31.5.17

"Eva"-Joseph Losey



Ver Dossier Joseph Losey) y Dossier Literatura

Eva (1962)



Director : Joseph Losey

Guión : Hugo ButlerEvan Jones, (novela Eve de James Hadley Chase)

Fotografía : Gianni Di Venanzo, assistido ppr Pasquale De Santis (encuadres)

Música : Michel Legrand

Montaje ; Reginald Beck

 Productores : Raymond HakimRobert Hakim 

Actores:





Eva (Jeanne Moreau) lee el libro de Tyvian Jones (Stanley Baker ) mientras Francesca( Virna Lisi ) se refleja en sus gafas.


“Eva”  en la trilogía europea en negro de Losey

La incorporación de Eva en el Dossier cine negro puede sorprender si nos fijamos en la fecha de su realización –más de una década después de las grandes obras que marcaron el género negro – y en su temática: un drama de las pasiones amorosas. Además, está ambientado en un grupo social mundano y decadente de la “Dolce Vita”  veneciana y romana y presentado con una estética propia de los años sesenta en una Europa ya influenciada por los jóvenes cineastas franceses con la musa Jeanne Moreau y el acompañamiento musical, por momentos demasiado protagonista. de Michel Legrand.  

Sin embargo, Eva se sitúa en la continuidad de las dos obras incluidas en este Dossier Cine Negro y rodadas anteriormente por Losey con Stanley Baker Blind Date y The criminal – cerrando así una trilogía coherente dentro de la trayectoria profesional del actor, pero también del director.

Inspirado por la  novela de James Hadley Chase, Losey efectúa una restructuración  de la representación de la femme fatale de la que la actriz Jeanne Moreau participa, llevándola a su máxima expresión con una sutileza que Hollywood no podía alcanzar en la época dorada del género negro debido  a las codificaciones impuestas y  a pesar del talento de actrices como Bárbara Stanwick y de directores como Billy Wilder o Robert Siodmak. Conviene reconocer que las novelas de Chase constituyen una buena base para tal restructuración ya que el escritor sitúa frecuentemente a las mujeres en el centro del tablero policiaco, moviendo los hilos de las pulsiones y acciones masculinas de manera a programar la evolución de sus propios sentimientos, de la seducción a la traición… Este aspecto de la película de Losey es uno de los argumentos que permite situarla en el cierre de la trilogía europea en negro del director. Podemos citar algunos más:


Parece ser que el personaje de la femme fatale creado por James M.Cain a partir de El cartero siempre llama dos veces (1934) inspiró a James Hadley Chase. La adaptación de la novela de este último (Eve-1945) por Losey no trata de crimen y no toma en cuenta ninguna  semilla sembrada por el hombre (ver en este Blog El cartero siempre…de Tay Garnett-1946) . Con la vuelta a los orígenes (título bíblico) de la relación mujer-hombre,  o más bien a uno de sus mundos derivados, volvemos a encontrar uno de los fundamentos del cine de Losey: el naturalismo. . El mundo derivado es el de la separación total desde la venganza pura – ni amar ni ser amada dice Eva –sino una cruzada bajo la égida de Némesis (pensamos aquí a la película de Fritz Lang:  The Big Heat (Sobornados)

La coherencia de la trilogía en negro se ve confirmada por los personajes interpretados por Stanley Baker. El inspector Morgan,resentido en una sociedad corrupta (Blind Date), el criminal violento y machista (The Criminals), el usurpador humillado enfrentado con su soledad en Eva , tres temas que el actor conyuga como protagonista de una única historia, la de una película negra tan americana como europea. Con su sensibilidad y la inteligencia de una técnica cinematográfica perfectamente dominada, Losey hace una demostración asombrosa de la posibilidad de asociar dos formas de naturaleza diferente, la hollywoodiana y la europea que el exilio le ha permitido integrar con éxito en unas coproducciones entre Francia, Italia, Reino Unido…  The Criminal anunciaba esta asociación y Eva la realiza.


