12.12.11

Western: evolución

Está página pertenece al Dossier: ANDRÉ BAZIN, UNA MIRADA OBLICUA (pestaña VENTANAS-párrafo TEXTOS) en el cual ofrecemos una recopilación de algunos fragmentos de su libro "¿Qué es el cine?" Estos fragmentos se presentan con un título que corresponde al fragmento elegido y no necesariamente a los títulos de los capítulos del libro.

Dossier André Bazin

Poco antes de la guerra el western había llegado a un notable grado de perfección. Los directores consagrados vienen (o vuelven) al género: William Wyler con El forastero (The westerner-1940), Fritz Lang con Western Unión. Este fenómeno encuentra su explicación… en la toma de consciencia nacional que preludiaba la guerra: nos inclinamos a pensarlo en la medida en que el western procede de la historia de la nación americana, tanto si la exalta directamente como si no.

The westerner (Gary Cooper)



El año 40 marca un punto límite más allá del cual tenía que producirse fatalmente una evolución. Los filmes de guerra lo eliminaron del mercado provisionalmente. El clasicismo al que el género había llegado implicaba que para sobrevivir tenía que buscar algún elemento de novedad. [Parece oportuno en este caso] la utilización de la famosa ley de las "edades estéticas": los nuevos films de Ford, Pasión de los fuertes (My darling Clementine-1946) o Fort Apache (1948) representan bastante bien la renovación del clasicismo de Stagecoach.


My darling clementine (Henry Fonda-Linda Darnell)


[La guerra no va proporcionar] a Hollywood solamente temas espectaculares, sino le ha forzado a reflexionar. La Historia que antes no era más que la materia prima del western, se va a convertir a menudo en su argumento (Fort Apache donde vemos la rehabilitación política del indio).

La diligencia (Stagecoach -John Ford-1939)



Ejemplo ideal de esta madurez de un estilo que ha llegado al clasicismo. Ford llegaba a un equilibrio perfecto entre los mitos sociales, la evocación histórica, la verdad psicológica, la temática tradicional d la puesta en escena del western. Ninguno de estos elementos fundamentales sobresalía sobre el otro.

"La diligencia" evoca la idea de una rueda tan perfecta que permanece en equilibrio sobre su eje en cualquier posición que se la coloque..
Admirable ilustración de la parábola del fariseo y del publicano, la diligencia nos muestra que...


...una prostituta puede ser más digna de respeto...


...que las beatas que la han echado de la ciudad...


 … cómo un fuera de la ley da pruebas de lealtad, de generosidad de valor y de delicadeza,...
mientras que un banquero considerable y considerado se escapa con la caja.



El superwestern

Es un western que se avergüenza de no ser más que él mismo, e intenta justificar su existencia con un interés suplementario: de orden estético, sociológico, moral, psicológico, político, erótico…en pocas palabras, por algún valor extrínseco al género y que se supone capaz de enriquecerle.

Panorámica en "Duel in the sun"



La influencia profunda de la guerra es más indirecta sin duda, y hay que discernirla cada vez que el film sustituye los temas tradicionales por un tema social o moral, o al menos le superpone. El erotismo puede también ser considerado como una consecuencia. al menos indirecta, del conflicto bélico en la medida en la que se emparienta con el triunfo de la "pin-up girl" de The outlaw de Howard Hugues...

 The outlaw de Howard Hugues-1943
El Aviador de Scorcese hace referencia a la insistencia de Hugues
 para enseñar este escote (Jane Russell-The outlaw)

... y Duelo al sol (King Vidor-1946), cuyo lujo espectacular es una segunda razón , puramente formal, para clasificarle dentro de los superwestern).


Jennifer Jones y Gregory Peck
(Duel in the sun)



Dos films que ilustran mejor esta mutación del género: Solo ante el peligro (High Noon-1952) de Fred Zinnemann, que combina los efectos del drama moral y del esteticismo de los encuadres, y trata el western como una forma que tiene necesidad de un contenido.

Gary Cooper in High Noon


Raíces Profundas (Shane) de Georges Stevens explora la contradicción del amor casi extraño al western, y cuya tesis es… el mito: se justifica el western con el western; como la belleza del western procede claramente de la espontaneidad y de la perfecta inconsciencia de la mitología que está disuelta en él, como la ola en el mar, esta destilación laboriosa es una operación contra-natura que destruye lo mismo que pretende poner de manifiesto.

