Amenaza / La) 1949
Director: Felix E. Feist threat (–The)
Guión: Dick Irving Hyland (relato de Hugh
King)
Música: Paul Sawtell
Fotografía: Harry J.Wild
Montaje: Samuel E. Beetley
Dirección artística: Albert S.D’Agostino
Productor: Hugh King –RKO
En el año en que Howard Hugues toma las riendas de la RKO, empieza el chorro de
películas de bajo presupuesto, casi todas de acompañamiento en sesión doble. Después
de The
clay pigeon, Follow me quietely, Strange Bargain, se estrena The
threat en primera parte en algunas salas de Los Ángeles. La película es
poco conocida pero su director, Felix
E.Feist, ha participado en el cine
negro con películas como The devil thumbs a ride (Autostop al infierno-1947), The
man who cheated himself (1950 con Lee J:Cobb, Jane Wyatt, John Dall), Tomorrow
is another Day (Unidos por el
crimen-1951-con Ruth Roman que vimos en La
Ventana de Tetzlaff y con Steve Cochran). Notamos también el drama: This woman is dangerous (Una mujer peligrosa-1952- con Joan Crawford
y Dennis Morgan) y la ciencia-ficción (y
horror): Donovan’s Brain en 1953 con
un guión de Curt Siodmak(autor del relato), con Lew Ayres, Nancy Reagan.(Hay
una foto de Fiest con Ayres y Nancy y Ronald Reagan de visita en el plató).… Pero
Feist debe más bien su fama a algunos westerns.
Michael O'Shea (Ray Williams) y Virginia Grey (Carol) |
Estos dos actores tenían una cierta fama entre
los cinéfilos en las décadas 40 y 50 del siglo XX: a O’Shea, con cinco hermanos policías, no le quedaba más
remedio que actuar de policía (tiene tres películas negras. (ver filmografías en el Blog).
Charles McGraw ("Red" Kluger) |
La participación en el cine negro de Charles McGraw es más importante que la
de los actores precedentes: si la situación internacional le conduce a actuar,
como muchos otros actores, en películas bélicas, entra en el cine negro por la
puerta grande con la secuencia de introducción de The killers (Forajidos-Robert Siodmak-1946): McGraw
es uno de los dos hombres encargados de matar al sueco Burt Lancaster. Volverá
a encontrar a Lancaster en Brute Force. Sus papeles de bruto, gángster o
psicópata alternan con los de detective, inspector de policía (Ver filmografías
en el Blog).
El guión – de Dick Irving Hyland y Hugh King , adaptado de un relato de este
último que produce la película – es de
lo más clásico: la toma de rehenes. En un poco más de una hora, la película se
divide en tres partes muy marcadas, separadas por unos cortos intermedios:
-Primera
parte (unos 8 minutos)
Robert Shayne es el Inspector "Murph" Murphy |
Corresponde a unas secuencias clásicas de las
películas de propaganda de las instituciones estadounidenses que tanto le
gustaba filmar a Hathaway (con más medios y los mismos resultados). Unos
prisioneros se escapan de la cárcel de Folsom. La banda sonora musical,
trágica, intenta cubrir el ruido de los disparos: ametralladoras, focos y
pistolas se inmiscuyen entre los títulos de crédito.
Red Kluger se ha escapado: los medios de
comunicación (telegramas, radios, teléfonos,…) se disparan. Felix Feist insiste
con diferentes planos de radios, TV con informativos, venta de periódicos en la
calle, títulos de diarios, locutores… Informamos a la población de tener cuidado,
que todos se mantengan en alerta, tiene
37 años, está armado, fuerte complexión… Red Kugler ha avisado en su juicio
que se vengará de los responsables de su captura: el fiscal MacDonald y el
detective Ray Williams.
La policía llama al inspector Murphy que llama
al fiscal MacDonald: te envío a unos
guardaespaldas, no salgas de casa, espera.
Ray Williams y su mujer Ann (Julie Bishop) |
Actuación bastante mediocre por parte de los
dos, la típica pareja de las películas de policías y gángsteres: el policía
para quien el trabajo pasa ante todo, la mujer que se queja de tanta
consciencia profesional pero “orgullosa” de su hombre…. Roy está convaleciente
después de una fractura de costilla (de lo que no se hablará más a pesar de sus
acrobacias). Esperan a un niño. Ella le propone el nombre de Dexter; si te empeñas con Dexter, tendrán que
apuntarme con una pistola! Llama Murph para avisarlo: Espera, se prudente…
-Un
intermedio de poco más de un minuto
Nick (Anthony Caruso) y Lefty (el actor Frank Richards) |
Excelente momento de cine negro: los raptos
sucesivos de Ray, Carol (novia de Tony, socio de Kluger) y el fiscal Mac.
