Danièle Huillet et Jean-Marie Straub, cinéastes (dirigido por Pedro Costa-2001).
No es necesario preguntarse quién es el verdadero autor de una película: puede ser la película de un realizador, pero hay también películas de un buen guionista, de un productor con un proyecto creativo definido, o de un actor que lleva todo el peso del proyecto.
Sin embargo, dice François Truffaut[4]:
"El realizador es el único miembro del equipo cinematográfico que no tiene
derecho a quejarse o a sentirse frustrado;él tiene que conocerse lo bastante
como para decidir si es capaz o no de aguantar la presión...y si la puede
trasformar en ventaja".
"Los Straub" corresponden bien a esta descripción y no hay confusión en cuanto a la autoría de cada obra: actores no profesionales (hacen resaltar que los profesionales no entienden sus exigencias), guiones, sonido y montaje "caseros". A propósito de la producción, JM. Straub en conferencia, probablemente con universitarios, cuenta como rompió con la productora que quería imponer al jefe de orquestra Herbert Von Karajan para interpretar a J.S.-Bach en Chronique d’ Anna Magdalena Bach, pagándole una suma extra si aceptaba. Straub tenía claro que el papel lo tendría Gustav Leonhart, todavía desconocido, y tardaría diez años en encontrar otras fuentes de dinero.
Los dos realizadores muestran unas personalidades fuertes, contradictorias y generosas. Por esta fecha han rodado 22 películas. Su carácter nómada, la aventura del cine, les hace capaces de recorrer 30.000 Km. para encontrar las localizaciones de Moises et Aaron, y aprovechando una parada en Sicilia ruedan… Sicilia.
Los Straub, en este documental, nos regalan una clase memorable de montaje, ilustrada con unas secuencias de Sicilia. Pedro Costa traduce perfectamente el espíritu de sus películas, distanciando las "imágenes visuales" de Sicilia de sus "imágenes sonoras", y de las imágenes sonoras de la pareja Straub –que llega a discutir cuando él no para de inmiscuirse en el trabajo que ella está realizando con tanta destreza en la mesa de montaje.
Efectivamente, el primer aspecto de la obra de los Straub es separar y resaltar el enunciado, el acto de hablar –"acto de la palabra o imagen sonora", citando a Gilles Deleuze[5]:
Este acto tiene que ser arrancado de su soporte leído –texto, libro, cartas o documentos.
Este desgarramiento no se hace con arrebato o pasión; supone una cierta resistencia al texto, un esfuerzo especial para sacarle el acto hablado. La voz de Ana Magdalena recita las cartas de J.S. Bach de tal manera que habla como Bach escribía y hablaba, accediendo así a una forma de discurso indirecto libre… Y lo que explica el encuentro de los Straub con Kafka es el hecho de que Kafka pensara también que sólo tenemos el acto de hablar para vencer la resistencia de los textos dominantes, de las leyes preestablecidas, de los veredictos ya decididos (Amerika, rapport de classes)… "Es el acto de hablar el que resiste, él mismo es acto de resistencia".
Se crea una escisión de la imagen audiovisual, una disociación de lo visual y de lo sonoro, imagen visual e imagen sonora entre las cuales circulan las luchas: luchas de las clases obreras, pero sobre todo las luchas del mundo rural.
Lo que resalta particularmente en esta lección de montaje es el tratamiento preciso de los cortes y "raccords" entre planos y la importancia que se le da al sonido.
"Raccords" (ver pestaña: Glosario cine)
Al reproche que se les hace a menudo de no tratar la psicología de los personajes en sus películas, los Straub responden con "la psicología que desvela el montaje" y lo demuestran con una escena de Sicilia. Plano por plano, a partir de varias tomas, van a pulir el diálogo entre dos personas, analizando las expresiones más sutiles de las caras, probando cortes y "raccords", tanto como sea necesario, dejando fluir sus propias emociones, lo que provoca chispas en la pareja. J.M. Straub sitúa a Charlie Chaplin como el precursor en el desarrollo de la técnica de montaje en la historia del cine, antes de Eisenstein.
Sonido
Rodaje en la calle, en otra escena de Sicilia. Ruido ambiente, que hay que incluir. Saber aprovechar el portazo intempestivo de un coche para arrancar con la banda musical. "Nunca caer en la sopa musical de tantas películas, que trasforman la banda sonora en ruido" dice JM Straub insistiendo sobre el término de sopa.
Es una crítica sin piedad, con fogosidad, violencia, a lo que él llama "El CineTele" o la violencia que ayuda. Allí donde reina la violencia, arrancando el acto sonoro a su soporte:
la dialéctica entre paciencia y violencia se esconde dentro del mismo arte de Bach… Cada pieza de música que enseñaremos será realmente ejecutada delante de la cámara, en un solo plano y sonido directo. ¿Cómo se hace está música? será el núcleo de lo que se enseñará de una pieza de música: puede ser introducido con una partitura, un manuscrito, una edición original impresa…[6]
[1] podemos traducir esta cita de Bazin por: «El cine sustituye en nuestra mirada (el mundo real) por un mundo acorde con nuestros deseos».
[2] En 1950 escribe su primer libro Orson Welles y hará una segunda versión en 1958 después del estreno de Touch of Evil (Sed de mal). El libro será publicado en New York en 1972 (Orson Welles, a critical view by André Bazin) y será reeditado en 1978 con una larga introducción de François Truffaut.
[3] TRUFFAUT, François Le Plaisir des Yeux Cahiers du Cinema (Petite bibliothèque) 2000, p.18
[4] TRUFFAUT, François ,Ibíd. p.13-14
[5] DELEUZE, Gilles L’Image Temps Les Editions de Minuit 1985, p.330 - 331
[6] Entrevista de Straub y Huillet en el Goethe Institut: a propósito de Chronique de Anna Magdalena Bach.