10.10.11

ANDRÉ BAZIN, UNA MIRADA OBLICUA

Como complemento a las páginas publicadas en Primer Plano "CINEASTAS, DE NUESTRO TIEMPO", creamos este Dossier sobre André Bazin que incluye una recopilación de algunos fragmentos de su libro ¿Qué es el cine?
La aventura emprendida por André Bazin en ¿Qué es el cine? en su recorrido entre películas, cineastas, críticas, estéticas y filosofías de su tiempo, disfrazado de arqueólogo si hace falta, le lleva a establecer los cimientos de una teoría posible de la crítica cinematográfica

¿Qué es el cine?  es un texto fundador que nos enseña como el cine perpetua una tradición (casi religiosa) que ha correspondido hasta la fecha a los artes plásticos. Es una obra en 4 capítulos: -Ontología y lenguaje -El cine y los demás artes -Cine y sociología -Una estética de la realidad: el neorrealismo.
Los fragmentos que ofrecemos se presentan con un título que corresponde al fragmento elegido y no necesariamente a los títulos de los capítulos del libro.



Dossier: André Bazin,  Una mirada oblicua

Bazin: Pintura y Foto

Está página pertenece al Dossier: ANDRÉ BAZIN, UNA MIRADA OBLICUA en el cual ofrecemos una recopilación de algunos fragmentos de su libro ¿Qué es el cine? Estos fragmentos se presentan con un título que corresponde al fragmento elegido y no necesariamente a los títulos de los capítulos del libro.

Dossier André Bazin
«El cine no es más que el aspecto más desarrollado del realismo plástico que comenzó con el Renacimiento y encontró su expresión límite en la pintura barroca» (André Malraux).

Lo estético y lo psicológico


En el siglo XV la pintura occidental comenzó a despreocuparse de la expresión de una realidad espiritual con medios autónomos, para tender a la imitación más o menos completa del mundo exterior. El acontecimiento fue sin duda la invención de la perspectiva: un sistema científico y también mecánico (cámara oscura de Vinci) que permitía al artista crear la ilusión de un espacio con tres dimensiones donde los objetos pueden situarse como en nuestra percepción directa.

A partir de entonces la pintura se encontró dividida entre dos aspiraciones: una propiamente estética –la expresión de realidades espirituales donde el modelo queda trascendido por el simbolismo de las formas- y otra que no es más que un deseo psicológico de reemplazar el mundo exterior por su doble. Esta tendencia devoro poco a poco las artes plásticas.

El conflicto del realismo en el arte procede de este malentendido, de la confusión entre lo estético y lo psicológico, entre el verdadero realismo, que entraña la necesidad de expresar a la vez la significación concreta y esencial del mundo y el pseudo realismo, que se satisface con la ilusión de la formas.

Así se entiende por qué el arte medieval por ejemplo no ha padecido ese conflicto; siendo a la vez violentamente realista y altamente espiritual, ignoraba el drama que las posibilidades técnicas han puesto de manifiesto. La perspectiva ha sido el pecado original de la pintura occidental.



Objetividad de la fotografía

La fotografía se nos aparece como el acontecimiento más importante de la historia de las artes plásticas. Siendo a la vez una liberación y una culminación, ha permitido a la pintura occidental liberarse definitivamente de la obsesión realista y recobrar su autonomía estética. El realismo impresionista, a pesar de sus coartadas científicas, es lo más opuesto al afán de reproducir las apariencias. El color tan sólo podía devorar la forma si ésta había dejado de tener importancia imitativa. Y cuando, con Cézanne, la forma toma nuevamente posesión de la tela, no lo hará ya atendiendo a la geometría ilusionista de la perspectiva. La imagen mecánica, haciéndole una competencia que, más allá del parecido barroco, iba hasta la identidad con el modelo, obligó a la pintura a convertirse en objeto.

