7.11.15

"Mildred Pierce"-Michael Curtiz







Dirctor: Michael Curtiz Almas en suplicio 1945 Mildred Pierce

Guión:  Ranald MacDougall (y William Faulkner, Catherine Turnet, Albert Matz y 4 más…), novela: James M.Cain

Música: Max Steiner

Fotografía:  Ernest Haller

Montaje: David Welsbart

Producción: Jerry Wald-Warner

¡Qué importa, la espuma del mar borra los títulos de crédito!





Actores:
Mildred y sus dos maridosJoan Crawford entre Bruce Bennett (Bert" Pierce) y Zachary Scott(Monte Beragon)

Jack Carson es Wally Fay ex socio de Bert Pierce, “al servicio” de Mildred


Eve Arden es Ida Corwin asistente y amiga de Mildred

Ann Blyth  Veda) sorprendida por Mildred en los brazos de su padastro Monte Beragon



La novela de James M.Cain, publicada en 1941, unos años después de la más famosa, The Postman always rings twice (El cartero siempre llama dos veces-1934) y Double Indemnity (Pacto de sangre) publicada a partir de 1935 en una revista, es menos conocida que las otras dos.  Sin embargo, la ambientación de Mildred Pierce corresponde a los años de la crisis económica de 1929 en los Estados Unidos y se prolonga hasta la segunda guerra mundial. Además de la calidad literaria de la obra en cuanto a la representación de la lucha por la supervivencia en esta difícil época, da una visión de la mujer (siempre sublimadas en los libros de James M.Cain), mucho más realista y emocionante que en sus otras obras citadas. Hace una crítica mordaz de la pequeña burguesía estadounidense: Mildred está obsesionada por el dinero, utiliza a los hombres con una ausencia de sentimientos que podría crear la antipatía hacia su historia; pero su voluntad inquebrantable para  lograr sus propósitos despierta el respeto. Un tema más profundo se confirma a lo largo de la lectura: el amor exclusivo, casi incestuoso de Mildred por su hija, fuente de sufrimiento, humillación, desesperanza, fracasos materiales, hasta la separación definitiva.

¿Qué nos cuenta la película?


Unos disparos, un hombre cae, pronunciando el nombre de… (¡No!, no es “Rosebud”)… se oye: “Mildred”. Está claro que el hombre no se levantará nunca más…  Unos diques, un puente, de noche, una mujer a punto de suicidarse, un policía la retiene… la mujer anda por las calles, encuentra a un conocido, Wally. Ella es Mildred, le lleva en la casa donde se cometió el asesinato, huye…

Wally se encuentra encerrado en la casa, corre de una habitación a otra… el expresionismo alemán ha alimentado unos cuantos de años al director…



EInspector Peterson (Moroni Olsentiene una estrategia


Después del asesinato de su marido, Monte Beragon, Mildred tiene que contestar a las preguntas del inspector Peterson. El ambiente en el palacio de justicia es de lo más “negro”: lámparas y focos, relojes, policías, magistrados, humo, Sombras proyectadas en las paredes… periodistas, unos cuantos testigos convocados, hombres, mujeres… Reconocemos, aparte Joan Crawford (Mildred) a Bruce Bennett, Eve Arden, y Wally-Jack Carson. ¿Se está estrechando el cerco sobre Mildred? En absoluto, dice el inspector Peterson, el asesino se ha entregado: es Bret Pierce, el ex marido de Mildred,. Imposible, dice Mildred…
Ella cuenta al inspector Peterson su historia en unos pocos flashbacks. Empieza el melodrama que tan bien le va a Joan Crawford y, por momento, podemos temer que la imagen se hunda en la “luz de acuario” hollywoodiana que utilizó Tay Garnett en The Postman… (El cartero siempre llama dos veces): unos cuatro años antes, estaba casada con Bert Pierce, pero éste no soportó que Mildred pusiese a sus hijas Veda y Kay (Jo Ann Marlowe) por delante del matrimonio; además se encontraba en una situación financiera desastrosa en su asociación con Wally en una empresa inmobiliaria y Mildred sospecha que es infiel.

Fin de la pareja Pierce (Crawford y Bruce Bennett) sumergidos en una “luz de acuario”



 Mildred decide vivir sola con sus dos hijas, Veda y Key: echa prácticamente a Bert de la casa y acaban divorciándose Veda, mimada y caprichosa, se avergüenza  de la condición modesta de su madre y llega al punto de ocultar que trabaja como camarera para pagar las clases de música de Veda. 
¿El gran secreto de Mildred Pierce? ¡Las tartas! Con la ayuda de Wally, abre un restaurante. Por supuesto, Wally está dispuesto a ocupar el sitio de Bert al lado de Mildred. Aparece entonces Monte Beragon, un play-boy  que le abre puertas… Mildred monta una cadena de restaurantes. Se casan (ella cubre las deudas de Monte) y empieza una vida de lujo que satisface a Veda: Mildred abre una cadena de restaurante a su nombre. Todos felices… Veda cantante…. Hasta que Mildred sorprende a Monte y Veda abrazados… ¿Quién disparó?...

Veda acaba de pegar a su madre Mildred ¡el ambiente está cada vez más animado!



Mientras la obra de James M.Cain sitúa la historia a lo largo de la década de 1930, la película de Curtiz se desarrolla en los años 40, lo que elimina cualquier posible relación con la crisis económica de la Depresión de 1929 y con el ambiente de la Prohibición de la novela. El otro punto de importancia es la puesta en escena de un crimen:  en la obra literaria no hay crimen ni condena del personaje que daña a los demás –se trata de Veda, la hija de Mildred, condenada por el  asesinato de su padrastro, Monte Beragon en la película cuando, en la novela, se marcha tranquilamente a Nueva York –… ¡Podría considerarse como más negra que el film en el que, en esta época de censura y de defensa de una cierta moral, los estudios Warner inventan el crimen para que el “Mal” sea “castigado”!

