renoir, Toni y sobre todo La Bête Humaine que Fritz Lang adaptará
de nuevo en 1954 (Human Desire), por el peso de la tragedia sobre los personajes,
por la elegancia de los movimientos de cámara, por la introducción de
exteriores y de decorados naturales.
Visconti empezó su
carrera cinematográfica como asistente
de Renoir en Francia, en 1939. En este país, su encuentro con unos refugiados
políticos italianos anti-fascistas cambia radicalmente su relación con la
socio-política formada en el seno de la aristocracia italiana aliada a la causa
mussoliniana (uno de sus hermanos murió
en la batalla de El Alamein contra los ingleses, mientras él rueda Ossessione).
De vuelta a Italia en 1939, su acercamiento al partido comunista y a la revista
Cinema confirma una visión
crítica de la vida familiar
pequeña-burguesa y la importancia del sueño de libertad.
La novela de James
Cain es un punto de partida para desarrollar esta visión, que, sólo
aparentemente, parece fuera de cualquier mensaje político. Dice Visconti que « cualquier otra intriga hubiese servido
igualmente… lo que importaba era la forma con la que se desarrollaba la historia».
Los productores no tenían los derechos sobre la obra de James M.Cain, lo que
obligó a cambiar el título, no incluir su referencia en los títulos de crédito
y que impidió su distribución en los Estados Unidos durante décadas (la versión de Tay Garnett en
1946 bloqueaba cualquier intento). Parece ser que si esta versión de la obra
literaria es la menos fiel pero la más innovadora se debe a la utilización por
Visconti de una copia en francés de la novela transmitida por Renoir. La
ruptura que provoca con el cine de la época la transforma en punto de partida
del neo-realismo italiano sin, por eso, participar de su evolución con
Rossellini o Da Sica. Para Visconti, Ossessione es « un relato sobre un cierto tipo
de sociedad italiana que se quedaba en las sombra: el sub-proletariado del
valle del Po. El hecho de transponer las principales líneas de la historia de
Cain en este medio social permitía construir una película absolutamente
italiana. Así que escribimos el guión de Ossessione
introduciendo unos personajes que, por supuesto, no se encontraban en la obra
de Cain, por ejemplo El Español».¿El Español?, un apodo: en realidad un saltimbanqui
italiano que había vivido en España; un
invento acertado del guión
en Ossessione, ¿quién llama dos veces?
Visconti despliega
el texto de James M,Cain y da su verdadera dimensión al personaje principal,
Gino con la caracterización del Español. O sea: adaptar no es copiar, lo que
Tay Garnett hará con la versión hollywoodiana de 1946. ¿Da su verdadera
dimensión a Gino? Por supuesto: Gino representa el principal arquetipo del cine negro, el
héroe existencial, el hombre, forastero, que penetra un territorio organizado,
moldeado por la sociedad, mientras él quiere ser libre. Frank Chambers, el
personaje de Cain, no encuentra al Español. Entre tantas otras, está es una
diferencia esencial con la película de Garnett.
Ossessione enfoca a Gino. Él es el obseso, no quiere obstáculos a su deseo: hace tiempo, dice, que no
se ha relacionado con mujeres; vida pobre… cuestiona la libertad (mientras
Frank Chambers la afirma). Dos veces se presentará en el territorio de la
pareja Bragana: se separa de Giovanna que no quiere seguirle hacia la aventura…
pero vuelve. Marca así los dos tiempos de la película. Obsesivo con Giovanna en
el primer tiempo, obsesivo con la muerte del marido en el segundo tiempo. El
Español es él que marca el tempo: “Sólo me habías amenazado una vez, se ve que
ahora ya eres más valiente”. Ambigua relación entre los dos hombres, el
español provocándole siempre para recordarle la libertad pero puede ser más
bien para tener un compañero. ¿Y Gino, con las mujeres? Una segunda vez es posible después de Giovanna, cuando encuentra a Anita, una bailarina en
Ferrara mientras Giovanna hace los tramites de la herencia de Bragana. Se
acuesta con Anita y se sirve de ella para escapar de la policía. Pero, al
final, en la playa con Giovanna… y con una fuerte dramatización, Gino la
convence para huir… por segunda vez.
