EL ESPIGADOR
nº6
Jurados populares
La justicia es algo demasiado serio para confiarla sólo a los magistrados dice el jefe del Estado francés. Es el punto de partido de una reforma del sistema judicial en Francia que instaura un jurado popular en los tribunales para juzgar, al lado de tres magistrados, de como la violencia sexual, el robo con violencia.
Le Monde (14 de Abril 2011) escribe: «el poder ejecutivo es una cosa demasiada seria para que se la confíe al sólo gobierno y menos todavía al sólo presidente». Es una reforma que puede parecer popular pero que, de hecho, es populista. Estos jurados designados por suerte no tienen acceso al dossier del cual están informados por los magistrados. Ya que la justicia no es ni ejemplar ni eficaz, Le Monde añade: «se ve mal como la presencia de unos ciudadanos novatos, amadores en el plan jurídico, para apoyar a unos magistrados profesionales, pueda mejorar las cosas».
Populismo penal
Llama la atención la retórica y, a veces, la acción del sistema político con respecto al sistema judicial o policial. Hoy, unos gobiernos, en Francia o en Italia, un partido de gobierno en la oposición en España, no tienen reparos en criticar a la justicia o a la policía con el fin de promover reformas en su ventaja o de atacar al partido rival, designarlas también como responsables en el caso de unos sucesos trágicos. Manipulan ciertos hechos que tienen una resonancia mediática, aptos para activar el miedo colectivo –monstruo pedófilo, terrorista, activista… -y asientan así su autoridad política.
Estos responsables políticos apelan al pueblo directamente para descalificar a unas instituciones que tratan problemas de la sociedad a partir de las leyes que sus partidos han votado. Promueven así un populismo penal en el marco de la retórica exacerbada de la seguridad.
Este texto introduce la página "El monstruo y Michel Foucault" en preparación