EL ESPIGADOR
nº19
El consumidor del producto de una firma que no tiene competidores puede considerarse satisfecho si el producto es bueno y responde a sus necesidades Sin embargo, una posición ética o, al menos, la simple curiosidad , consiste en este caso en preguntarse sobre la falta de competitividad y el monopolio que ejerce esta firma. Sobre todo, cuando se trata de la información y de los servicios.
Todos sabemos que nuestra capacidad de información por medio de la red «se encuentra, casi por completo, bajo el control de una gigantesca agencia de publicidad».
¿Qué nos separa del famoso sistema estaliniano?
Nuestro querido capitalismo "desenfrenado" tiene su Pravda: es nuestro imprescindible Google, el motor "soberano" para emplear la palabra de moda en el mundo de las deudas estatales.
-«Controlando lo visible y lo no visible de la Red, Google utiliza este poder para favorecer sus intereses comerciales con el argumento de un enfoque de calidad». Google impone sus motores especializados, por ejemplo sobre servicios de compras y viajes. Aparece así como juez y parte, en el sentido en que debe juzgar las cualidades de los sitios, mientras él mismo propone numerosos contenidos, competidores de los de otras firmas que su motor ofrece, con facilidad o dificultad en la búsqueda. Sus prácticas de autopromoción han sido denunciadas en EEUU por parte de sociedades de búsqueda de viajes. En Europa, la Comisión Europea está investigando una supuesta manipulación y práctica discriminatoria por parte de Google en su beneficio.
-Google sabe manejar "todos los trucos" para no pagar impuestos, «"repatriando" en Irlanda la mayor parte de su capital en Europa. Su tasa de imposición a nivel internacional no llega a los 2,4%».
Como el consumidor no está en posesión de los medios para contener «el dominio absoluto de Google», ¿no conviene sensibilizarse y sensibilizar a los demás sobre el hecho de que Google tenga «el 95% de la búsqueda en la Red, orienta hacia unas direcciones que ha seleccionado y clasificado según unas palabras clave propias? Nos encontramos todavía muy lejos de participar en una sociedad informatizada democrática y libre.
Las citas son de Thomas Clay, decano de la facultad de derecho y ciencias políticas-Universidad Versailles-St Quentin. (Articulo en Le Monde del 15 de Diciembre de 2011)