Un acto político
No puedo resistir
más tiempo a la comparación que intenté eludir en la análisis de The
Postman always rings twice. Por lo menos, marcar algunos elementos,
aparte esta “luz de acuario” de la que hablaba en dicha página. La introducción
del personaje del Español y la trama que organiza Visconti alrededor del
segundo personaje segundario, Anita, tan distinta de la de Garnett con Madge
(Audrey Totter en un papel insignificante cargado también de un glamur inútil) no
se limita a dar una credibilidad reforzada en la caracterización del personaje de Gino. Detrás de una
representación del sub-proletariado del
valle del Po, gente ordinaria, Visconti efectúa con Ossessione un acto
político extraordinario: reivindica la libertad de expresión y denuncia los
tabúes de la sociedad italiana… que son también los de toda Europa en estas
fechas. Mata tres pájaros de un tiro: pone en escena el adulterio con una
fuerte carga de erotismo, una relación entre dos hombres dentro de situaciones
y con emociones ambiguas, hace competir
una mujer, casada con un negociante respetado y religioso, con una prostituta a la cual da la ventaja. El
acto político de Tay Garnett y de los estudios MGM no tiene misterio: una
propaganda más sobre el sueño americano, la fuerza del dinero y la moral
religiosa. Por supuesto, la censura
fascista no dejará pasar… y las bobinas serán quemadas: Visconti, avisado por
sus contactos, guardará una copia que vendrá a enriquecer el arte
cinematográfico.
La semilla tarda en germinar, pero se hace en los dos a
la vez
¿Un crimen?... ¿Cómo
han podido llegar a eso?
El tema del cine negro
gira alrededor de un eje central: la causalidad. Los eventos se enlazan, forman
una cadena que no se puede romper, hasta al evento final predecible. Los
personajes son presos de un mundo determinista en el que el azar, las
estructuras sociales, los mecanismos psicológicos acaban con los proyectos y
las esperanzas.
Gino el vagabundo
entró en la casa de comida, había cazadores con sus perros sentados en una
mesa, nadie en la barra, se oía la voz de Giovanna cantando… La puesta en
escena del encuentro y el flechazo Giovanna-Gino me parece ser lo que marca
mejor la diferencia entre las dos películas. Aunque la presentación de Cora
(Lana Turner) y Giovanna (Clara Calamai) tiene la misma intención (el hombre
mirando las piernas), la primera es “La” referencia al glamur de los estudios
estadounidenses mientras Ossessione nos introduce en lq
cotidianidad de Giovanna…
¿El flechazo? Por
supuesto: zoom, travelling, primerísimos planos… música trágica… Flechazo para
Gino, pero ante todo: Comer. Giovanna, ella, está impactada
cuando él se quita la chaqueta: « espalda
de caballo…» (Gino es muy peludo), pero sigue con sus paños de cocina…
Más tarde… Él
arregla una bomba, ella canta, el sol… la mirada del hombre hacia la casa de
donde sale la voz de Giovanna. Gino se limpia las manos en la camiseta, suda… Entra
y cierra la puerta del restaurante (como Frank Chambers). No vemos a Giovanna pero
nos damos cuenta que ha dejado de cantar mientras la música trágica del
principio suena de nuevo.
La cama. Fuerte
carga erótica, tic-tac de un reloj… Confidencias, como Cora; prisionera de un
mundo dominado por los hombres: el marido que pide todo, masajes, sexualidad,
comida… y el cura, ahora el amante. Frente
al macho, Giovanna parece más sometida mientras Cora intenta dominar. El marido
más bruto que Nick, el personaje de Garnett… Giuseppe Bragana también quiere depositar su semilla: quiere un
niño (no una niña por supuesto), hombre de iglesia y de tradiciones: canta opera
maravillosamente, va de pesca con el
cura, mientras el cura de Garnett se hace cómplice del orden judicial en el
corredor de la muerte. Bragana es un avaricioso que lo reconoce, a diferencia de Nick.
Giovanna: “tú entiendes,…lo que significa dejarse invitar por los hombres…”,… tenía
dinero, yo no tenía nada… cada vez que me
toca con sus manos grasientas… hasta cuando…
Gino: ¿Hasta cuándo?
Tienes que amarme lo suficiente, Gino
El marido anuncia a
Giovanna que ha pensado en ella, enseñando la caja cerrada que tiene bien
guardada: “el previsor hace la alegría de
sus padres…” Gino parece tener una reacción, una cierta emoción, ¿un
interés? Giovanna está demasiado atareada y nerviosa para prestar atención…
pero su registro mental ha funcionado.
