9.11.15

"Pick-up on South Street"-Samuel Fuller






Manos peligrosas   1953

Director: Samuel Fuller  

Guión:  Samuel Fuller / Dwight Taylor (relato)

Música:  Leigh Harline

Fotografía:  Joseph McDonald

Montaje:  Nick De Maggio

Dirección artistica.  George Patrick-Lyle Wheeler

Producción:  Jules Schermer 20th Century Fox


Richard Widmark  Skip McCoy) Y Jean Peters (Candy)


Thelma Ritter es Moe

 Richard Kiley es Joey

 Murvyn Vye es el capitán Dan Tiger y Milburn Stone es el agente Winoki



Podemos preguntarnos si una película de propaganda tan claramente  anticomunista –de las que le gusta al senador McCarthy – puede ser una de las obras maestras  de un género al que, no obstante,  no le faltan maravillas cinematográficas . Pero lo afirmamos sin tapujos: esta obra maestra es una de las joyas del cine negro. A la vez lírica, sensual y de una violencia visceral, muy gráfica, hubo, a pesar de las pésimas críticas en su estreno en los Estados Unidos, unos cuantos personajes que supieron ver la importancia de la película, su modernidad y la fresca novedad de su puesta en escena para atribuirle el León de bronce en la Bienal de Venecia en 1953. Llama la atención las fechas de estreno: antes de Europa, justo después del estreno en Los Ángeles y Nueva York, se presenta la película en Japón (agosto 1953) con un guiño de Fuller (pensamos en la futura Casa de Bambú) encargando a Leigh Harline una banda sonora con acentos asiáticos muy conseguida.
La trama es simple, lineal…  aunque no se puede hablar de una continuidad estilística por parte del director que parece trabajar por instinto. Lo que importa es que  Sam Fuller consigue mantenernos pegados a la butaca durante estos 77 minutos de película en las que algunas secuencias como la primera con el robo en el bolso de Candy por el carterista Skip McCoy, demuestran que Fuller es un maestro del montaje: esta claro que  la perfección conseguida sobrepasa el simple instinto..
En el metro de Nueva York, Skip roba a Candy su cartera,  sin saber que contiene un microfilm con informaciones para los "rojos". Así pues, el asunto  afecta a los niveles más altos de los servicios de espionaje y se presenta como potencialmente peligroso. Pero Skip  olfatea la posibilidad de conseguir algo a cambio... Desde la primera secuencia, con una banda sonora limitada a los ruidos ambientales, sin ningún dialogo, Fuller marca el ritmo con virtuosismo: un metro cruza la pantalla a toda velocidad, el vagón lleno,  cuerpos pegados de los pasajeros, Candy perdida en sus pensamientos… vigilada por dos agentes del FBI porque lo cuenta la imagen… que también “habla” del calor que hace, del acercamiento prudente de Skip, periódico en una mano, la otra en el bolso de Candy buscando la cartera… Antes de que los dos agentes se den cuenta, Skip ha saltado del tren… Desaparece, sin saber todavía que se encuentra ahora en posesión de un microfilm que unos poderes,  maléficos a pesar de ser institucionales, codician por contener la formula de un arma química… Candy tampoco lo sabía.
A continuación: una escena de la "lucha final" entre Skip y Joey, el comunista.


Pero… ¿realmente “anti-comunista”, esta película? En esta época, Hollywood describe a los comunistas como los enemigos del interior más peligrosos que conviene eliminar –  pensamos en The woman on Peer 13 (Robert Stevenson-1949) por ejemplo –, sin plantear nada por supuesto con respecto a sus ideas. La clara voluntad de presentar la oposición entre rusos y americanos en las pantallas está al servicio de una propaganda del modo de vida estadounidense de lo más radical. En este blog hemos tratado de lo que puede pasar en Hollywood cuando una producción plantea una crítica, velada o no, de este modo de vida o del patriotismo excesivo. Bien saben de lo que se trata unos artistas como Dalton Trumbo, John Garfield, John Berry, Jules Dassin, Edward Dmytryk (tratamos de la lista negra del macartismo en el Dossier Dmytryk)…


¿Por qué Sam Fuller se interesa tanto por los gatos negros, justo cuando Skip lo está pasando muy mal?

  
Así que a Sam Fuller nada le puede pasar con la Comisión de las Actividades Anti-Americanas, y los problemas de censura frente al código de la Producción en 1952 conciernen a la “brutalidad excesiva, las palizas sádicas de hombres y mujeres”. Que la prensa conservadora le trate de comunista cuando rueda su primer largo metraje sobre Corea, o que él mismo afirme el tono “anti-rojo”  de Pick-up on South Street, le hace exclamar: “¡Qué importa si mis guiones me etiquetan como  comunista o reaccionario! Nunca eres lo que son tus personajes, Cuando pongo en escena una pelea, no me estoy peleando…”. A propósito de esta película, Fuller decide retomar el relato de Dwight Taylor para escribir el guión “a su manera”. Lo que significa que no hay que buscar ningún mensaje ideológico por parte de un director que quería escribir una historia turbulenta, y, como la moda era temer a los Rojos, ¡decidí hacer que los malvados sean comunistas y punto! Si la dimensión política le interesa poco, la dimensión social presentada con una fuerza extremadamente realista corresponde por supuesto a su trayectoria de periodista y novelista y a su paso por el ejército en plena guerra en Europa, Norte áfrica y Asia (ver en el Blog Cineastas en los campos)… Su conocimiento del mundo del hampa y de personajes marginales se pone al servicio de la escritura del guión y de la representación cinematográfica.

