En Le Monde del 25 de julio de 2015, un reportaje sobre la desertificación de la meseta tibetana. Ver las fotos en el enlace: En el nacimiento del Yang-zí.
Un geólogo chino, Yang Yong, explora la meseta tibetana, grande como cinco veces Francia, para estudiar el efecto del cambio climático y de los movimientos de poblaciones en una región que permite la supervivencia de medio humanidad. Texto de Harold Thibault-Fotos de Gilles Sabrié (Le Monde)
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Foto 1 : El parque, de una superficie de 365 000 kilómetros cuadrados donde nacen el Yang-zí, el Río amarillo y el Mekong.
La meseta del Qinghai-Tibet es, con los polos Norte y Sur, la más expuesta al deshielo. En un estudio publicado en mayo de 2014 por la academia china de ciencias, se anuncia una pérdida del 15% de la superficie inicial de los glaciares en los últimos treinta años, fenómeno que se ha acelerado en los últimos años. Se avisa de una sustancial reducción programada del caudal de los ríos de la región.
Otra amenaza: la marmota. Los nómadas tibetanos las cazan para las pieles. Pero los lobos, zorros, osos y leopardos de las nieves van desapareciendo y las marmotas han invadido la meseta, atacando la estepa, lo que crea un problema para los nómadas ganaderos de yaks.
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Foto 2: Pueblo construido para volver sedentarios a los nómadas.
Se considera al pasto como una de las causas de la desertificación de la meseta. El gobierno tiene una política de restricción del nomadismo pastoral y obliga a miles de familias nómadas a volverse sedentarias. Esta controvertida política tiene un coste social elevado y parece ineficaz.
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Foto3 : Poblaciones nómadas se han instaladas de manera permanente en el nacimiento del río Yang-zí.
La subida de temperatura y el deshielo por el cambio climático les permite a partir de ahora pasar el invierno a más de 5000 metros.
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