9.12.15

Contribuciones presentadas por cada país-COP21

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Independientemente de las negociaciones sobre la financiación y particularmente la repartición entre Norte y Sur relacionadas con las medidas a tomar frente al calentamiento del planeta, el análisis que hace un colectivo de expertos franceses en el curso de la conferencia de Paris de la COP 21 llama la atención sobre las distintas contribuciones de los países presentes (en Le Monde del 8 de diciembre de 2015).

La contribución de cada uno de los más de  180 estados presentes en la COP 21 es una referencia para saber si realmente se ha creado una nueva dinámica de una amplitud suficiente como para esperar frenar  el calentamiento del planeta.

¿Suficiente?, si pero con la reserva de esfuerzos ulteriores suplementarios creíbles.

¿Sobre que base frenar el calentamiento? Los 2ºC anunciados como objetivo no corresponden a un umbral para un riesgo bien identificado. El peligro empieza en realidad antes de los 2ºC y los impactos del calentamiento aumentan por supuesto con la temperatura.
Eso se explica por las emisiones pasadas que quedan décadas en la atmosfera y, aunque estabilizáramos inmediatamente los gases invernaderos,  habrá que esperar unas cuantas décadas para que el sistema climático se estabilice. Sin embargo, estos 2ºC han sido aceptados por todos por ser lo bastante ambicioso en la situación actual como para limitar estos impactos a un nivel “razonable”.

¿Cuál es el objetivo con esta base de 2ºC? Conseguir lo antes posible un pico de las emisiones de gases invernaderos, seguido por un decrecimiento rápido para llegar a una decarbonización antes del final del siglo.

¿Qué aporta la contribución actual de los estados?
El grado de ambición de las contribuciones conduce a una inflexión notable de las emisiones de gases, pero insuficiente para quedarnos por debajo de los 2ºC. Sería necesario ya pensar en una nueva inflexión y en nuevas proposiciones estructurales además de las propuestas.

¿Cuál sería la gestión de los esfuerzos a largo plazo? Recordamos que:
  • -Las contribuciones de los estados corresponden a un periodo corto, de 2020 a 2030;
  • -Ignoran el periodo 2015-2020 que depende de la gestión fijada en el marco del Protocolo de Kioto respetado sólo por Europa;
  • -Algunos países como los Estados Unidos de América han decidido limitar su contribución al periodo 2020-2025.
  • -Desde el momento que las contribuciones no contemplan una trayectoria de emisiones más allá de 2030 no se puede determinar la evolución del calentamiento hasta el fin del siglo XXI. La gestión por cada país de los esfuerzos a largo plazo es esencial. Por ejemplo, los 1500 millones de coches en servicio actualmente en el planeta corresponden a una necesidad de movilidad definida por el sistema actual. Si no se encuentran otras soluciones de movilidad  de aquí a 2030, los objetivos fijados no pueden ser respetados.

¿Qué más defectos tiene este sistema de contribución de los países?
Aunque las contribuciones son públicas y accesibles en Internet (lo que permite confrontar ambiciones y objetivos),  están determinadas de manera autónoma por país, no se ha fijado una forma única de presentación. lo que ha conducido a algunos países a limitarse a unas “intenciones” y no a unos compromisos, apoyándose sólo sobre lo que les parece aceptable al día de hoy. Eso conduce a pensar que la reducción del calentamiento será insuficiente. Sin embargo, el caso de Brasil podría ser una referencia para unos  cuantos: Brasil elaboró con antelación un documento ambicioso, fruto de la concentración de asociaciones, científicos y políticos en un Foro nacional consultativo.

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