La originalidad de la fotografía con relación a la pintura reside en su esencial objetividad. Tanto es así que el conjunto de lentes que en la cámara sustituye al ojo humano recibe precisamente el nombre de "objetivo". Por primera vez, entre el objeto inicial y su representación no se interpone más que otro objeto. Por vez primera una imagen del mundo exterior se forma automáticamente sin intervención creadora por parte del hombre, según un determinismo riguroso. La personalidad del fotógrafo sólo entra en juego en lo que se refiere a la elección, orientación y pedagogía del fenómeno, por muy patente que parezca al término de la obra, no lo hace con el mismo título que el pintor. Todas las artes están fundadas en la presencia del hombre; tan sólo en la fotografía gozamos de su ausencia. La fotografía obra sobre nosotros como fenómeno "natural", como una flor o un cristal de nieve en donde la belleza es inseparable del origen vegetal o telúrico.

Esta génesis automática ha trastrocado radicalmente la psicología de la imagen. La objetividad de la fotografía le da una potencia de credibilidad ausente de toda obra pictórica…La fotografía se beneficia con una transfusión de realidad de la cosa a su reproducción. Las virtualidades estéticas de la fotografía residen en su poder de revelarnos lo real. No depende de mí el distinguir en el tejido del mundo exterior el reflejo en una acera mojada, el gesto de un niño; sólo la impasibilidad del objetivo, despojando al objeto de hábitos y prejuicios, de toda la mugre espiritual que le añadía mi percepción, puede devolverle la virginidad ante mi mirada y hacerlo capaz de mi amor. En la fotografía, imagen natural de un mundo que no conocíamos o no podíamos ver, la naturaleza hace algo más que imitar el arte: imita al artista.

El universo del pintor es siempre heterogéneo con relación al universo que le rodea. El cuadro encierra un microcosmos sustancial y esencialmente diferente. La existencia del objeto fotográfico participa por el contrario de la existencia del modelo como una huella digital. Por ello se une realmente a la creación natural en lugar de sustituirla por otra distinta.

Dossier André Bazin continúa...

André, François y el crítico


Dossier André Bazin
En la década de los 40 del siglo XX, Bazin aparece como un crítico de cine vanguardista: más allá del análisis de la naturaleza de la imagen, plantea la pregunta sobre la función del crítico. Las películas son analizadas en esta época desde el aspecto anecdótico, y Bazin reprocha a la crítica cinematográfica su falta de opiniones y juicios sobre la materia misma del cine: calidad de la fotografía, de la escenografía, de la utilización del sonido, del montaje…

Para transmitir su reflexión sobre una obra cinematográfica, los críticos de cine navegan entre dos polos: el periodismo esencialmente semanal, siguiendo los estrenos en salas, o el estudio profundo, incluso la teoría, en las revistas especializadas o los libros. ¿Conviene tener unos objetivos distintos según el soporte utilizado, prensa o revista y libro? Conocemos la tendencia actual: la presión de la distribución, la influencia promocional de los canales de televisión que actúan como productores, conducen, a veces a unas críticas subjetivas "me gustó, no me gustó", unas críticas descaradamente al servicio de la taquilla y, otras veces, a un lenguaje universitario y teórico. El lugar que ocupan el dinero y la técnica en la fabricación de la película llevó a André Bazin a hablar de "arte impuro" y a trascender este aspecto en el cual se ha caído de nuevo la crítica periodística. Más allá del arte de la obra, cada película es un enigma, un misterio visual dice François Truffaut.

Lo más simple para acercarse a la figura de Bazin es volver sobre algunos artículos de François Truffaut.

Un artículo, publicado en Cahiers du Cinéma en Febrero 1983, reproduce el prólogo de François Truffaut al libro de Dudly Andrew: André Bazin.
Truffaut desarrolla en este artículo su visión sobre Bazin crítico: «Prefiero hablar de Bazin "escritor de cine" más que de Bazin crítico. [Escribir sobre cine] era para él un placer, un placer y una necesidad que traducían su vocación pedagógica».