Brandon de Wilde en Shane



Entre los superwestern nunca hemos dejado de ver films de serie B que no buscaban justificaciones intelectuales ni estéticas. Quizás además la noción de serie B es algunas veces discutible: todo depende del nivel al que se haga comenzar la serie A. Es el caso de


 El pistolero (The gunfighter-Henry King -1950) y...


... Caravana de mujeres (Westward the women-William Wellman -1951) 

... que no buscan su justificación más allá del renombre del intérprete o de la solidez de una historia sin ambiciones intelectuales.

Howard Hawks y la vuelta al western tradicional: sensibilidad, sinceridad y lirismo

Los westerns fundados sobre los viejos temas dramáticos y espectaculares, sin intentar desviar la atención con alguna tesis social o su equivalente en la plástica de la puesta en es cena: Río rojo (1948) y Río de sangre (1952) son dos obras maestras del western que no tienen nada de barroco ni de decadente… No hay en ellos ni rastro de tesis, [y por otro lado, la ingenuidad queda excluida]. Sinceridad: los directores juegan un juego limpio con el género, incluso cuando están conscientes de "hacer un western".

Lo novelesco

Mientras que los superwestern sustituían la ingenuidad por el preciosismo o el cinismo, hay quien nos ha demostrado que la sinceridad es todavía posible: Nicholas Ray rodando Johnny Guitar (1954) sabe lo que hace.


Joan Crawforfd sabe rebelarse contra los privilegios del hombre


No es menos consciente de la retórica del género que el George Stevens de Raices profundas (Shane) y además el guión y la realización no están privados de humor; pero jamás adopta, sin embargo, con relación a su film, una postura condescendiente o paternalista. Aunque se divierta, no se burla.

Duel al sol en Johnny Guitar


Los esquemas a priori del western no le impiden decir lo que tiene que decir, incluso aunque ese mensaje sea en definitiva más personal y más sutil que la inmutable mitología.



Los western que tienen algo de novelesco son los que, sin apartarse de los temas tradicionales, los enriquecen desde el interior por la originalidad de los personajes, su sabor psicológico, por alguna singularidad atrayente que es precisamente lo que esperamos de un héroe novelesco.

En Stagecoach, el enriquecimiento psicológico se refiere al empleo y no al personaje: el banquero, la beata. la prostituta… En Busca tu refugio (Run for cover-1955) el interés que suscitan los personajes se refiere más a su singularidad que a su generosidad: Nicholas Ray trata siempre el mismo asunto, el suyo, el de la violencia y el misterio de los adolescentes.

James Cagney y John Derek (Run for cover)


Edward Dmytryk con Lanza rota (Broken lance-1954) –remake en western de Odio entre hermanos de Joseph Mankiewicz, hace un western más sutil que los otros, con personajes más singularizados y relaciones más complejas, pero que no por eso dejan de estar estrictamente dentro de dos o tres temas clásicos.

"Broken lance" con Richard Widmark, Robert Wagner, Spencer Tracy...



Anthony Mann podría ser considerado como el más clásico de los realizadores novelescos y testimonia una franqueza conmovedora con relación al género, una sinceridad espontánea para colocarse en el interior de los temas, hacer vivir personajes atractivos y inventar situaciones emocionantes. La puerta del diablo (Devil's Doorway-1950), Horizontes lejanos (Bend of the river-1952), Tierras lejanas (The far country-1954) y el más bello de todos: Colorado Jim (The naced spur-1953), naturalidad en el manejo de un lirismo directo y discreto y sobre todo su infalible seguridad para unir al hombre con la naturaliza, ese sentido del aire libre que es en él como el alma misma del western, y gracias al cual ha vuelto a encontrar, en la escala del héroe novelesco y no ya mitológico, el gran secreto perdido de los films de The Triangle (Tres productoras: Keystone, Kaybee, Fine Arts).

Cinemascope

No encuentro más que un Cinemascope que haya supuesto alguna novedad en la puesta en escena: Río sin retorno (1954) de Otto Preminger. No llegaré a sostener paradójicamente que la pantalla ancha no le va bien al western ni incluso que no le hay aportado nada –Anthony Mann no lo utiliza en tanto que formato nuevo, sino como una extensión del espacio alrededor del hombre– , pero me parece claro que le Cinemascope no supondrá ninguna renovación esencial en este domino.


Marylin Monroe - "River of no return"
Dossier André Bazin continua...