Skip guarda su botín en la caja de cerveza


Skip, o más bien Richard Widmark, la bruta de Kiss of Death, el psicópata celoso de Road House, el buscavidas que actúa como una rata urbana en Night in the City, tiene aquí su refugio en una cabaña de madera cerca de los muelles. Esconde su  botín en la nevera improvisada con una caja de cerveza inmersa en las aguas del puerto. Su primer encuentro con Candy, después del robo de la cartera,  empieza con una paliza, un puñetazo que la tira al suelo y, a continuación, entablaran una relación hecha de mentiras, atracción, repulsión, sensualidad, besos, más golpes… se quieren locamente, atrapados entre la persecución policiaca y la de los servicios secretos rusos…  Candy recibirá más palizas por parte de Joey, que la utilizó como tapadera en este asunto,  y amenazada por el  jefe de Joey, miembros los dos de una célula comunista. El asunto es particularmente gozoso para Fuller que tiene el arte para transmitir su placer al espectador incondicional.

¿Quién devolverá un día a Joey la paliza que da a Candy?: respuesta en el video


Sobre todo cuando se trata de la representación de la mujer que sabe resistir, defenderse o, si hace falta, devolver la paliza a estos pequeños machos salidos. Acaba de demostrarlo con una mujer  de carácter en Park Row. Más tarde, con Naked Kiss, nos ofrecerá, con esta otra prostituta interpretada por la magnífica Constance Towers, el privilegio de una primera secuencia memorable cuando deja en el suelo a su chulo antes de desaparecer.  Entre estas obras, Barbara Stanwick nos enseña de qué puede ser capaz  una mujer con poderes ya que manda a los “Cuarentas fusiles” a caballo en el gran Oeste. Marylyn Monroe renunció al papel de Candy por tener otras actividades… profesionales. Jean Peters rodaba con ella en Niagara de Hathaway este mismo año. Contaba Sam Fuller que eligió a Jean Peters por esta forma de andar,  ¡felina y tan vital cuando corre por la ciudad en busca de Skip, como si un pequeño tren estuviera pasando entre sus piernas
Sin embargo, el personaje que impacta más en esta fauna urbana tan pintoresca, es el que interpreta la gran Thelma Ritter. Se hace famosa con Rear Window (La ventana indiscreta-Hitchcock) dando al guión un colorido que compensa la palidez de la sosa Grace Kelly. Aquí interpreta a  Moe, la chivata de las corbatas, que se hace pagar por sus informaciones, regateando a los policías corruptos para poder pagarse un entierro de lujo. Skip intervendrá al final, para realizar el deseo de Moe, cuando iban a enterrarla en una fosa común: ella no quiso delatarle, enfrentándose así  a la amenaza de la banda a Joey. Aquí tenemos la esencia del guión de Fuller: ¿por qué resiste, a pesar de ver su película destrozada por la crítica en su estreno, por representar a unos personajes “inmorales” –un carterista, una prostituta, una chivata y unos espías comunistas, estos “nuevos malos” en la propaganda maccartista del terror estadounidense que Howard Hugues apoyó con películas como The woman on Peer 13 (Casada con un comunista-Robert Stevenson-1949)?
La respuesta la encontramos en la sensibilidad de Fuller cuando se trata de representar a esta banda de colgados y marginados: lo hace con una intensidad emocional que revela su comprensión del mundo del hampa que se hará todavía más explícito en Naked Kiss (La ley del hampa). “Me encanta la anarquía, al final de la película, mis personajes son iguales que al principio, no se enmiendan, no entran en la sociedad, están menos solos, nada más”. La precariedad de la situación de estos personajes y la vitalidad que manifiestan para la supervivencia en la jungla de la gran ciudad,  hacen de Skip y Candy, el ladrón y la prostituta, los dos polos entre los que pasa el rayo: el flechazo entre dos palizas. Pero también, la solidaridad de estos marginales, podría ser el ejemplo de una cierta ética para una sociedad que les considera como insignificantes. Y Moe… la fragilidad de su condición la hace entrañable.

La cabaña de Skip McCoy


La caracterización de los personajes, la calidad de la puesta en escena, el apoyo de un equipo dominado por la fotografía de McDonald y la música de Harline quitan totalmente cualquier interés por discutir el pro y el contra del alcance político de un anticomunismo primario. Añadimos esta ambientación tan cautivador que crean  George Patrick y Lyle Wheeler, este último con una carrera impresionante (Rebecca, Laura, Whirpool, Where the sidewalk ends, The house on Telegraph Hill, Call Northwest 777, The house on 92nd street, Five Fingers, Diplomatic Courier, Niagara con Jean Peters también…). La película está rodada en gran parte en exteriores y el equipo le da la fuerza del realismo social con un toque documental pero también muy poético con esta idea de la cabaña de Skip McCoy. El paso de la violencia a la sensualidad, la emoción lírica que emane de la actuación de Thelma Ritter se encuentran potenciados por los cambios bruscos de ritmo, unos primerísimos planos de los más sugestivos, los largos plano-secuencias, la utilización de la profundidad de campo.