La noche. El calor
la pone nerviosa. El marido invita a Gino a comer. Giuseppe Bragana: Han matado a alguien. ¿De qué modo le han matado? Pregunta
Gino…
También aquí se
habla de gatos: no se trata del gato que va impedir el primer intento de
asesinato del marido en la obra de Garnett –Visconti elude este primero intento
como lo hará con el juicio tan cargante, clásico y repetitivo en el cine
Hollywoodiano que sólo Preminger sabrá tratar con virtuosismo. Pero los gatos
que maúllan y ponen a Giovanna al borde del ataque de nervios, dan a Giuseppe
Bragana el protagonismo: coge la escopeta para matarlos: el crimen ordinario de
la gente ordinaria que puede matar al gato,
al perro o al zorro, es el evento que proyecta la semilla en la mente de
los amantes, simultáneamente, en silencio de las miradas. No hay palabras, la
semilla germina en terreno fértil: una única mente une a los amantes.
Tiros, Gino coge a
Giovanna en sus brazos, pensativo, mira hacia la puerta de dónde viene el ruido
de los disparos.
Gino no aguanta: tendremos siempre a tu marido al lado…
Se marcha, encuentra al Español que le aconseja marcharse lejos, ¡embárcate! Trabajan juntos de
saltimbanquis. Giovanna y su marido le encuentran, Bragada le invita al restaurante.
Mientras el marido coge el micro y canta
la Traviata:
Giovanna: no has ido tan lejos
Gino: si quieres vuelvo a tu casa
El marido bebe
mucho, ellos se miran, bebiendo: la semilla está a punto.
Ahora misma, entiendes, dice
Giovanna a Gino cuando se montan en el camión para volver al pueblo.
Un acto escandaloso
Lo revolucionario,
lo extraordinario surge en la vida de la gente ordinaria: el crimen. Acto
escandaloso que sólo la huida de sí mismo permite asimilar, transformando a
cada uno, creando bifurcaciones en el camino inicialmente marcado,
separaciones, reencuentros...
Tampoco veremos el
asesinato disfrazado de accidente: en el lugar mismo del crimen, los amantes
comentan a la policía los hechos inventados. Visconti invita el espectador a
excitar su imaginación y se ahorra el ridículo dialogo de Lana Turner y
Garfield, comentando la caída del coche
en el barranco y lo que tienen que hacer… ¡Elegancia del director desde su
opera prima!
Aquí, no hay luz de
acuario hollywoodiana. El pasado obsesivo, esta carga que la mujer arrastra y
de la cual quiere escapar, no puede ser
representado con esta luz. Visconti lo sabe: los que viven con esta carga y la
fatalidad del destino (otro arquetipo
del cine negro) buscan las calles oscuras, la atmósfera sombría de las
habitaciones. Las emociones no se expresan por las palabras. El contraste con
los momentos de libertad, de felicidad, coge toda su fuerza cuando salen al sol
de la calle, del campo o de la playa. Del interior al exterior: la película va
creando la simetría del texto por la imagen. Pasamos de la oscuridad a la luz
simplemente dividiendo la película en Dos
Tiempos, Dos veces. El centro de la simetría lo marca la declaración a la
policía, el sonido lo da el tic-tac de un reloj: Los dos amantes abandonan la
huella de sus sombras en la puerta de la comisaria.
Los destinos se
cruzan, los tríos se forman y se deshacen, con siempre Gino en el centro:
-Giovanna, el
muerto, Gino…. Tres meses después de la
muerte del marido: él quiere irse (no seguir “en la casa de un muerto”), ella
casarse: Tienes miedo a lo desconocido.
Pero también: El cura, Giovanna, Gino…. Anita, Giovanna,
Gino… y el Español. Giovanna, Gino….
-Viento de libertad
con el español: “Tendrías que saberlo,
alguien con ideas claras, jamás se asienta”-Gino tiene miedo “Quédate si quieres, con esa mujer que te
ganaste así”.
-Cuando encuentra
a Anita, la bailarina, el viento de la
libertad sopla de nuevo y aprovecha que Giovanna le anuncia que había un seguro
de vida con mucho dinero para acusarla de haberlo montado todo y engañarlo. Se
marcha a ver Anita.
A pesar de la
persecución de la policía, el verdadero viento de libertad vendrá con la paz
que le da la noticia de Giovanna: está embarazada… o más bien cuando la policía
le dice: “Vamos”.
Burros, perros, la
vidilla en las calles de Ancona,
saltimbanquis, posadas y restaurantes con concursos de cantos (operas)… Fuerza
de los cuerpos, relaciones de fuerzas sin tabúes. Movimientos de los cuerpos en
relación: la bofetada (de Gino a Giovanna cuando ella le chantajea si la deja)
en Ferrara. Magnifica secuencia con este picado sobre la plaza, en Ferrara, la
multitud se acerca de la pareja y se aleja de nuevo: ¡Jean Renoir no se
encuentra muy lejos!
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