La adaptación de Michael Curtiz en 1945 subraya la fuerza dramática de la novela. Se debe ante todo a la calidad del guión de Ranald MacDougall, futuro realizador del excelente The world, the Flesh and the Devil (1959 con Harry Belafonte). MacDougall se juntará de nuevo a  Michael Curtiz en 1947 para The Unsuspected). Sin embargo, la Warner y los sucesivos directores de la producción, Hal Wallis seguido por Jerry Wald, tienen claro que el éxito de Double Indemnity (Perdición-Billy Wilder-1944) corresponde al nacimiento de un nuevo estilo, y que conviene dar al guión un giro hacia lo que se llamará más tarde el film noir. Mac Dougall se encontrará aupado por nada menos que otros siete escritores no acreditados,. Citamos al escritor William Faulkner (en el cine negro: guionista de To have or have not de John Huston o The Big Sleep de Howard Hawks), Catherine Turney, guionista de Of Human Boundage (Cautivo del Deseo-Edmund Goulding-1946), The man I Love (Raoul Walsh-1947), Cry Wolf (El aullido del lobo-Peter Godfrey-1947), Margaret Gruen autor de Road House (El Parador del Camino-Jean Negulesco-1947)…
A pesar del tono melodramático (el melodrama femenino sofisticado era la especialidad de la Warner), la participación de estos guionistas da el tono “cine negro” (asesinato de Monte, flashback, voz en off…) con el añadido de la experiencia del director y el tratamiento que hace de la fotografía el veterano Ernest Haller. Éste ha sido el fotógrafo de Bette Davis y Marlene Dietrich y repite en 1946  con Joan Crawford en Humoresque (Jean Negulesco). Este mismo año participa en el rodaje de la película negra: The Verdict (Don Siegel) 6 sigue en el género con The Unfaithfull (L’Vincent Sherman-1948). Conviene notar que Haller fue el director de fotografía de Rebel without a Cause (Nicholas Ray-1955). Con David Welsbart (Conflict de Curtis Bernhardt-1945-Dark Passage-Delmer Daves-1947-en el montaje tenemos un  equipo Warner de lujo, que el fiel Max Steiner acompaña con su música.

Michael Curtiz empezó a rodar en 1912, en su país natal, Hungría, con un nombre que suena muy húngaro: Mihály Kertész (su verdadero nombre, judío, es  Manó Kamine). Realiza unas cincuenta películas entre Hungría, Austría y Alemania, antes de emigrar a los Estados Unidos donde mantiene el ritmo con unas cien películas más, en gran parte con los estudios de Warner. Su filmografía rebosa de películas históricas, de aventuras,  de westerns, pero realiza algunas joyas que preceden al cine negro como Angels with dirty faces con Bogart, James Cagney, Ann Sheridan en 1938. Colabora con la propaganda de la industria hollywoodiana en el esfuerzo de guerra hasta Casablanca (1942) que acompaña con su estreno la entrada en guerra en Norte África, seguida por Mission to Moscow, pro soviética en la efímera política de Roosevelt de acercamiento a Rusia.  Después de Mildred Pierce, volverá al cine negro con The Unsuspected en 1947 con Claude Rains y Audrey Totter, seguida por Flamingo Road, un nuevo encuentro con Joan Crawford.y Zachary Scott en 1949, a pesar de las tensiones en el rodaje de Mildred Pierce entre la actriz y el director que tenía una preferencia por Bette Davis u Olivia de Havilland con las que había trabajado. Pero, Crawford entraba en los estudios Warner después de 18 años en los de MGM y tenía claro que quería dar un giro marcado a su carrera. Lo consiguió: tuvo el Oscar por su interpretación de Mildred Pierce..
Michael Curtiz es uno de los directores más representativo del estilo de los estudios Warner: una narración con un ritmo rápido y elíptico. Después de la realización de la mítica Casablanca, no tiene dificultad para responder al deseo de Warner y Jerry Wald de orientarse hacia la atmosfera de la película de Wilder. Consigue acentuar los elementos negros del guión con iluminaciones contrastadas por el blanco y negro, unos numerosos exteriores nocturnos, unos encuadres muy elaborados como esta primera secuencia del asesinato de Monte Beragon que cae al pie de la cámara.


Otros encuadres muy apretados, enseñan la mano de Mildred sacando una pistola de un cajón, la de Wally indecisa delante del teléfono. Curtiz  encarcela a los personajes, los planos-secuencia y los travellings crean un lirismo que, con el “plus” de la partidura de Max Steiner,  potencia la caracterización de los personajes, la negrura de esta atmosfera: la perfidia, la perversidad, la falta de escrúpulos… se dan cita en la historia que cuenta Mildred. ¿La femme fatale? Por supuesto la tenemos aquí: Veda, la cara de ángel. ¿Los hombres? Monte y Wally  traicionaran la confianza de Mildred. Sólo cuenta el dinero. ¡Bert Pierce, el ex marido, es el único que no tiene su retrato colgado en esta galería! Tanto en la novela como en la película, de todas maneras, se describe a la sociedad estadounidense, en su versión californiana, viviendo sin escrúpulos una carrera hacia el dinero fácil y el consumo que ira extendiéndose… Como dice el inspector Peterson: ¡Necesitamos aire fresco aquí!

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