Un resumen
La adaptación al cine del libro de Tyyian Jones permite al escritor participar a su presentación en la Mostra de Venecia. Personaje sin escrúpulos y mujeriego, Tyyian beneficia de una fama usurpada: ha publicado con su nombre el trabajo literario de su hermano que acaba de morir. Cuando Eva surge en su vida, Tyyian, fascinado, la persigue hasta Roma. Progresivamente, ira aceptando todas las humillaciones. Intentará liberarse de esta pasión obsesiva y olvidarla, casándose con Francesca. Esta, a pesar de su amor por Tyyian, no consigue hacerle olvidar Eva… Seducir pero no amar ni ser amada: esa es la meta que se ha fijado Eva (¿para vengarse del daño que le han hecho los hombres?)

Dice Losey en una entrevista después del estreno de Eva en Francia: «Creo que Eva es mi film más personal, el más cercano y, por unas cuantas razones, el más inacabado (la película fue mutilada por los productores, pasando de155 a 104 minutos) . Uno sólo puede acercarse a lo que quiere expresar, a lo que quiere ser… No hago trabajar mis actores de la misma manera, cada uno debe ser dirigido según su propio carácter… Inquieto, pero no pesimista, lo peor puede llegar pero no desespero nunca… Un hombre y una mujer deberían ser felices juntos, pero están unidos en Eva y en otras de mis películas, por unos lazos usados, anticuados,.. Luchan para escapar pero no lo consiguen… están perdidos…» 

El naturalismo en Eva

En Imagen-Movimiento, el filósofo francés Gilles Deleuze, que citaremos a lo largo de este texto, escribe:
“El naturalismo de Losey le conduce a subordinar el tiempo a las pulsiones de unos mundos de los orígenes… No es tarea fácil conseguir una pureza de la imagen-pulsión, encontrar la apertura y la creatividad suficientes. Eso es lo que han hecho los grandes autores llamados “naturalistas”. Precisamente, de un nivel equiparable a Stroheim y Buñuel,  Losey (americano pero ¡tan poco!...) es el tercero en inscribir su obra dentro de unas coordenadas naturalistas renovadas a su manera…” (ver Gilles Deleuze-“Cinéma” en el Blog)

Con Eva, Losey sigue fiel a su visión “naturalista” que se notaba desde The Prowler y en las películas rodadas en Reino Unido citadas anteriormente. Con su enfoque particular de la lógica de las pulsiones, el director desarrolla sus temas fundamentales – las  identidades, las clases sociales– temas  tratados en este Blog para sus películas anteriores, así como el perfeccionismo en el decorado En la trilogía en negro con Stanley Baker, el cuestionamiento de la identidad de los personajes se presenta con insistencia como en una encrucijada de nacionalidades (personajes–actores de  nacionalidades distintas) o de clases sociales (Tyyian, hijo de mineros, evoluciona en un medio de la burguesía media-alta como el protagonista de Blind Date) o los dos a la vez.  Eve transforma esta encrucijada en un profundo misterio: el misterio de una mujer  y el de una ciudad, Venecia.

El misterio de Eva


Al juego del misterio de las identidades se añade  la estrategia de la territorialización, la de la  “garrapata” que tanto aficiona Losey. Para Gilles Deleuze esta estrategia se define simplemente a partir de tres elementos: la luz, la temperatura, la zona menos peluda del cuerpo.  Este tema, también tratado en The Prowler y retomado en Blind Date,  tiene aquí su representación más implacable: un personaje (Eva) se introduce en el espacio de otro personaje (Tyyian), efectúa una verdadera territorialización de su casa, su cuerpo, sus emociones y las de los que le rodean hasta conseguir la destrucción por agotamiento de todas las posibilidades. El tema tendrá su prolongación en otras obras maestras de Losey como The Servant o las rodadas con Elisabeth Taylor.
En The Prowler, tres secuencias y dos noches bastan a la “garrapata” masculina, el merodeador (Van Heflin) para apoderarse de la mujer (Evelyn Keyes) y de su casa después de haber matado al marido. La situación se inversa en Blind Date cuando la francesa Jacqueline (Micheline Presle) se fija en el joven pintor holandés (Hardley Krüger) para poner en marcha la máquina de guerra y de venganza contra su marido. Joseph Losey introduce así a Eva, la segunda actriz francesa, Jeanne Moreau, que no necesita de ningún crimen para agarrar su presa, Stanley Baker. Los elementos que definen su estrategia no son ni el deseo de un estatuto social del merodeador, ni la venganza de Jacqueline, sino la forma hombre en estado de deseo de posesión.

