Callejón sin salida 1947
Director: John
Cromwell Dead Reckoning
Guión: Oliver
H.P.Garrett /Steve Fisher Relato: Sidney Biddell y Gerrald Adams Adaptación:
Allen rivkin
Música: Marlin Skiles
Fotografía: Leo Tover
Montaje: Gene Havick
Productor: Sidney Biddell
Actores:
Marvin Miller es Krause
Wallace
Ford es McGee
Scott y Bogart |
Me pregunto por qué esta película no me ha
dejado ningún recuerdo, por qué se ha borrado tan fácilmente hasta el punto de que no la recordaba en la filmografía
de Boggie. Puedo probablemente encontrar la respuesta en el concepto de
repetición [borrando las diferencias] más que en el de diferencia [en la
aparente repetición]. Se ve claramente que los
Estudios Columbia quieren repetir, reproducir, el éxito de Boggart en sus pasos por los
Estudios Warner: estos últimos han “prestado” al actor en un momento en los que
están renovando el contrato. A primera vista, este Callejón sin salida parece ser a un simulacro del taquillero Sueño Eterno fabricado con unas
fotocopias de William Faulkner, Raymond
Chandler y Lauren Bacall y el original de Boggie, un año mayor. Se podría entonces explicar el
olvido de la película de Cromwell por la repetición de la película de Hawks a pesar
de las diferencias que aportan estas fotocopias y concluir que el PhotoShop no
funciona cuando se quiere transformar a Faulkner en Oliver Garrett o cuando se piensa que la novela de Chandler
tiene algunas similitudes con la de Biddell y Adams. No se puede pedir a un
cineasta o un guionista la misma inspiración para contar las enredadas hazañas
de Philipp Marlowe o para adaptar esta clásica y previsible historia del
capitán Warren “Rip” Murdock un oficial que, de vuelta de las guerras que acaban
de librarse fuera de su país, decide investigar por su cuenta la desaparición
de su compañero en el ejército, el sargento Johnny Drake, que iba a recibir una medalla por sus méritos
bélicos.
Pero el olvido por la
repetición no se sitúa necesariamente a este nivel. Como Bogart, Lizabeth Scott
también tiene un año más que en The strange love of Martha Ivers. Sin
embargo, pedir a Van Heflin que te
encienda un cigarro en 1946 o a Dick Powell en 1948 (Pitfall-André de Toth) no
es lo mismo que pedirlo a Bogart. La sombra de Bacall se perfila detrás de la nueva pareja improvisada
por los Estudios Columbia y… ¡Adiós Glamour!
Entonces comprendo
que lo que ha borrado el recuerdo de Dead Reckoning es el mito creado por
los estudios Warner con la pareja
Bacall-Bogart: la publicidad ha sido eficaz y el ejemplo confirma –si hacía
falta –que el el poder mercantil es el que fabrica la historia. Podemos
entonces cambiar nuestro enfoque –cuales quieran que sean las intenciones de
los estudios Columbia –y ver la película de John Cromwell olvidándonos de
Howard Hawks.
Con esta nueva lectura, la primera impresión es que el propio Bogart
parece olvidarse de Jack Warner o, por lo menos, responde a los deseos del
director de crear un pastiche de sus interpretaciones pasadas. En cuanto a Lizabeth
Scott, aunque los estudios han intentado utilizarla como doble de Bacall, ha
sabido, en toda su filmografía en el
cine negro, imponer su propia personalidad reservada, tranquilizadora al lado
de unos hombres siempre atormentados. En paz con la nueva pareja, puedo ahora
seguir la trama de Dead Reckoning sin encontrarme en un Callejón sin salida.
Un buen cine negro, música de
circunstancia y fotografía que no deja pasar ningún detalle de las cicatrices
sobre las caras de estos gángsteres, con su flash back en un confesionario, sus
bares, una historia enrevesada con unas cuantas sorpresas: chantaje,
asesinatos, peleas donde Rip recobra sus
reflejos militares de granadero y… su femme
fatal, Coral “Dusty” Chandler que fue amante de Johnny, el sargento
asesinado, amigo de Rip –el cual está a punto de caer también en los brazos de
“Dusty” –. Johnny, cuando se entera que debe recibir una medalla militar con
todos los honores en Washington, desaparece. Rip decide encontrarlo y se lanza
en una investigación por cuenta propia, siguiendo pistas a veces equivocadas,
navegando por instinto. El título de la versión original se parece más bien a
un juego de palabras con el sistema de navegación “DR” (D por ded o deduce, R por reckoning)
que utiliza un calculo de estimación a partir de un punto de partida como
referencia. Rip/Bogart efectua un “Dead
Reckoning”: toma como punto de partida la desaparición y la noticia de la
horrible muerte (Dead) de Johnny, navegando a ojo de buen cubero.
Johnny (William Prince) |
Se va desvelando
poco a poco el secreto de Johnny y lo que descubre Rip le mete en el callejón
del título de la versión española: un cambio de identidad, la muerte del marido
de Coral, asesinado por esta pero atribuida a Johnny… Pero nos enteramos
también del chantaje que sufre ella por parte de un tal Martinelli; lo que
explica la paliza que los esbirros de Martinelli han dado a Rip cuando éste
empezó a investigar por su cuenta. Todo eso no es del gusto de la policía que
decide parar a Rip… Pero no hay quien para a Rip: ha decidido vengar a Johnny y
enfrentarse al sadismo de estos sanguinarios personajes a sueldo de Martinelli…
¿y quién ha matado a éste? Maltratado, envenenado, tumbado, Rip vuelve al combate, da sus
comentarios en voz en off al capellán y espera su siguiente papel de héroe
machote en los estudios Warner. Aquí se
le ha preparado unos diálogos a la medida de su machismo, como en este diálogo
con Lizabeth Scott, la cual sabe defenderse:
-Rip: las mujeres hablan demasiado. Tendrían que
limitarse a ofrecer su belleza.
-Lizabeth: ¿y obedecer?
-R: las mujeres deberían ser minúsculas… Así podríamos guardarlas en
nuestro bolsillo… y saber donde están. En el restaurante, las ponemos en la
mesa, y así podemos pasarlo bien con los colegas sin que nos molesten. Cuando
llega la noche y queremos tenerlas al tamaño natural… uno sacude la mano e ¡ya
está!...
-L: ¡Usted es un verdadero machote!
-R: … si te interrumpe, te la guarda en el bolsillo.
-L: así que las mujeres están hechas para ser queridas.
-R: ¿Es eso lo que he dicho?
-L: ¡Claro, era una confesión! ¡Usted no se fía de ellas porque sabe que
no las puede guardar en el bolsillo!
Con la buena ayuda del operador Leo Tover, el director John Cromwell
hace de Bogart un “privado” improvisado que parodia a… Bogart, al igual que la
peligrosa y venenosa Coral “Dusty” / Lizabeth Scott lo hace con… Lauren Bacall,
imitando hasta su voz en algunas ocasiones como en los diálogos que acabamos de
transcribir. A la calidad de la ambientación con la vuelta de la guerra de
estos pobres héroes y del ritmo bien marcado, conviene añadir algunas ideas como, por
ejemplo, esta música que acompaña el acólito
de Martinelli, y el humor de la
narración como esta reflexión de Rip en el tren, cuando se enteran que Johnny
va a recibir una medalla de honor en Washington: “a lo mejor, el presidente te
dejará sentarse sobre su piano”, en referencia a una foto tomada en el National Press Club en 1945 de Harry
Truman tocando el piano sobre el cual esta sentada… Lauren Bacall.
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