Bazin se compromete con la "educación popular" al final de la segunda guerra mundial. Participa en la creación de cine-clubes, talleres, animando conferencias en las fábricas de Alemania, Argelia, Marruecos… En Francia, participa en la creación de la revista radio-cine-televisión (Telerama) y contrata a Truffaut de ayudante. Para Bazin, la cultura es un medio de emancipación del pueblo, apuesta por la explicación de obras de calidad al público popular. Su intención es desarrollar en el público una exigencia que le haga perder su sometimiento al cine comercial. Este reto le lleva a escribir unas obras relevantes sobre Orson Welles, Charlie Chaplin, Jean Renoir…

Añade Truffaut en el mismo artículo de 1983: «Por supuesto, Bazin no ha sido el único que analizó el valor de la imagen, su naturaleza. Sin embargo, me parece que él es el único en preguntarse verdaderamente sobre la función del crítico».
En 1943 –tiene 25 años –Bazin escribe: «Sería vano buscar en las crónicas sobre películas una opinión sobre el decorado o la calidad de la fotografía, unos juicios sobre la utilización del fondo, unos detalles sobre el guión técnico, en una palabra, sobre todo lo que define la materia misma del cine… Parece como si este arte tan singular no tuviera ni pasado, ni consistencia, como las sombras imponderables de la pantalla. Ya es tiempo de inventar una crítica cinematográfica en relieve»… Es Bazin quien pone en practica esta "crítica en relieve".

Truffaut hace el comentario siguiente en su artículo: « ¿Quién, fuera de Bazin, habría tenido la valentía –no una vez sino diez –de volver sobre sus juicios iniciales y replantearlos, no por un cambio de humor, sino por aprovechar un análisis más profunda? ». También, Bazin supo tomar partido por películas rechazadas por el público como, por ejemplo con la película de Robert Bresson "Les dames du Bois de Boulogne".
Maria Casares-"Les dames du Bois de Boulogne"



Tenemos que tomar en cuenta que, en esta época, el crítico tenía que reconstituir un resumen del guión. No se le entregaba un "dossier de prensa", no se encontraba con la promoción televisual de los estrenos, con actores y directores entrevistados durante días a veces.
Este papel de la televisión hace que, hoy, la crítica no tenga la misma influencia sobre el público. Por ejemplo, las secuencias publicitarias de una nueva película pueden hacerla fracasar en el estreno.
Según Truffaut, cada película constituye un misterio visual y, si en la época de Bazin, el cine tenía el monopolio de las imágenes en movimiento y el crítico tenía como función evocar estas imágenes con palabras, hoy, la televisión ha disipado este misterio visual. Nos dice Truffaut:« la televisión ha hecho cenizas los mitos, las estrellas, ha roto el hechizo. El uso sistemático del color ha rebajado la cualidad media de las imágenes, ha permitido una "lectura" de la película más simple pero con menos embrujo… Dentro del juego cinematográfico, la crítica ha llegado a tener el mismo papel que el movimiento ecológico dentro del juego político: teórico, ineficaz, moralmente imprescindible».



En el prólogo de la reedición del libro de Bazin sobre Orson Welles en inglés, que Truffaut escribe en el avión Paris- Los Ángeles en 1978, podemos leer: «Los artículos de Bazin sobre Chaplin y Welles lo han consagrado como jefe de filas de la joven crítica después de la guerra, esta joven crítica que se expresaba entonces en el semanal "Ecran français" y en el mensual "Revue du Cinema" [donde Bazin empieza a escribir a partir del nº 9], revista que desaparece después de 20 números para renacer con el nombre de Cahiers du Cinéma».

En cuanto al primer libre de Bazin, está consagrado a Orson Welles, quien estrenaba entonces "Macbeth": «Este pequeño volumen, con un magnifico prólogo de Jean Cocteau se agotó en seguida y, en 1958, poco antes de morir, entusiasmado por "Touch of Evil", Bazin decide dar una nueva versión corregida y aumentada».



Un ejemplo de crítica lo da esta frase del libro: «En las películas de Orson Welles, no sólo la técnica es una manera de poner en escena; también pone en tela de juicio la naturaleza misma de la historia. Con ella, el cine se aleja un poco más del teatro, se vuelve menos espectáculo que relato. Efectivamente, como en la novela, no sólo el diálogo, la claridad descriptiva, crean el sentido, sino también el estilo que se imprime al lenguaje».