Dos hombres esperan a Ray en su coche y lo
raptan. Nick, esbirro de Kluger, espera
a Carol a la salida del club y la rapta. Lo mejor es el caso de Mac: pequeña
astucia de Kluger y sus dos acólitos, Nick y Lefty. Estos dos últimos,
disfrazados de pintores en el edificio de la fiscalía, tapan la entrada de
Kluger en el despacho de Mac (la violencia de la bofetada que da Kluger a Mac
es memorable)… y su salida con Mac tumbado que envuelven en una lona.
Con este corto intermedio, Felix Feist nos pone
del lado de la banda de Red Kluger, lo que pone su pimienta a la segunda parte.
A propósito, un nombre que suena (¿por casualidad?), un poco “rojo” y un poco “alemán”, al pacto germano-soviético firmado 10 años
antes, la gran amenaza que puso en marcha la máquina de guerra. Al fin y al
cabo, el plan de Kluger es simple: antes de deshacerse de Ray y Mac el fiscal,
utilizarlos para aclarar el papel de sus acólitos y en particular el de Carol y
de su socio Tony en un asunto de robo que le ha mandado a él y él sólo a Folsom.
-Segunda
parte (unos 18 minutos)
Kluger con Carol, Nick, Lefty y,detrás, Joe Turner (el actor Don McGuire) |
El salón de una casa probablemente en los
afueras de Los Ángeles. El efecto claustrofóbico lo dan las luces y el sonido
continuo de la radio sincronizada a la frecuencia de la radio-policía, pero
también y sobre todo estos techos bajos que permiten pensar que Feist es un
admirador del Citizen Kane de Welles.
Kluger contrata a un chofer de camión, Joe
Turner para ir a Palm Springs,(en realidad van al desierto de Banning). Nick y
Lefty torturan a Mac (no lo vemos, por orden del censor Breen en la RKO, ¡pero
lo oímos!) mientras Kluger interroga a Ray sobre lo que pasó y en particular
sobre el papel de Carol. Ray revela que Carol fue la novia de Tony Anzo pero
que no habló. “Sólo cuatro de nosotros
sabíamos lo de aquella caja fuerte: Tony, Alex, tú y yo. Alex está muerto. Tony
no lo haría. Yo no lo hice.” dice Kluger a Carol. Ella: “¿tú crees que estaría viviendo en un
cuartucho si tuviera unos cientos de miles de dólares? Tú crees a tu socio
Tony, ¿por qué no a mí?”
Ray confirma lo que dicee Carol: lo de la caja
fuerte fue un soplón de Ciudad de Méjico.
Kluger llama a Lefty: ¿Tú crees que Tony habría pactado con el Departamento del Tesoro?
De todas
maneras, si Tony tiene la pasta, ¿qué importa?, dice
Lefty. “Mucho, mucho si yo no sabía nada
de ello” contesta Kluger. Empiezan las sospechas entre los tres.
Preparan el camión: Carol con la comida, los
dos polis en un coche metido dentro del camión. Joe se enrolla bien con ellos
de momento.
En este momento, Kluger les informa que Tony
vendrá desde Méjico con un avión al desierto para recogerles.
–Intermedio
de 12 minutos
El
viaje de noche, con el coche en el camión, permite varios suspenses: controles
de policía, disparos… La policía ahora tiene la pista del camión y de Joe. Ocho
minutos después de su salida el camión llega a un sitio donde sacan al coche y sigue el viaje, Joe conduciendo
el coche. Mientras el avión de Tony sale de Méjico. El coche llega a la cabaña.
– Tercera
parte: en la cabaña (poco más de 20 minutos)
Joe Turner, en un ataque de nervios, rompe el cristal de la puerta |
Hemos visto unas cuantas películas negras con
situaciones en exteriores, en general con la misma situación de dominación y
rehenes. Pensamos al número que monta Richard Widmark en Road House de Negulesco,
y también a Nightfall de Jacques Tourneur en una cabaña en la nieve. Pero Charles McGraw no es el sádico
perturbado Widmark ni el forzudo y violento Brian Keith: Red Kluger es una
sutil mezcla de los dos. Utiliza la calma, el dominio de los nervios cuando se
trata de desmantelar una situación con riesgos o de demostrar su evidente dominación,
saca toda su fuerza tranquila cuando le atacan. A Ray que se le ha echado
encima desde el tejado, le aplasta en una lucha de la cual sabe que saldrá
ganando y acaba con los gestos de alguien harto que el mosquito le pique: a
pesar de la violencia de la escena, verle romper la silla sobre el cráneo de
Ray con los gestos del superhéroe pone al público de su lado por la magia de
este diablo de director.
McGraw muestra sus dones de actor en contraste
con el clásico y aburrido O’Shea, aunque éste encabeza los títulos de crédito.
Todavía más: no es el actor que muestra, más bien el monstruo que actúa.
