EL ESPIGADOR
nº16
La opinión pública aparece como el nuevo interlocutor de la sociedad democrática. Sin embargo, los periódicos, TV, Blogs, redes sociales, la posibilidad de votos electrónicos… ofrecen sus verdades. ¿Puede el ciudadano tener una opinión distanciada de las nuevas tecnologías de la información? Los medios en tiempo real ganan espacios y, con facilidad frente a la apatía colectiva, se hacen los portavoces de la sociedad. Esa realidad es un proceso que crea una crisis de credibilidad e impotencia en el sistema político y probablemente jurídico. Esa competencia entre la información en tiempo real y las instituciones políticas y jurídicas, esta confusión entre los "pilares de la democracia" llevan a preguntarse sobre la legitimidad que tienen unos y otros como representación de los ciudadanos.
¿Tenemos que hacer de una esperada democracia directa el espejismo de Internet, de los medios de prensa y de la telefonía móvil?