La garrapata (Van Heflin en The Prowlwer)


Sin embargo, la estrategia de la “garrapata” no corresponde únicamente a la mujer porque Tyyian, obedeciendo a la lógica de las pulsiones y no al frío cálculo de la ambición o la venganza, se va agarrar también a su manera, fracasando en su estrategia. La imagen de su pulsión reside en  una violencia contenida –aunque estalla en los primeros encuentros hasta llegar a pegar a Eva y tirarla al suelo –. El hombre obseso, enganchado al cuerpo de Eva, intenta forzar los lugares que ocupa: su piso en Roma, el casino, su piso en Venecia, para quedarse, al final ya,  definitivamente avasalladlo.

 Parece evidente que Stanley Baker es el actor predestinado para la obra de Losey, el cual sigue desarrollando su investigación de la adaptación a la narrativa y a la imagen de su visión naturalista: una puesta en forma artística que revisita constantemente a lo largo de su obra. La violencia estática de Tyyian entra muy pocas veces en acción pero “atraviesa los lugares ocupados por Eva como tantos  medios derivados de un mundo originario, perdido para él pero que Eva mantiene intacto. La perversión de Tyyian implica su propia degradación en su intenta de conquistar lo inalcanzable. Preso de su deseo se vuelve la presa víctima de su propia pulsión; su violencia contenida, la brutalidad aparente, no bastan para impedir el devenir de su propia degradación.



Las imágenes del naturalismo

 “La degradación es el síntoma  de esta pulsión de servilismo universal, a la cual corresponden, tanto como fetiches,   las estatuas y los espejos cautivadores”: ¡los espejos! Todos los decorados de las escenas de interiores incorporan uno o más espejos; hasta la araña de cristales de Murano colgada en el Casino refleja la imagen de Eva. Losey se las arregla para utilizar un espejo en los exteriores: reflejo de Francesca en las gafas de Eva o este espejo de bolsillo que saca Eva en una terraza de café en Venecia, proyectando su imagen sobre el pecho de su amante.

Tyyian,  fuera de campo, borracho, intenta aguantar las advertencias de Branco


Los espejos biselados, cóncavos y convexos, los espejos venecianos… son inseparables de un circuito, como lo vemos en la obra de Ophüls y de Losey… Este circuito es un intercambio: la imagen en el espejo es virtual con respecto al personaje; sin embargo, en el espejo esta imagen es actual y el espejo deja al personaje una simple virtualidad, le deja fuera de campo” (Ver en el Blog +más+ de mementoEl cristal en la imagen).


Eva "fuera de campo"


Eva está frecuentemente “fuera de campo”, se preserva en su mundo originario. Porque, escribe Deleuze, en el naturalismo de Losey, “las mujeres parecen adelantadas con respecto al medio, rebelándose contra este y también en el afuera del mundo de los orígenes de los hombres… a veces les utilizarán”, y a propósito de Eva, la describe como la que traza la línea de salida y conquista la libertad creadora, artística o simplemente práctica; no tiene ni vergüenza ni culpabilidad, ni la violencia estática que podría tornarse en contra de sí misma.