Empieza enseñando su porte elegante y a la primera bofetada (al fiscal McDonald
atontado) nos permite vislumbrar su otra imagen. Sabe jugar con las dos
imágenes en la segunda parte (el hombre de negocios con Joe Turner, el jefe de
banda con Carol, preservando todavía a Nick, pero no a Lefty). En la tercera
parte, la primera imagen está totalmente borrada, la fuerza bruta estalla por
fin con la imagen del líder que pone en marcha la máquina eliminatoria.
Distintos elementos van a potenciar la
situación en crescendo: la evolución de
la relación entre los miembros de la banda, la violencia cada vez más
incontrolable de Nick y Joe Turner, la claustrofobia aumentada por el fuerte
calor, el alcohol, la espera del avión de Tony, las falsas alertas de los
aviones de la policía que pasan por la zona, la radio… Joe Turner no aguanta
más, rompe el cristal de la puerta, Kluger rompe el reloj de Nick que contaba
los minutos… El detective Ray y el fiscal, en posiciones que rozan lo ridículo,
las bofetadas de Kluger a Ray, a Carol que, en un último intento, decide ligar
a Kluger para conseguir la clemencia y la libertad…
-Dame una oportunidad.¿Quién desea al que
queda en segundo lugar? Añade hablando de Tony. Kluger la tira al suelo
La escena, violenta y sensual, contrasta con
el plan siguiente, que nos aclara sobre las intenciones del guionista y de
Feist: la ironía cuando se trata de la sociedad establecida en sus miedos y
necesidad de seguridad potenciada por los medios de comunicación. Este plan que
se opone a la imagen de Carol y Red Kluger es un grupo de mujeres haciendo
punto en un salón con sus cortinas de volantes y hablando de pañales y del niño
que va a nacer: ¡Dexter! Pero la escena tiene su sentido por supuesto en tanta
violencia desencadenada… Carol, calor, cervezas, balas que se quitan de las
pistolas, pistolas que se pasan de unos a otros u otra… Habrá todavía más
disparos, bofetadas, sillas rotas en la cabeza de Ray que ha olvidado su
fractura de costilla y empieza a andar por los tejados… Felix Feist nos regala
unos travelings y unos encuadres que dan vértigo.
Una trama simple dicen algunos. Eso no es cine negro dicen otros… ¿Qué
quieren más? Con un potencial de
violencia: contenida por parte de los personajes que
intentan sacar provecho, pactando con este
diablo de Kluger que les retienen; declarada tanto por parte de los criminales –
que no tienen ningún reparo para sacar sus pulsiones – como de sus víctimas cuando
luchan por su supervivencia, la caracterización de todos ellos está justo
desdibujada, limitada a lo esencial,
dando más fuerza a los hechos.
Michael O’Shea (Ray Williams) y Frank Conroy (fiscal MacDonald) |
Felix Feist consigue crear una falsa oposición entre “buenos” y
“malos”: contrasta los personajes y las situaciones. Pasea al fiscal y al
policía protagonista esposados y a veces en posición que les ridiculiza (por
ejemplo, el poco carismático policía Ray llega a dar las gracias a Carol en el
momento de arrestarla). Pone de relieve la fuerza del liderazgo: la de Red
Kluger que realiza una interpretación memorable, provocando en el espectador
una cierta empatía o, sino una risa (a veces nerviosa) frente a sus actuaciones
exageradas pero que caracteriza la fuerza bruta que no conoce el miedo ni la
inseguridad; por contraste, la fuerza de
liderazgo de las instituciones y los medias que instilan el miedo en una
población que quiere estar asegurada. Esta representación por Feist de la
sociedad estadounidense en estos años de posguerra es sólo un elemento más de
una obra que actúa como un fuerte puñetazo en el arte cinematográfico. La
música, la fotografía y la dirección artística… se encuentran en mano de los
buenos empleados de la RKO.
¡Ah, algo más después de tanto derroche de
testosteronas! Las mujeres: Ann resuelve parte del problema (Ray), Carol, la
otra (Kluger). Entonces, se aclaran las cosas sobre el contraste entre los
“buenos” y los “malos”, la brusca oposición entre los planos sucesivos de la
cabaña con la escena sensual Carol-Kluger y de la casa de Ann con mujeres
hablando de pañales, la mirada de Ann a Ray cuando se marcha de casa, la mirada
de Carol cuando decide resolver con revólver.
Lo que parecía ser un contraste entre los dos polos de la sociedad era al contrario una similitud que Felix Feist
escenificaba: a la dominación y el liderazgo necesarios en los dos polos
sociales habitados por seres que lo piden, se añade la similitud de la acción
de mujeres cuando luchan por la supervivencia y la paz mientras los hombres se
lanzan en la guerra y la competitividad.
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