Lejos de ofrecer un documental con este retrato de ladrones, chivatos, prostitutas, policías corruptos y proxenetas en el que los microfilms sobre arma química parecen ser más bien un Mac Guffin hitchcockiano, el gran Sam hace lo que quiere más, enseñarnos las emociones humanas con el realismo en tela de fondo: “Una película es un campo de batalla: amor, odio, violencia, acción, muerte… en una palabra: emoción” dice, interpretando a un cineasta en Pierrot le fou de Godard.

Algunas secuencias
 Música con armonías asiáticas: pasa el metro
Picado sobre el compartimento
Candy, vigilada por dos agentes secretos. Skip sube-roba su cartera en su bolso-
Exterior día:
Contrapicado sobre ella que descubre el robo
Secuencia siguiente, uno de los agentes secretos  va a la comisaría para que investiguen a los posibles  carteristas. La cartera contenía una película, en realidad un microfilm sobre una fórmula química secreta que una célula en Nueva York debe entregar a un agente secreto comunista)-
 “los tenemos a todos bajo control menos el agente que han mandado desde el extranjero”

Más tarde, ella se reúne con su ex novio, Joe,  que la ha mandado,  y descubrimos que ella no sabe lo que contenía la cartera.
Para Joe, es un palo:
¿Es grave? Pregunta ella.
Joe: “se trata de negocio, hay que luchar con la competencia…”
En la secuencia, se ve que han sido amantes, que ella ha hecho este último trabajo para Joe con la condición que ya la deje en paz. Joe le pide investigar el asunto del carterista.

En la comisaría llaman a Moe para ayudar a agilizar la investigación, ya que ella conoce bien el barrio, “El negocio va de capa caída”. Al agente secreto, Moe vende una corbata, pide todos los detalles sobre la forma en que se hizo el robo, como tenía el periódico, si estaba a la derecha o a la izquierda de la chica… Moe ha adivinado quien es el carterista… pero pide dinero a cambio si da una lista de ocho carteristas. El agente reconoce enseguida a Skip.

Más tarde, Moe dirá a Candy: “Hay quien vende uvas, garbanzos, armas,… yo vendo informes”: vende sus informaciones para ayudar a las instituciones como buena ciudadana que quiere ahorrar el dinero público.  –también,, cuando el comisario (el Tigre) entra en el refugio para sondear a Skip sobre el microfilm:
 Skip: “ahorre dinero a los contribuyentes, no me instale micrófonos porque los cortaré”-

Para Candy, las cosas van a ir muy mal



-Candy investiga: con “Louis el relámpago” en un restaurante chino: le da la dirección de Moe. Que quiere venderle una corbata para ofrecer a un novio. En la secuencia siguiente, Skip comprende lo que ha pasado cuando ve  la corbata que saca del bolso de la chica,  desmayada en el suelo después del puñetazo que le ha dado al sorprenderla en su refugio.



-Candy y Skip

Antes del beso, con la música de “Again” de Roadhouse
La escena del  beso y parte de la secuencia: censurada en España… hasta el momento en que Skip  trate a Candy de comunista, de roja y la echa del refugio.

-Candy y los “malos de la película”


Pero, ahora, Candy sabe lo que contiene la peli pero no se entera del todo. Cuenta a la banda de Joe  que Skip intenta sacar dinero al grupo comunista, que pide mucho dinero a cambio del microfilm. Pero el grupo comunista no lo entiende así y encarga a Joe que acabe con Skip si no habla. Candy se ha quedado al nivel de los pequeños encargos de Joe. No se da cuenta que el pez es gordo.

 Moe y Candy


Para Moe, Candy y Skip,  esta historia de rojos, seguro la cuentan los medios, la historia de los buenos y los malos, como piensa toda la gente pero… ¡la política!...Sin embargo, hay miedo Dice Candy a Moe: “¿sabes lo que hacen con los que trafican con secretos de estado?”
Moe, hablando de su relación con Skip: nuestra vida es diferente a las de los demás… si él se enfada alguna vez cuando doy informaciones sobre él al Tigre (el comisario), es porque dice que le traiciono a un precio demasiado bajo.
Candy: -Pero no le venderá a los comunistas
Moe: -¿Por qué me has tomado, por una espía?

 Moe y Skip


Moe:  ¿cómo es posible que puedas tratar con comunistas?
Skip: ¿Tú también con una banderita?
M: Te conozco desde que era un chico. ¡Nunca pensé que fuera…!
S: ¡Vamos, calla…me rompes el corazón!
M: Aún en nuestro mundo, hay que portarse bien algunas veces…La muchacha a la que robaste es buena. Ella ha dado la cara por ti.¡ Dejas las manos quietas y sírvete de la cabeza!


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