Losey filma por algunos momentos los personajes con máscaras. Tyyian acabará quitando el suyo para reconocer su naturaleza de usurpador, su deseo de poder y dominación. Eva guardará la máscara puesta hasta el final marcando una línea de salida improbable, creando más frustración y fascinación en el medio. Venecia en segundo plano, pero a veces protagonista absoluta, mistificada por la cámara en la selección de los encuadres ofreciendo unos paisajes fantasmales, desolados, donde los sentimientos y las pulsiones se vienen a perder, mientras doblan las campanas de la Iglesia de la Salud para Francesca. La cámara sigue, en un movimiento complejo, las góndolas en el  gran canal, los cuerpos vestidos de negro. La pulsión que proyecta a Francesca hacia la muerte en las aguas de la laguna se traduce por la imagen de la cara de Tyyian en primerísimo plano: una cara en la que se lee la culpa y la cobardía pero también una puñalada más que le lleva a la destrucción,.
En Venecia también, esta escena magnifica en la que Tyyian, escondido en la sombra, acercándose en la noche, prudente como un gato, para espiar a Eva (que lo sabe) desde la ventana de su apartamento donde se está deslizando  un gato negro. Eva se prepara a darle el golpe final: el látigo que lo proyectará en los contenedores de basura. Ninguna pulsión en Eva: la helada distancia con los sentimientos frente al deseo del esclavo: el hielo también quema decía Jacqueline en Bind Date
Para Eva, los espacios en los que estalla esta violencia en acto, no contenida o impulsiva como le pasa a Tyyian, es la cama, el dormitorio: quiere estar sola, decidir ella sola si recibe o no al hombre. Así de simple. Para él, no hay mejor espacio para volverse en contra de sí mismo que lo afuera: de los bares, de la casa en la laguna; se cae a la puerta del ascensor, a salir del embarcadero, delante de la cancela de la casa… El medio en donde se manifiesta la pulsión es la casa, el hotel, el casino (en este último, se esconderá detrás de un biombo con una mujer para intentar satisfacer un deseo que Eva frustró unos instantes antes). Las cancelas, las puertas cerradas, ver a través de la cerradura, los cristales de las ventanas que Eva rompe con gana mientras hacen del hombre un mirón: esos son los límites entre el mundo de los orígenes y los medios de las pulsiones. Y, por supuesto, la orilla de la laguna, filmada con paciencia, define un límite más misterioso que separa la fluidez de Eva a la firmeza de la tierra de Adán.  


De la garrapata al bogavante

« Me parece que está olvidando por qué estamos aquí»: cuando Branco, el productor de cine, interpela con esta frase a Tyyian borracho en un bar, éste se desmorona. «Si te olvido…» ¿Qué pasó?, se pregunta el espectador, lo que justifica el relato el flashback con la voz en off  de Tyyian que acabará más tarde con las mismas palabras. La estructura de la película incorpora un flashback único que contiene lo esencial de la obra, lineal en la cronología que nos recuerda Double Indemnity (Perdición-Billy Wilder-1944)  por su impacto en el relato.

 « Me veía sobre las aguas de Babilonia…» dice la voz para introducir esta Dolce Vita del equipo que presenta en la Mostra de Venecia su película, adaptación de la novela de Tyyian Jones: Branco, Francesca, el director Arthur McCormick… Se adivina una relación íntima entre Francesca y Branco, pero se ve que Francesca está enamorada de Tyyian… Se habla de un nuevo proyecto de película después de que  Tyyian acabe su próxima novela…
Toda la primera secuencia de este flashback se sitúa entre dos imágenes casi subliminales, de Eva… Ahora la seguimos, de noche, seguida por un posible amante: fuerza la entrada de una casa en la laguna, llena la bañera, hurga por aquí, por ahí, envuelta en una toalla, en la cama, frente al espejo, otra vez en la cama… un cuerpo que le gusta saltar, sentir lo que le rodea, y sobretodo mirarse… En todos los espejos de la casa en la laguna (que es la casa de Tyyin). Habrá más espejos…
Un amante avasallado obedece… Eva, acompañada por la voz de Billie Holiday: Willow weep for me, ¡Sauce, llore por mí, inclina tus ramas hasta el suelo y envuélveme” …Tyyian tumba el amante avasallado en la escalera, le echa de la casa en la laguna. .. Eva no habla, ni una palabra, no contesta a las preguntas, el fuego en la chimenea responde a la frialdad de los espacios. Los cuerpos se encuentran por el intermediario de los espejos. Ahora, los dos cuerpos de negro sobre las sabanas blancas forman unas figuras: línea y punto, líneas paralelas..  Eva se levanta, le pega, le echa del dormitorio…
Eva y su colección de huevos… ¿Lo que ella quiere más en el mundo? : el dinero-¿por qué? Para comprar discos-… ¿lo que odia más fuera de los hombres?: las viejas señoras… dice a Tyyian que la ha seguido hasta Roma, sin éxito porque le cierra la puerta de su casa. Se ríe del hombre… “no te enamores” le dice cuando, por fin, le recibe en su cama mientras, tranquilo al lado de los huevos,  el Bogavante les mira… “Eres un perdedor, no quiero el dinero de un perdedor”: en el juego de la humillación, Tyyian conocerá un instante lo que se siente cuando te doblas para recoger el dinero que te han echado a la cara, aceptará el látigo y caerá en las basuras de Venecia… La intrusa ha tomado posesión del medio, ¡incluso de la pantalla!




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