7.12.13

"Crack-up"-Irving Reis

Colapso
Crack-up 1946 poster

Director: Irving Reis empezó a rodar como director en 1942. Fue el creador de un programa de radio, Columbia Workshop y director de la serie “Falcon” con George Sanders en el papel principal: The gay falcon, A date with the falcon, The falcon takes over, antes de rodar con Edward Dmytryk Hitler’s Chlidren en 1943. Después de Crack-up, rueda All my sons, adaptación de la obra de Arthur Miller con Edward G.Robinson y Burt Lancaster. Notamos en su corta filmografía –muere a los 47 años – un interesante documental On Men and Music sobre algunos grandes interpretes de música clásica. Conviene hacer notar que Reis fue editor de sonido de Joris Ivens para Tierra de España (The spanish earth-1937) sobre la guerra civil, con Manuel Azaña, Dolores Ibárurri, el parlamentario José Diaz, Enrique Leister del ejército republicano y con la voz en off de Orson Welles, y Jean Renoir para la versión francesa. El guión es de Dos Passos, Ernest Hemingway y Lilian Hellman, la producción de Herman Shumlin, 

Guión:  John Paxton (ver filmografías guionistas). Otros guionistas en Crack-up: Ben Bengal/Ray Spencer adaptación de “Madman’s Holiday” de Fredric Brown.

Música:  Leigh Harline (Ver filmografía Música)

Fotografía:  Robert De Grasse (Ver filmografía fotógrafos)

Montaje: Frederic Knudtson -uno de los directores de montaje importantes en la RKO, en este blog en La ventana, Cara de Ángel, Nacida para el mal, Las fronteras del crimen.
Dirección artistica:  Albert S.D’Agostino un fiel de la RKO

Productor:  Jack J.Gross –RKO La película ha sido rodada bajo la administración de la RKO por Charles Koerner, una etapa de esplendor para el cine negro de estos estudios con películas como The Fallen Sparrow, Murder, my sweet, Capitan Angel, Deadline at down, Cornered, Notorious, The woman on the beach

Actores:
La mayoría son famosos actores en la época del estreno

Claire Trevor es Terry Cordell La “reina del cine negro” (ver filmografía actores)


Pat O'Brien es George Steele:  acaba de rodar una serie de películas bélicas con una amplia contribución a la propaganda de guerra. Anteriormente, ha trabajado con George Raft y James Cagney en películas de gánsteres: el papel del policía irlandés le conviene particularmente a este actor con una educación fuertemente marcada por el catolicismo y con modales suaves, afectuosos como lo demuestra de nuevo en Crack-up. Actor muy cotizado en los años de pre y pos guerra, dirigido por Anatole Litvak, William Keighley, Tay Garnett,William Dieterle o Lewis Milestone,  papel principal delante de Bogart, Stracy o Raft, antes de rodar Crack-up, sigue los años siguientes con Joseph Losey, Ted Tetzlaff y trabaja para el cine negro: A Dangerous profession (Ted Tetzlaff-1949), Criminal Lawyer (Seymour Friedman-1951),The people against O’Hara (John Sturges-1951). 
Herbert Marshall es Traybin:  en el cine negro: The letter (La carta-William Wyler-1940) Foreign correspondant (Enviado especial-Alfred Hitchcock-1940), High Wall (Muro de tinieblas-Curtis Bernhardt-1947), Angel face (Cara de angel-Otto Preminger-1952).


Ray Collins es Dr. Lowell (en la foto con Pat O’Brien)- Después de Citizen Kane y El cuarto mandamiento encuentra de nuevo a Orson Welles en Touch of evil (Sed de mal-1958)


Wallace Ford es Lt. Cochrane (ver Filmografías Actores)



Interesante introducción en el mundillo del arte pictórico y  de su falsificación, original en el cine negro: una atmósfera llena de misterio alrededor de George Steele, empleado de un museo, experto conferenciante, que no se ha liberado de los traumas de la guerra en Europa. El tema es recurrente en el género. La atmósfera envolvente, a veces asfixiante del cine negro,  se encuentra potenciada por las huellas psíquicas de la guerra.
Algunas películas han tratado del tema en este blog : John Garfield de vuelta de la guerra civil en España,  en The Fallen Sparrow (Perseguido-Richard Wallace-1943), William bendix marcado por la guerra mundial en Europa en Blue Dahlia (George Marshall-1946),  Aldo Ray encerrado en sí mismo después de sus años de guerra en Corea en Nightfall (Al caer la noche-Jacques Tourneur-1957), y, aquí Pat O’Brien (George Steele). Todos estos antiguos combatientes, de vuelta a casa, están fragmentados, viven un colapso, un “crack-up”. No acaban de encontrarse en un país que tiene nuevos paradigmas que ellos no saben descifrar – por ejemplo,  el “efecto colateral” lo tiene Steele con su profesión: su visión conservadora del arte que quiere transmitir en sus conferencias en el museo donde trabaja,  choca con la nueva moda del surrealismo y de la abstracción donde se desenvuelve su novia Terry. El trauma se despierta  en algunas situaciones que conducen al individuo a investigar sobre su pérdida de identidad. Sus referencias son borrosas. La afectividad no lo resuelve todo: en el caso de Steele, con estos años de separación, Terry se ha vuelto demasiado independiente como para cubrir las carencias de Steele.


