Johnny O’Clock 1947
Director: Robert Rossen J Johnny O’Clock
Guión:
Robert Rossen / Milton Holmes (relato)
Música: George Dunning
Fotografía: Buernett Guffey
Montaje: Al Clark /Warren Low
Producción: Milton Holmes /Edward Nealis-Columbia
Ante
todo, acabamos con esta historia de relojes: O’Clock justifica esta serie de
fotos.
El inspector Koch |
Johnny se hace despertar |
Charlie le recuerda el famoso regalo de Nelle |
El famoso reloj |
Dick Powell (Johnny O'Clock) y Ellen Drew (Nelle Marchettis) |
Evelyn Keyes es Nancy Hobson |
Lee J. Cobb (inspector Koch) con Dick Powell y John Kellogg (Charlie) |
Thomas Gomez es Pete Marchettis |
Evelyn Keyes tiene
razón cuando insiste tanto para quedarse al lado de Johnny, aunque él está
dispuesto a mandarla a su casa con el primer avión. En realidad, como dicen
algunos, y sobre todo Harriet, la chica
del vestuario del casino, Johnny es todo
un caballero. Harriet es Nina Fochque, después de Julia Ross, encontraremos un día con
este otro Johnny (Johnny Allegro / George Raft, en la película de Ted Tetzlaff). También
hay otro que piensa que Johnny es un
gran señor: Charly, que Johnny ha
acogido cuando salió de la cárcel… aunque éste no es muy de fiar… Hay un
inspector, porque van a asesinar a
Harriet y su novio, el turbio detective Chuck Blayden (Jim Bannon) buscado por la policía.
El inspector es Lee J.Cobb. Acabamos de verlo en este Blog, en el papel del mayorista muy malo en el
mercado de Frisco (Thieves’Highway-Jules Dassin) y de malísimo empresario manipulado
por una mafia (The garment jungle-Vincent Sherman y Robert Aldrich). Al
inspector Koch no le fallan sus intuiciones, lo que nos sorprende por parte de
Lee J: su demostración más neuronal que física es una actitud excepcional para
este luchador; nos ofrecerá otra
sorpresa del mismo tipo cuando se transforma en psicoanalista fumador de pipa en Union Station (Rudolph
Maté-1950). Lo que pasa es que Johnny no confía en nadie, sus heridas están tan
profundas después de la traición de Nelle que ha intuido la posibilidad de un
futuro más seguro con Marquettis / Thomas Gómez, el oscuro socio de Johnny. Por
supuesto Johnny duda ante todo de Marquettis que tramaba algo con Chuck Blayden. Todo eso
conduce a Lee J a sospechar de Johnny y Marquettis mientras Johnny conduce su
propia investigación para ayudar a Nancy, hermana de Harriet, que surge en su
vida en estas trágicas circunstancias…
Johnny
pone a prueba a cada uno y sobre todo a Nancy. Evelyn Keyes interpreta aquí a una
mujer carismática, con carácter, un torrente de amor que tendrá que ser muy
paciente con Johnny. Unos años más tarde, Keyes demostrará al público su
capacidad para transformarse en la
amorosa ingenua en manos del único hombre-femme fatal del cine negro, Van Hefflin, en The Prowler (El merodeador-Joseph Losey-1951). Nelle
y Gomez nos interpretan un nuevo Gilda,
pero Johnny no es Glenn Ford. Más bien su contrario: es un perdedor. Sin
embargo, no pierde el tiempo mareando a su ex-Gilda. Cuando quiere, ¡es de
verdad!... sólo que te pone a pruebas.
Rossen tiene una manera de filmar los besos mirando la nuca de uno u otra… Ahora,
en cuanto a O’Clock, conviene reconocer que los relojes son muy protagonistas
en el asunto.
Con Johnny
O’Clock, el guionista Robert Rossen se lanza en la dirección y hará una
notable contribución al cine negro con dos otras obras maestras: el mismo año Body
and Soul con John Garfield y mucho más tarde, después de las décadas
del género, The hustler (El buscavida)
con Paul Newman.
El
guión de Johnny O’Clock –que
Milton Holmes firma a partir de un relato suyo y en colaboración con
Rossen –es sorprendente tanto en su narración cinematográfica como en su representación por la imagen: el
casino, sus dos socios y la mujer de la bella melena, ingredientes de Gilda de Charles Vidor, rodado el año anterior, se transforman aquí
en un pastiche, un guiño sútil que crea una distancia con la posible tragedia.
La interpretación de Dick Powell refuerza esta sensación de una necesaria lectura
distanciada para apreciar plenamente el propósito de Rossen y Holmes: el actor
parece pasearse por la pantalla y el papel que interpretan los relojes, objeto
del título, consiste en despertarle de vez en cuando para sorprendernos con una
repentina determinación ( pero también hay un reloj que lo puede perder). Nada
por parte de Powell nos puede
sorprender: sería olvidar su interpretación
de Marlowe en Murder my sweet (Historia
de detective-Edward Dmytryk-1944) o este retrato del americano medio que
rompe todos los clichés en Pitfall (André de Toth-1948):. La
revelación es Thomas Gómez que confirmará esta fuerza interpretativa al año
siguiente con la obra maestra de Abraham Polonsky, Force of Evil (La fuerza del destino). Aunque le
disparan, esta claro, a fin de cuentas,
que Johnny O’Clock / Dick Powell se lo pasa muy bien entre la suave
rubia Nancy y la pérfida morena Nelle.
El encuentro de la última secuencia entre las
dos mujeres en la escalera hubiese sido un regalo para él si lo pudiera haber
visto, pero nosotros lo disfrutamos. Así como unos detalles que inventa este
diablo de Rossen con encuadres que cambian de pronto o tomas de grupos con un
juego divertido con la profundidad de campo, unas discusiones entre gato y
ratón que nos hacen pensar que Lee J. y Powell se lo han pasado bien en este
rodaje (al final acaban en los brazos uno del otro, pero no es lo que se puede
pensar…), un casting femenino que potencia la complejidad y la ambigüedad de
las relaciones y la aparición relámpago de Jeff Chandler. Un negro de puro
divertimiento con un equipo de calidad – en particular la fotografía de Burnett Guffey, esencialmente en
interiores acompañada por la música de George
Dunning siempre eficaz – antes de
ver a Robert Rossen entrar en cosas más serias.
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