28.3.14

"Tight Spot"-Phil Karlson



En un aprieto  1955 


Director: Phil Karlson  Tight Spot    
Guión:  William Bowers-Leonard Kantor    
Música: George Dunning    
Fotografía:  Burnett Guffey   
 Montaje:  Viola Lawrence   
 Productor:  Lewis J.Rachmil  



Actores:

 Brian Keith es Vince Striker Brian Keith: empezó su carrera a los… tres años. En el cine negro trabaja en Boomerang (El justiciero-Elia Kazan-1947), Fourteen hours (Henry Hathaway-1951), Tight Spot (En un aprieto-Phil Karlson-1955), 5 Against the house (Phil Karlson-1955), Nightfall (Al caer la noche-Jacques Tourneur-1957), Chicago Confidential (Crímen S.A.-Sidney Salkow-1957), Apointment with a shadow (Richard Carlson-1957).

 Ginger Rogers es Sherry Conley
Edward G. Robinson es Lloyd Hallett (Ver filmografía cine negro en este Blog)

El guión nos recuerda  The enforcer (Sin conciencia-Bretaigne Windust-Raoul Walsh-1951) en el que un fiscal intenta condenar al jefe de una mafia y, por eso, cuenta con un testigo que se suicida ante de ser asesinado por el hampa, lo que conduce al fiscal a una mujer que conviene convencer. En Tight Spot, cuando se le pide declarar en contra del gánster Benjamin Costain, el jefe de un gang del crímen, Sherry Conley tiene unas cuantas razones para resistirse a esta colaboración. Sale de la miseria, ha pasado por la cárcel por otro asunto. Pero, sobre todo, la mafia acaba de asesinar al testigo principal. El fiscal Lloyd Hallett fuerza su decisión y, dos días antes de sentar a Costain en el banquillo,  decide instalar a Sherry en un hotel, bajo la vigilancia de Vince Striker. La estrategia de Hallett de convencerla para que cuente una historia que compromete al gánster no parece funcionar, así que la deja en manos de Striker. El guardaespaldas intenta no dejarse influenciar por el juego de víctima que le hace Sherry.

  En esta escenografía prácticamente a puertas cerradas,  la interpretación contenida de Brian Keith,  la verborrea y los excesos de Ginger Rogers se apoyan sobre unos diálogos eficaces y unos encuadres de la cámara que dan a la confrontación los resortes que permiten pasar de los rayos y relámpagos al amanecer del flechazo. Estos dos acaban domando uno al otro: los intentos del hampa para eliminarla no impiden a Sherry enamorarse de su guardia.


  En este juego entre el calor del amor y el frío de la muerte, adaptado de la obra teatral de Leonard Kantor,  y principalmente con la excelente actuación de Brian Keith, Phil Karlson tiene los elementos que le permiten mantener un buen ritmo. Sin embargo no se satisface con este dúo Keith / Rogers:


 …a esta tensa atmósfera de encerramiento en el hotel, potenciada por los encuadres y la profundidad de campo, aprovecha el formato “wide screen” para el dúo y  añade un juego televisivo que tiene su papel en la acción. Se libera también por momentos de las secuencias en estudio con  unas cuantas escapadas. La primera secuencia en exteriores representa, con el manifiesto interés de Karlson para los detalles, la llegada del primer testigo en barco, temblando de miedo, hasta su caída mortal en unas  escaleras del tribunal por el disparo de un hombre en la sombra. 


   La persecución en coche del asesino,  los largos travellings en las escenas en la cárcel con Sherry…  
 

 ….o  en los pasillos del hotel detrás de Sherry que parece entrar en una nueva cárcel, la secuencia entre Lloyd Hallett y el abogado de Constain y, particularmente la paliza que recibe el corrupto policía Vince Striker en el sótano,  son momentos de ruptura que dan su carácter más negro a la película. 

  Si a Karlson no parece interesarle dar una clase de moral o de política, sabe en cambio retratar a los individuos dominados por la maquina infernal judicial.  Como lo señalamos en la biografía de Karlson, hoy en día, revistas como Positif  le inscriben en la lista de los  “pequeños maestros” como Tay Garnett o EdgarG.Ulmer, estos realizadores que no encontraron  las circunstancias que les permitieran  desarrollar una filmografía coherente y controlada. Tight Spot confirma esta calificación por lo menos en el marco del cine negro; pero conviene reconocer también la aportación de Burnett Guffey a la dirección de la fotografía. La parte negativa la tenemos con las muecas de la pesada comediante Ginger Rogers que ocupan más de la cuenta la pantalla. La actriz en decadencia, miembro de la iglesia Christian Scientist como Doris Day o Cecil B.DeMille y muy marcada a la extrema derecha del partido republicano,  sobreactúa y su presencia en el casting se debe probablemente a un orden de la productora.


  Eso hace más frustrante la limitación del papel de este grande del cine negro que es Edward G.Robinson, este ciudadano demócrata, que acaba de vivir la pesadilla del macartismo. A los 62 años este año, después de su vuelta al cine negro con Black Tuesday (Hugo Fregonese-1954),  el actor rueda cuatro películas más: The violent men (un western de Rudolph Maté), A Bullet for Joey(film negro de Lewis Allen, donde se reúne de nuevo con George Raft), Hell on Frisco Bay (un film negro de Frank Tuttle con Alan Ladd) e Illegal (otro film negro de Lewis Allen). Al año siguiente, empieza con la película negra adaptada de la obra de Cornell Woolrich,  Nightmare (Maxwell Shane)… Brian Keith es la buena sorpresa y rueda el mismo año con Phil Karlson 5Against the house con un guión de Stirling Silliphant que produce la película y que, dos años más tarde, escribe con David Goodis el excelente guión de Nightfall (Al caer la noche-Jacques Tourneur) donde Brian Keith  tiene el papel de John que persigue a Aldo Ray y Anne  Bancroft con la ayuda del temible Rudy Bond.
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