Un reflejo en el cristal de la ventana del compartimiento de un tren, provoca el desdoblamiento;  vimos cómo despierta la crisis traumática en John Garfield (Perseguido).  En Crack-up,  el tren también crea el evento: Steele  ve por la ventana  otro tren que viene en sentido opuesto, se queda hipnotizado,  cegado por la luz de la explosión después de la colisión. Su pasado ha interferido en la realidad.  Steele entra en un agujero negro, quedándose con la única imagen de la colisión. El incidente ha despertado su paranoia y sus miedos,  que la  pérdida de identidad acentúa.


El choque con la realidad desencadena la violencia reprimida: desde la primera secuencia, a la imagen de un tren lanzado a toda velocidad, sigue la del hombre que rompe la puerta del museo, que grita después de haber pegado violentamente a un policía y roto unas esculturas.
No sabemos nada de este hombre y su comportamiento asalta con fuerza al espectador, enganchado desde este momento por una situación incomprensible, una confusión que le acerca cada vez más al protagonista. Eso es sólo la primera secuencia.


En el museo, estamos en plena reunión del consejo: Barton es el director del museo-Stevenson es el conservador-doctor Lowell consejero del museo-Barton no quiere escándalo ya que Steele le ha pegado al agente de guardia y roto la puerta del museo.
 Los vestidos de Steele huelen a alcohol. “No está borracho” dice Lowell. Steel despierta y cuenta en flashback lo que le ha pasado a lo largo del día: nada coincide con la realidad. ¿Cómo probarlo? No hubo tampoco llamada desde el hospital, su madre está bien; el inspector le deja en libertad. Todo eso lo vivirá trece años más tarde Cary Grant en La muerte en los talones.
¿Cuál es la realidad una vez que el inspector Cochrane le confirma que no hubo ninguna colisión de trenes? ¿Quién es este Traybin, misterioso personaje que acompaña a su novia Terry y al inspector Cochrane?¿Quién le ha llamado para que coja este tren con la falsa información de que su madre ha sido hospitalizada? Si los demás te dicen que lo que cuentas es un invento y te acusan de unos cuantos delitos que,  por supuesto, no recuerdas,  ¿qué te quedas?: investigar por ti mismo, provocar la repetición, el simulacro. Así el  espectador se encontrará de nuevo en el tren y no será como la primera vez: ahora aparece la conspiración contra Steele, organizada desde el museo donde trabaja… ¿o es otra paranoia suya…?


¿Quién es este hombre que parece espiarlo en la estación de tren? ¿quién conoce el punto débil de Steel como para llevarlo a este estado de casi locura y por qué razón? .¿Cuál es el papel de la secretaria Mary Warde?

Steele con Terry y Mary Warde
George Steele no puede fiarse de nadie, ni de Terry, periodista  que se muestra demasiada discreta en cuanto a la identidad de sus relaciones, particularmente de este Traybin. Confía solo en su amigo,  el doctor Lowell, Pero Lowell será asesinado sin poder revelarle una información importante. Steele se encuentra ahora en otra trampa: él es el principal sospechoso de la muerte de Lowell. Intenta esconderse, protegido por Terry.  

La secuencia de la sala de juegos donde se refugian nos recuerda a Peck y Bergman en la misma situación en Spellbound unos meses ante. Sin embargo, Irving Reis añade aquí un toque de humor imprevisto que hubiese gustado a Hitchcock.  


Comprendemos que alguien en el museo ha intentado desprestigiarlo con esta trampa del tren para pararle en sus investigaciones con rayos X de algunos cuadros, en relación con su serie de conferencias. Pero ¿QUIÉN?... La respuesta vendrá después de una secuencia de puro cine negro en el barco que lleva a un museo de Londres unos cuantos cuadros y del cual George Steel se escapará con la ayuda de Terry. Entonces,  la secuencia final nos ofrecerá un nuevo simulacro: la falsificación aplicada al especialista de las copias certificadas.


Acompañan al espectador Albrecht Dürer y La adoración de los magos, Millet y su Ángelus,  Thomas Gainsborough, la falsificación de la pintura –pero también de la realidad –y  el ruido del tren que se manifestará una vez más para torturar a Steele sometido a los efectos de una inyección de Pentotal.


Añadimos la censura de las apariencias, como lo señala Gonzalo Pavés en “El cine negro de la RKO”:  los censores no sólo se mostraron recelosos ante la posibilidad de la desnudez física de los protagonistas de los films, sino que incluso llegaron a prohibir cualquier tipo de representación plástica o fotográfica de la desnudez. .. a juicio de la Oficina Breen, [un desnudo, en el ámbito cinematográfico] iba mucho más lejos de los ojos y de la razón. Así se prohibió la utilización de esculturas desnudas  en Noche en el  alma, de obras pictóricas que representan figuras humanas ligeras de ropa en Crack-up. (Carta de Joseph Breen a William gordon del 11 de noviembre de 1945).
Con una excelente dirección de actores – se destaca la interpretación de Pat O’Brien hace en el papel de George Steele –Irving Reis nos ofrece un clásico del género, potenciado por unos diálogos acertados sobre los críticos de arte y los coleccionistas y por la música de Leigh Harline que descubrimos en Nocturne en este blog, pero sobre todo el compositor de la música  Pick-up on South Street (Manos peligrosas-Sam Fuller-1953). 


Con unos encuadres originales y el blanco y negro muy contrastado de la primera secuencia,


las escenas negras en los sótanos del museo,


de los muelles y del barco con la huida espectacular de Steele, Crack-up debe esencialmente su sello de cine negro a  la fotografía de Robert de Grasse. Éste viene del cine de terror de Jacques Tourneur y le descubrimos en este blog con The window (La ventana) de Ted Tetzlaff. Al final, el espectador podrá concluir con George Steel: Todos están locos menos yo.


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