Continua...
Después de esta introducción,
empezamos en la próxima página de este dossier
la publicación de algunos fragmentos del libro
¿Qué es el cine? de André Bazin.

5.10.11

CINEASTAS, DE NUESTRO TIEMPO

Publicamos este Dossier y las páginas que le corresponden en la pestaña Ventana - Primer Plano

Una retrospectiva de "Cineastas, de nuestro tiempo", unos cientos de documentales, ha sido presentada este año 2011 en el Centro Pompidou de Paris. Memento trató  de esta serie en el Blog "La cinta de sueños" en el marco del festival de cine de Sevilla donde se presentó una selección de 25 documentales dentro de la serie producida por el canal de televisión Arte entre 1984 y 2006: Cinema de nôtre temps[1].


Este blog de memento publicó algunas de sus comentarios entre Abril y Mayo 2010 con el título Cine de nuestro tiempo (I a V).  La presentación de la serie en el Centro Pompidou es el pretexto para volver sobre estos documentales y reflexionar de nuevo sobre algunos cineastas que han marcado la arqueología cinematográfica.Con este Primer Plano sobre algunos cineastas que han marcado la historia del cine,  Memento se ofrece el placer de sumirse en algunas biografías, críticas, fotogramas, etc… y volver sobre la empresa de Labarthe, quien dejó a su paso por Sevilla la imagen discreta del Hombre con el sombrero negro.


Clotura del Festival de Cine de Sevilla 2007

La meta del proyecto encargado a André S. Labarthe por la viuda de André Bazin, famoso crítico e impulsor de la revista francesa Les cahiers du cinéma, es la transposición al soporte audiovisual de este espíritu de "la política de autores" querida por Bazin, con las grandes entrevistas a cineastas que son la marca de la revista.


La serie nace en 1964 con el nombre de "Cineastas, de nuestro tiempo" con la entrevista a Luis Buñuel, presentada en el único canal de la televisión francesa y se prolonga hasta 1972. El canal franco-alemán ARTE va retomar su producción con el nombre de "Cinema, de nuestro tiempo" entre 1984 y 2006. Es el canal CinéCinéma que la produce actualmente.

Los documentales dan la palabra a cineastas como Buñuel, Renoir, Ford, Scorcese, Kiarostami,… que han realizado películas reconocidas internacionalmente, algunos desde el principio del siglo XX, y a nuevos cineastas. Estos últimos han filmado a los de la generación anterior en algunos de estos documentales. Esta serie pone así de relieve el hecho de que autores de películas que han realizado sus obras en regiones y épocas distintas tienen el mismo grado de reflexión, de inquietudes, de dificultades que conlleva el proceso creativo.
«No creo en una historia del cinema. Esta colección es un puzzle, una manera de sugerir que todas las películas, desde el origen, son contemporáneas nuestras» dice André S. Labarthe.



Dossier en Primer Plano: CINEASTAS, DE NUESTRO TIEMPO
actualizado el 06.12.11
Páginas publicadas en este blog en 2010
CINE DE NUESTRO TIEMPO
I: Bazin y la política de autores
II: Straub y Huillet
III: El dinausario y el bebe
IV: Nueva Ola
V: Tarkovski: iconografía de una despedida

Nuevas Páginas
Cine: ¿director o autor?



En preparación
Actualización de algunas de las páginas anteriores y otros cineastas



Enlace
André Bazin, una mirada oblicua
(Dossier que incluye fragmentos del libro de Bazin: ¿Qué es el cine?) en Textos



[1] La selección del Festival de Cine de Sevilla 2007 hacia resaltar como criterios la ciudadanía europea  de los cineastas, y un cierto equilibrio entre contemporaneidad y pasado (primera mitad del siglo XX).
Los responsables de Arte invitados a este Festival informaron al público de que, en esta fecha,  16 de estos documentales habían sido editados en Francia por el distribuidor MK2.  en España, INTERMEDIO DVD editaba en la misma fecha el cofre nº1 de "Cine, de nuestro tiempo" con 4 DVD: Kiarostami, Imamura, Garrel, Tarkovski.